Sebastián Garrocq es una persona de pocas palabras. Directo. De respuestas cortas. Pero preciso en todo lo que dice. Es el líbero de UPCN Voley y está en lo mismo que sus compañeros: ganarle el próximo partido a Bolívar para que se extienda la serie final por el título de la Liga Argentina.
El objetivo no es fácil. Especialmente porque el jueves jugarán en Bolívar, donde el local es casi como invencible. En caso que gane el equipo sanjuanino, la serie (que está 3 a 1 en favor de los bonaerenses) volvería a trasladarse a San Juan, donde se jugaría el sexto partido. Pero si el ganador es Bolívar, el equipo de Tinelli volverá a consagrarse campeón.
"Hay que volver a traerlos acá -dijo Sebastián-, porque a ellos les molestó. No sé si fue la gente, el entorno o lo que fuese. Pero el técnico tuvo que hacer cambios seguido y no fueron tan invulnerables".
El líbero agregó:
"¿Si ya nos hemos recuperado anímicamente? Sí, porque en ésto no tenés tiempo de lamentos. A Bolívar se le puede ganar de nuevo. Acá y allá también. El secreto es no bajar nunca los brazos y estar bien concentrados para rendir al máximo".
Los dos partidos anteriores que se jugaron en Bolívar terminaron 3-0 para el local, pero esta es una situación distinta.
"Seguro que desde las tribunas nos meterán presión -agregó el jugador- pero nosotros tenemos un grupo con mucha experiencia. Hemos jugado en canchas peores y ganado aunque tuviésemos todo en contra. Y ellos también van a sentir la presión. Por ahí la ansiedad les juega en contra".
Garrocq (30 años), nacido en el Barrio de Argüello, en Córdoba, es un jugador funcional. Antes de jugar de líbero fue armador y también ocupó otros puestos en la cancha.
"Jugar de líbero es medio ingrato. Pero hay que bancarse todo. Acá en San Juan me siento muy cómodo, más porque conozco mucho a este cuerpo técnico".
En el final, el "jugador de camiseta distinta" no quiso arriesgar un resultado pero dijo: "Hay que tener la mente positiva. Ganamos y punto".