Tiene una historia personal muy emparentada con Mar del Plata. Jugó en la ciudad varias veces con el seleccionado argentino en distintos torneos y además integró el plantel campeón de Peñarol en 1996/97.

Ahora, el armador hace dos temporadas que defiende la casaca de Buenos Aires Unidos y es palabra autorizada para hablar de la actualidad del equipo:

Sí, y además, cada uno que se suma nuevo requiere un período de adaptación para los que veníamos jugando juntos. Implica también modificarle cosas al que se agrega. Ha sido un comienzo complicado por las lesiones, pero estamos apuntando a ponernos bien físicamente todos ahora que se frena la fase regular y empieza la Copa Aclav. Es un torneo importante, pero más importante es tener a todos los jugadores sanos y en condiciones para la segunda parte de la Liga.

Sí, con todas las ausencias que afrontamos, es muy positivo. Estamos entre los cuatro primeros. Los más jóvenes han jugado bastante y se han probado a sí mismos que están a la altura de las circunstancias para poder rendir. Y eso es muy importante porque a lo largo de la temporada vamos a necesitar de todos. En ese sentido, y mirando la mitad del vaso llena, esta situación nos vino bien para que todos tuvieran permanencia y exigencia en cancha, lo que sin dudas los prepara para que, cuando tengan que volver a entrar, puedan rendir al máximo.

Sí, ellos dos por ahí sobresalieron más, pero también Juani (Finoli), que se encontró con la responsabilidad de ser el armador cuando yo me desgarré. Los felicito a todos y al mismo tiempo los invito a que le sigan dando duro para adelante porque son muy importantes para el equipo.