Es un chico que pasado mañana cumplirá apenas 19 años, pero piensa en grande. Iván Castellani, hijo del legendario Daniel, considerado uno de los mejores jugadores de voleibol de la Argentina y símbolo de la generación del 82, ya tiene peso propio.
No necesita de ningún apellido que lo ampare. En 2008 ganó el torneo Sudamericano con la selección de menores, derrotó en la final nada menos que a Brasil y el año pasado obtuvo la medalla de bronce en Mundial de Italia, en la misma categoría.
Su historia podría ser una más de esas donde el hijo hereda la profesión del padre, si no fuera porque hasta los 14 años nunca había jugado al voleibol. El deporte le quitó a su padre durante muchos años, y esa espina aún cala hondo en su alma: "Hice muchos deportes menos voleibol. Tenis, fútbol, natación, básquetbol, rugby. Hasta practiqué magia (se ríe)", confiesa en diálogo con LA NACION , este joven algo tímido y retraído.
¿Por qué te pasaba eso?
Era chico y mi viejo viajaba siempre y le habré tomado resentimiento. Pero después, cuando mi viejo agarró Bolívar me enganché con los entrenamientos y me empezó a gustar. Y hoy no me veo haciendo otra cosa que no sea jugar al voleibol.
¿Sobre qué hablás con él?
En casa me enseña cosas. De técnica, de situaciones de juego. Mucho de la cabeza, psicología. A veces, me voy un poco? Pero trata de no estar mucho detrás mío. Sólo me habla cuando se lo pido.
¿Cómo analizás tu presente?
Bien, tratando de aprender y ganarme un lugar en la cancha. Me falta aprender todo: saque, ataque, bloqueo, defensa. Todavía soy muy chico y hace poco que juego.
¿Hablás con los jugadores de tu equipo, te dan consejos?
Sí, Leo [Patti, ex jugador de la selección] me ayuda mucho, es como mi papá acá en San Juan, y con Joel, que es opuesto como yo y jugó en la selección de Brasil. Trata de enseñarme siempre.
¿Cuál es tu sueño?
Jugar en la Champions League y estar en la Selección mayor.
¿Quiénes son tus referentes?
Primero, mi viejo, supongo… (se ríe). Y después, Milkovich, [el búlgaro] Matey Kazinski, Giba. Este tiempo que él [Daniel Castellani] estuvo dirigiendo allá vi muchos partidos. Todos los jugadores son excelentes y trato de ver y aprender.
Ganar el Sudamericano en 2008 y la medalla de bronce en Italia debe haber sido inolvidable para vos.
Es un orgullo. Pero son a nivel juvenil. Los mundiales son más que nada para prepararnos para la mayor. Espero que estas competencias me sirvan para eso, porque si después me quedo en el camino, por más que haya sido un hecho histórico, no sirve.
No hay dudas. Iván Castellani jugará al voleibol hace tan sólo cinco años, pero su apuesta es de un jugador que camina hacia la adultez.
Por volear
