Una vez asegurado un sitio de privilegio entre los cuatro mejores de la Liga Argentina de Vóleibol, Buenos Aires Unidos prepara intensamente las primeras dos confrontaciones como local (jueves y sábado) por las semifinales. Y nada menos que frente al multicampeón Drean Bolívar, en un incipiente pero fervoroso clásico. En la previa de la serie, el capitán "naranja y negro", Marcos Milinkovic, ofreció sus sensaciones antes de una serie que promete ser apasionante.

Sí, sabíamos que si bien el primer cruce no iba a ser sencillo, teníamos grandes posibilidades de avanzar. Ahora viene lo más difícil. Jugamos contra un equipo que fue muy irregular durante la primera fase, pero no deja de ser un rival muy peligroso, que juega bien, con jugadores de calidad, como lo demostraron en el Sudamericano y en el Mundial de Clubes. Bolívar es un adversario para respetar. Habrá que estar muy atentos y aprovechar sus puntos débiles. Pero si ellos se enchufan pueden ser muy complicados y en esos momentos nuestro equipo tendrá que ser firme, cometer la menor cantidad de errores y después capitalizar nuestros momentos favorables.

Se hizo clásico porque Buenos Aires Unidos armó un equipo competitivo, Bolívar es el campeón de los últimos años y obviamente cuando se juntan dos equipos importantes siempre se arman algo así como un clásico, tal como nos pasó también con UPCN Voley Club. Somos de la misma provincia, nos enfrentamos en la final del Súper 8, jugamos dos lindos partidos por la fase regular y ahora nos cruzamos nuevamente en las semifinales de la Liga. Sí, se podría decir que se armó un clásico.

Sí, sí. Puede ser especial para algunos. Guille (García) jugó muchos años allá, no se fue como él merecía por todo lo que le dio al equipo, quizás para mí, no por Bolívar pero sí por otros motivos (N. del R.: no lo dice, pero el entrenador de las Aguilas, Javier Weber, no lo tuvo en cuenta en el seleccionado argentino para el Mundial 2010). Y en general, creo que para todos es un partido diferente porque enfrentamos al último campeón y tratar de dejarlo fuera de la final por primera vez en muchos años es una linda motivación. Sin contar que si lo conseguimos, vamos a ser nosotros los que juguemos la final.

Obviamente que haber ganado los cuatro partidos anteriores es importante si sabemos capitalizarlo dentro del próximo partido. En ciertos momentos, cuando uno viene pasando una buena racha en un set, siempre pesa para el rival ese antecedente. Es un factor positivo siempre y cuando juguemos bien como lo venimos haciendo en los últimos juegos.

Sí, muy conformes. No sólo por los que jugamos más, sino también por los que estuvieron menos tiempo en cancha o tuvieron que sustituir a algún compañero lesionado. Creo que Waldo (Kantor) tiene la tranquilidad de que en el banco hay cuatro o cinco jugadores que están en condiciones de entrar en cualquier momento y rendir bien. Eso nos da una gran tranquilidad a todos.

No va a ser fácil. Tenemos la suerte de empezar en casa, que para nosotros es importante, y después, ellos conocen muy bien su cancha, en donde aprovechan su fuerte, el saque, pero primero tenemos que pensar en ganar los dos primeros partidos de local. Ojalá que sea una serie corta y a nuestro favor, pero van a ser partidos muy difíciles.