La médula espinal se conecta al cerebro y vehlculiza el flujo nervioso en todo el cuerpo gracias a sus numerosas raíces, que forman los nervios que emergen de nuestra columna vertebral.


Cerebro y médula se empapan de una sustancia llamada “líquido encéfalo-raquídeo” (LER), compuesta por células y diversas sustancias que se mantienen inalterables en forma constante. Pero, después de que hay una alteración en la médula espinal (infección, traumatismo, hemorragia, etc.), el LER reacciona modificando su composición. La punción lumbar permite entonces detraer algunos centímetros cúbicos de líquido céfalo-raquídeo a fin de ser analizado.


Las infecciones de las meninges o meningitis son las más fáciles de poner en evidencia a través de la punción lumbar. Las causas son múltiples: bacterias, virus, hongos, etc. En este caso, el número de células aumenta y señala la Infección. Luego, podemos aislar el germen responsable y poner en marcha inmediatamente el tratamiento antibiótico adecuado (consistente en una inyección en el líquido céfalo-raquídeo, directamente en contacto con las meninges).

No obstante, son necesarias varias semanas para hallar ciertos gérmenes, como el de la tuberculosis, por ejemplo. También otras enfermedades pueden Influir directa o indirectamente sobre el LER. Tumores de la médula espinal o de las meninges (meningiomas), tumores o abscesos cerebrales y hemorragias meníngeas también son afecciones que modifican la composición o el aspecto del líquido céfalo-raquídeo.

El advenimiento del scanner ha reducido la utilización de la punción lumbar en neurología. A pesar de ello, la punción aún es muy utilizada cuando los médicos no tienen un scanner a mano y la situación es urgente. Algunas circunstancias especiales impiden la práctica de este examen, como las enfermedades cerebrales que aumentan significativamente la presión del LER, o la artrosis severa de la columna vertebral, que Impide que la aguja penetre.

Antes del examen el paciente debe permanecer con el vientre plano durante muchas horas sin moverse. Dolores de cabeza pueden seguir a la punción lumbar o aparecer algunos días más tarde. Esto no engendra peligro alguno y tan sólo requiere un simple tratamiento, asociado al reposo.