Edgardo Lioca fue una de las figuras de la victoria de Drean Bolívar ante Formosa en la Copa Masters, y de a poco, el bolivarense se va haciendo un lugar en Primera.

Edgardo es el armador de la categoría sub-21 del club Ciudad de Bolívar y a lo largo de la pretemporada del equipo mayor entrenó con los más grandes ante la ausencia de Luciano De Cecco. Ega, tal como lo conocen todos, es el tercer levantador del plantel desde la temporada pasada y –sobre todo en el último mes- apostó decididamente a dedicarse a ser un jugador profesional: “Cambié mi cabeza. Antes, estaba en Bolivar y me la pasaba soñando, todo lindo, pero es como que no caía. Ahora empecé a creer y a trabajar a conciencia. Mis compañeros y el Cuerpo Técnico me dijeron que notaron el cambio, sobre todo en la defensa”, cuenta el talentoso juvenil que el próximo 22 de diciembre cumplirá dos décadas de vida.

Si bien ya había concentrado con el elenco que habitualmente conduce Javier Weber y hasta entró en una rotación ante Chubut Volley en la pasada Liga Argentina, Lioca tuvo una nueva “primera vez” con la camiseta celeste el último miércoles, cuando reemplazó a Riganti ante Boca: “Estaba un poco menos nervioso que en Chubut: armé la primera y en la siguiente jugada toqué de segunda”, sonríe pícaro, “El Ruso (Meana) a veces me caga a pedos un poco, pero siento que todos me apoyan”.

Cuando se refiere a “todos”, habla de los jugadores que hasta hace poco alentaba desde la popular del Complejo República de Venezuela. En la cancha, Carlos Getzelevich y Marcelo Silva le hablan mucho para que corrija algunos aspectos de su juego que, reconoce, aprendió de Rodrigo Martínez Granados, el coordinador de inferiores. Edgardo lució la camiseta número ocho en homenaje a su mentor durante 2010.

Entre sus ídolos figura, claro, William: “Me gusta cómo mira de reojo al bloqueo y pum, de golpe saca la pelota para otro lado. Además asombra su panorama y esa pelota rápida con Filardi, que yo trato de imitar”.

El jueves, Getzelevich le dijo en el vestuario que sería titular por primera vez en su carrera. Ya lo había experimentado Augusto Bruno, el líbero que jugó en el Super 8 de San Juan 2010, un amigo de Edgardo que se emocionó con la noticia: “Me puso orgulloso por él, porque compartimos inferiores y cuando Getzelevich dijo que arrancaba el con Badà me encantó”.

“Carlos me dijo que tome el partido con Formosa como un entrenamiento para ajustar las pelotas (asistencias) con mis compañeros. Arranqué bien con Filardi, después me descoordiné un poco, pero le pude dar un par de pases buenos a Arroyo y anduve bien con Giachetta, que le tiré un par de V lindas. Al Gringo Yacuzzi lo conozco de memoria. Estoy contento que hizo 17 puntos de ataque”, comenta Edgardo, “durante el partido, el Negro Silva me corrigió que no me saque la pelota de encima y Filardi se enojó un par de veces cuando no se la di, je. El tiene la voz de mando adentro de la cancha. Pero al final, todos me felicitaron”.

Lioca se identifica con la clase de armadores fantasistas, aunque sabe que el falta mucho por aprender: “No voy a tirar fantasía siempre, pero me gusta. El 15 es la Copa ACLAV y esperemos que le den vacaciones a los que vienen del Mundial así no juegan. Mejor sería que no vengan a tiempo porque juegan la final...”

El jugador de 1m85 es una de las figuras del Sub 21 celeste que pelea por mejorar su performance en la tira de inferiores de la Metropolitana: “Estamos con altibajos. Ganamos los partidos fáciles, jugamos más o menos el Abierto, pero está complicado ganar la tira”.

Por ahí anda Lioca, jugando a jugar como un profesional, pero hoy más que nunca jugado por jugar.