Creada con bacterias, podría ser utilizada como luz ambiental, y en sistemas de señalización y salidas de emergencia.
Imagen: El líquido de aspecto lechoso en las «células» se convierte en fuente de luz.
Generar luz sin consumir energía eléctrica puede parecer una utopía, pero la biología tiene una respuesta a ese desafío a través de la bioluminiscencia. El truco está en aprovecharla de forma tal que se convierta en una alternativa viable y amigable con el medioambiente. Philips ha comenzado a explorar un concepto de bioluz basado en bacterias alimentadas con metano.
Sus aplicaciones podrían alcanzar a muchos entornos de baja luz, desde cines y discotecas hasta sistemas de señalización y salidas de emergencia.
Se dice que lo esencial es invisible a los ojos, y esto es particularmente cierto a la hora de consumir energía. Encender una luz puede ser lo más natural del mundo para nosotros,
¿pero cuánta energía estamos desperdiciando que no vemos? Desde los cargadores de los móviles hasta aquellos equipos de audio que reportan la hora incluso estando
apagados, el desperdicio de energía puede ser muy importante, aunque ya se han activado diferentes regulaciones que buscan reducir esta pérdida. Una simple señal que ilumina la palabra
salida o las flechas indicatorias de las salas de cine necesitan de energía eléctrica a pesar de emitir una luz muy baja, por lo tanto, si los resultados son tan humildes, y el consumo está allí de todas formas,
¿no se podría hacer algo al respecto?
De acuerdo con la gente de Philips, sería posible implementar un sistema de bioluz, basándose en la bioluminiscencia de algunas bacterias. Su concepto tiene la apariencia de células montadas en la pared utilizando un marco de acero, interconectadas entre sí por tubos de silicio que alimentan a las bacterias con metano.
El resultado es la emisión de una luz verde, pero puede ser alterado con la introducción de proteínas fluorescentes. El metano es obtenido del digestor instalado como parte del concepto
Microbial Home de Philips, un hogar en el cual lo que normalmente es considerado como desperdicio puede ser reutilizado para el funcionamiento de otros dispositivos.
Señalizaciones
Señalización en caminos, luces de emergencia, salidas para cines, luz ambiental y hasta indicadores para sistemas de diagnóstico (como monitores de diabetes) serían algunas de las aplicaciones teóricas para este tipo de iluminación. Una bioluz no sería adecuada para iluminar un hogar entero, pero también contribuye a que la
iluminación estética pueda volverse mucho más verde y eficiente de lo que es ahora. Apenas se trata de un concepto, y sería algo apresurado hablar de una aplicación comercial, sin mencionar el hecho de que estas luces necesitan metano para
trabajar.
Sin embargo, si la generación de metano a partir de material de desperdicio se convierte en una opción para los hogares del futuro, ¿entonces por qué no?
Philips da paso a la era biológica con el hogar sostenible
La innovación es la clave para que sigamos evolucionando a nivel tecnológico, y eso se lo aplican muchas empresas. Pero a veces la innovación no comporta un beneficio para algo tan delicado como es nuestro entorno. Curiosamente muchas de los aparatos y creaciones que surgen de la investigación y desarrollo, si bien nos facilitan la vida, también nos perjudican en cierta manera.
Philips es una compañía ya veterana en estas lides de la tecnología y en su departamento de investigación están llevando a cabo nuevos descubrimientos y conceptos que van más allá en el camino de un hogar más sostenible. Porque lo moderno y lo último no está reñido con la sostenibilidad. Es así como Philips investiga el hogar microbiano.
Como ellos mismos dicen, nuestro mundo está enviando señales de que estamos continuamente trastocando su equilibrio. Y hasta tal punto que éste ya peligra. Y estamos llamados a recortar cuanto podamos el impacto que generamos en el. Así es como Philips plantea un hogar microbiano, un ecosistema cíclico donde cada
output o salida es una entrada o
input de otra función. En este proyecto el hogar es visto como una máquina biológica para filtrar y reciclar todo aquello que nosotros consideramos desecho.
Y de esta manera funciona una casa microbiana:
Cocina Biodigester
Una cocina que dispone de una mesa para cortar verduras, un triturador para los restos vegetales, cocina de gas, un tanque de cristal que muestra las reservas de energía, y otros tantos que dan información de la presión, volumen y disposición del compost que alimenta la cocina. Porque mediante los restos tanto vegetales como los restos sólidos del lavabo, genera metano para la combustión de la cocina de gas.
Despensa
Conservar los alimentos es importante, y mediante esta despensa se hará aprovechando procesos naturales para la preservación de los mismos. La superficie exterior de esta particular
nevera se calienta mediante las tuberías de agua caliente, pre-calentadas por la cocina previamente (con el metano). La superficie interior de la mesa es un
jardín de cerámica donde se cultivan y almacenan vegetales. La mesa está hecha de madera reciclada, y su estructura es de hierro fundido que se compone de tuberías de agua y gas.
Boticario
Bajo este curioso nombre se encuentra otro elemento de esta casa
microbiana. Cada vez más somos más conscientes y nos preocupamos más de nuestra salud. La intención no es que dejemos de visitar al médico, si no de poder ayudar al diagnostico, tratamiento y prevención. Mediante la microflora, que reconoce de forma única como una
firma, el boticario elabora una base de datos y monitoriza en busca de cambios. Mediante sensores tras el espejo del baño que analizan en busca de cambios en nuestra piel, ojos o retina, analiza orina y heces del baño, observa el cepillado de dientes, analiza saliva y otra serie de elementos en busca de cambios.
Bioluz
La Bioluz utiliza diferentes tipos de tecnologías biológicas para crear efectos de luz ambiental. Mediante el uso de bacterias bioluminiscentes, que son alimentadas con el metano generado por la materia compostada de la cocina. También se puede rellenar de proteinas fluorescentes con las que puede emitir luz en diferentes frecuencias.
La luminiscencia es el fenomeno que produce luz a temperaturas bajas, al contrario que la luz incandescente que es por alta temperatura. Los organismos bioluminiscentes producen una enzima llamada luciferasa, que interactua con una molecula llamada luciferin, que es capaz de emitir luz.
Lavabo filtrador
Como dijimos al principio, lo que se busca es que el hogar sea filtro de todo lo que se considera desecho. Y aquí, en el baño, es donde se centra parte importante de este filtrado del cual dependerá en gran parte el resto de elementos, ya que aquí se genera el material del cual luego conseguiremos el metano.
Mediante una agarradera que facilita la postura en cuclillas, podremos hacer uso del inodoro. En medio se encuentra la matriz del filtro, compuesto de carbón, arena y filtros de cerámica, compatible con una amplia gama de plantas para limpiar las deposiciones. Ahorra agua gracias a un mecanismo especial de cisterna, y aseguran es ergonómico, ya que la postura de cuclillas es la natural y favorece el movimiento intestinal.
Está claro que Philips aboga por un concepto radicalmente diferente hasta lo que ahora entendíamos por electrodomésticos. Un concepto que ellos mismos han bautizado como la era Biológica. Una era donde los materiales pueden arreglarse por sí mismos, donde los residuos de uno pueden ser lo que alimente a otro aparato. Un concepto sin duda innovador e interesante.
¿Estarán dispuestos los diseñadores y fabricantes a seguir la nueva corriente de Philips?