El central "Xeneize" cuenta sus sensaciones a horas de haberse consagrado junto a su equipo, y de haber conseguido el título más importante desde que llegó al club en el 2005. Además de la Copa ACLAV, repasó sus inicios, su crecimiento como jugador y hasta recordó a su ex compañero Hernán Ferraro.
Su llegada al club de la ribera se dio casi por casualidad, como muchas veces sucede. Boca no era el “Plan A”, pero siempre hay un conocido que ayuda a abrir puertas, como expresa Lucas: "Después de jugar tres años en un club llamado Universal de La Plata conseguí una prueba en el club Ciudad de Buenos Aires, donde había quedado seleccionado, pero no quedé muy conforme con lo que me ofrecían y a los días, por medio del entrenador Sebastián Martínez, que era amigo de Pelotín González, tuve la oportunidad de probarme en Boca. A la semana ya estaba instalado en el club".
En poco tiempo pasaste de ser una promesa a un jugador en gran nivel... ¿Cuál fue el secreto para lograr tan rápido la consideración de los técnicos que te dirigen?
Creo que tuvo que ver con el roce que tuve con jugadores de renombre como los que han pasado por el club. Siempre de cada uno traté de sacar lo mejor, escuchando y estando abierto a sus consejos y críticas.
Del 2007 a esta parte, Boca logró estar en el mejor momento de su historia, y fuiste una pieza fundamental en todos los torneos obtenidos. ¿Lo imaginabas cuando llegaste?
Uno siempre espera lo mejor, pero realmente de pasar a jugar un punto por partido, como en mis comienzos, a este presente, es mucho más de lo que pude haber imaginado alguna vez. ¡Es lo mejor que me pasó despierto! (risas). Agradezco a todos mis compañeros por hacerme vivir un momento tan lindo como el que vivimos el pasado jueves.
El tema sale de su boca sin que se lo mencionen. Hay una alegría generalizada por haber conseguido la Copa ACLAV, y el central oriundo de La Plata no lo puede disimular.
Boca obtuvo la Copa ACLAV y fue sorpresa para la gran mayoría. ¿Para ustedes también lo fue?
La verdad que sí. Todos queríamos ganar la Copa pero sabíamos que era algo muy difícil de concretar, pero se ve que no imposible. Nos dimos cuenta que estamos para grandes cosas.
Se puede observar en el día a día que este es un grupo muy unido y con mucha afinidad entre sus integrantes. Vos que ya estuviste en varios planteles, ¿cuánto hay de importancia en la convivencia para lograr los objetivos?
Mucha, de hecho es un grupo excelente. Ya los siento más amigos que compañeros de trabajo. Los viajes son un placer, por la buena onda y la buena predisposición de todos. Tengo suerte de estar en un plantel así y sin dudas que la buena convivencia facilita las cosas dentro de la cancha.
Antes de comenzar la Copa, a Boca no se lo consideraba entre los equipos más fuertes, pero sí como un rival difícil. ¿Cambió algo después de ganar el torneo?
Sin duda esta Copa nos dio un envión anímico muy grande. Es un plus que nos dio para empezar la Liga de otra forma. Creo que dejamos claro que no le vamos a regalar nada a nadie. Boca va a ser un hueso duro de roer.
Anteriormente hablaste de los jugadores experimentados que compartieron plantel con vos. ¿Quién fue el que más te volvió "loco" dentro de una cancha con sus indicaciones?
Ja ja, ¡el gordo Ferraro! Sin duda, me volvía loco pero sacaba lo mejor de mí, y a la vez me hacía reir mucho. Un personaje.
Por volear
