La NASA pretende «capturar» un cometa al vuelo
Por loinexplicable
  
Sábado, 17/12/2011
Desarrolla un arpón para recoger muestras de rocas espaciales sin que ninguna nave tenga que aterrizar sobre su superficie.
Tomar una muestra de un cometa que viaja como loco a través del Sistema solar interior a 150.000 millas por hora mientras lanza trozos de hielo, roca y polvo supone todo un reto.


Hasta ahora, solo la misión japonesa Hayabusa ha conseguido llegar a una roca espacial -el asteroide Itokawa-, aterrizar en su superficie, tomar muestras y regresar con ellas a nuestro planeta. Y es que el aterrizaje en algo tan pequeño que gira y se mueve a una velocidad endiablada supone un gran riesgo.


En su lugar, los investigadores de la NASA proponen enviar una nave espacial que se encuentre con un cometa, pero, en lugar de aterrizar sobre él, dispare un arpón que adquiera con rapidez las muestras de lugares específicos con una precisión quirúrgica. El uso de esta técnica permitiría recoger muestras incluso de áreas que son demasiado escarpadas y peligrosas para permitir el aterrizaje y facilitaría el funcionamiento seguro de la nave espacial.

Los científicos del Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland, se encuentran en las primeras etapas de la elaboración del diseño del arpón para cometas. En un laboratorio del tamaño de un armario grande se encuentra una ballesta metálica de casi 1,8 metros de altura, con un arco hecho con un par de muelles para camiones y una cuerda de acero con una cable de media pulgada de espesor. Por razones de seguridad, señala hacia el suelo, ya que podría lanzar el arpón a 1,6 km si se dirige hacia arriba. Un cabrestante eléctrico mecánico tira de la cuerda del arco posterior para disparar proyectiles a una velocidad de más de 30 km por segundo.

En el vídeo que acompaña estas líneas puede verse cómo Donald Wegel, ingeniero jefe del proyecto, coloca un arpón de prueba en el conjunto del cerrojo, sale del laboratorio y mueve una pesada puerta de seguridad sobre la entrada. Tras marcar en el nivel deseado de la fuerza, acciona un interruptor y, después de un retraso de pocos segundos, lanza un proyectil en un tambor de 220 kilos lleno de arena, sal y piedras que simula un cometa.

El origen de la vida
«No estamos seguros de lo que vamos a encontrar en el cometa». explica Wegel. La superficie puede ser suave y esponjosa, en su mayoría compuesta por polvo, o puede ser agua helada mezclada con guijarros, o incluso roca sólida. Es probable que haya áreas con diferentes composiciones, por lo que tenemos que diseñar un arpón que es capaz de penetrar en distintos materiales».
Los cometas son trozos congelados de hielo y polvo dejados por la formación de nuestro Sistema solar. Por lo tanto, los científicos quieren verlos de cerca para buscar pistas sobre el origen de los planetas y, en última instancia, sobre nuestro propio origen. «Una de las razones más inspiradores para pasar por la molestia y el coste de recoger una muestra de un cometa es echar un vistazo a la 'lodo primordial', biomoléculas en los cometas que podrían haber ayudado al origen de la vida», apunta Wegel.

Los científicos en el Centro Goddard de Astrobiología han encontrado aminoácidos en muestras del cometa Wild 2 y en varios meteoritos ricos en carbono. Los aminoácidos son los bloques constituyentes de las proteínas, las moléculas básicas para la vida, que se utilizan en todo, desde estructuras como el pelo a las enzimas, los catalizadores que aceleran o regulan las reacciones químicas. La investigación apoya la teoría de los impactos de meteoritos y cometas pudieron dar un impulso al origen de la vida en la Tierra.

Evitar el gran impacto
Por otro lado, existe otra razón de peso para intentar «robar» parte de la materia de un cometa. Aunque los antiguos impactos de cometas podrían haber ayudado a crear la vida, un golpetazo semejante en la actualidad cerca de una región poblada podría ser altamente destructivo, aún más que un conjunto de bombas nucleares.

Uno de los planes para desviar un cometa peligroso es una explosión nuclear, pero esto podría resultar un mala idea. Dependiendo de la composición del cometa, una explosión podría simplemente fragmentarlo en muchos pedazos más pequeños y la mayoría todavía se dirigirían hacia nosotros. Por eso, es importante saber cuál es la composición de los cometas, ya que ayudará a entender cuál puede ser la mejor manera de desviarlo.

Además, «traer de vuelta la muestra de un cometa también nos permitirá analizarla con instrumentos avanzados que no caben en una nave espacial o que no han sido inventados aún», agrega Joseph Nuth, un experto en cometas en el centro Goddard y el científico principal del proyecto .
La nave espacial que realice esta misión probablemente tendrá varios arpones para recoger muestras con una variedad de cargas de pólvora según las diferentes composiciones del cometa. En la actualidad, la Agencia Espacial Europea (ESA) ya ha enviado una misión llamada Rosetta que va a utilizar un arpón para tomar una muestra en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, al que llegará en el año 2014. «El arpón de Rosetta es un diseño ingenioso, pero no recoge una muestra. Vamos a aprovecharnos de su trabajo y dar un paso más allá para incluir un cartucho de muestra de recolección», dice Wegel.


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