Estos minerales refuerzan la idea de que el Planeta rojo estuvo atravesado por ríos en el pasado.
La idea de que Marte tuvo un pasado húmedo, un tiempo en el que había ríos que cruzaban su superficie, se refuerza con cada nuevo descubrimiento de los artefactos de la NASA desplegados en el Planeta rojo. El robot explorador Opportunity ha encontrado una veta de sedimentos minerales, que podrían ser de yeso, depositados en su día por el agua.
«Esto nos asegura que el agua fluyó a través fracturas subterráneas en la roca», ha señalado Steve Squyres, profesor de la Universidad de Cornell en Ithaca (Nueva York) y principal investigador de la misión Opportunity.
Según Squyres, este material procede de un depósito de productos químicos «muy puros» que se formó cerca del lugar en el que ha sido detectado, un lugar al que han denominado «Homestake», algo que no se puede confirmar con otros minerales detectados con anterioridad.
La veta mineral tiene entre 1 ó 2 centímetros de ancho y entre 40 ó 50 centímetros de largo. Sobresale ligeramente sobre el lecho de roca en el que ha sido encontrado por Opportunity. Según los expertos, el análisis de esta veta podría ayudar a entender mejor la historia de los entornos húmedos de Marte y saber si hay otros depósitos similares en otras regiones del planeta. El hallazgo fue presentado en la conferencia de la Unión Estadounidense de Geofísica que se celebra esta semana en San Francisco (EEUU).
«No es raro en la Tierra, pero en Marte es el tipo de cosas que hace que los geólogos nos levantemos de la silla», afirma Squyres.
Quinto invierno marciano
El robot explorador Opportunity y su hermano gemelo Spirit, llegaron en enero de 2004 al Planeta rojo para cumplir una misión de tres meses, pero la NASA decidió extenderla por su gran éxito. Su descubrimiento más importante se produjo en marzo de 2004 cuando constataron que en un pasado remoto el planeta había albergado agua.
Spirit dejó de comunicarse con la Tierra en 2010, mientras Opportunity continúa explorando el planeta. Actualmente se encuentra en el extremo norte del cráter conocido como Cabo de York orientado hacia el Sol para mantener sus paneles solares en un ángulo favorable durante el quinto invierno de su misión marciana. En agosto de 2012, otro rover, el Curiosity, aterrizará en Marte con la esperanza de encontrar señales de vida pasada o actual en un cráter llamado Gale.