También las causas de la aparición de la tos son numerosas, las que siguen son las más comunes:

• Causas directas: éstas se producen cuando se verifica una anormalidad tanto en el tejido pulmonar y/o en los bronquios como en la laringe.

• Causas de vecindad: al producirse una enfermedad que provoque secreción nasal (sinusitis, adenoiditis infantil o alergias, por ejemplo), ésta puede generar una irritación de las vías aéreas inferiores (laringe, tráquea y bronquios) y/o superiores (nariz, senos paranasales y faringe) originando síntomas como tos y expectoraciones. Además, enfermedades como bronquitis, tuberculosis o neumonía pueden motivar irritaciones de las vías aéreas que desencadenen en una tos.

• Causas congénitas: existe la posibilidad de nacer con un trastorno que genere tos durante toda la vida. Por ejemplo una bronquiectasia (dilatación de los bronquios) produce una expectoración crónica de abundante mucosidad.

Al margen de las distintas causales, existe una clasificación de las toses, relacionada con el factor tiempo y, a su vez, con su importancia:

- aguda: cuando la tos dura hasta dos semanas aproximadamente.

- sub-aguda: cuando la tos llega hasta los dos meses.

- crónica: cuando el cuadro supera los dos meses.

También deben diferenciarse las toses según su tipo; no es lo mismo que sea irritativa seca, es decir, sin presentar expectoración; que sea una reacción de tos húmeda (técnicamente tusígena húmeda), que sí tiene secreción o flema. Finalmente, que se trate de una tos moderada o de una intensa. Por otro lado, es muy frecuente escuchar hablar de la tos nerviosa.

¿Existe realmente?… sí, la tos puede resultar un tic nervioso, eso significa que una persona puede toser no porque tenga una inflamación de las vías respiratorias, sino simplemente porque algo lo inquieta o perturba.