Las nuevas tecnologías sirven para algo más que para facilitarnos la vida, pasar el rato o divertirnos. Algunos videojuegos sirven para probar a futuros dueños de perros, para enseñar a los niños a entender ciertos conceptos abstractos y hasta ayudarles a tener comportamientos más humanos.
Es el caso del videojuego Nintendogs+cats. El título de Nintendo para la videoconsola portátil Nintendo 3DS permite simular de manera realista ya no solo las formas de los perros y los gatos que aparecen, sino también sus hábitos, sus rutinas y sus comportamientos. Este realismo permite que instituciones como el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid lo esté usando como herramienta para evaluar a los aspirantes a adoptar un animal.
Pero eso no es todo. Además, el videojuego, al recrear comportamientos y necesidades prácticamente reales, permite que los niños interactúen con sus mascotas aprendiendo de manera práctica cómo tratarlas.
Como explica la psicóloga infantil Rocío Ramos-Paul, "Si un niño se olvidara de dar de comer a su perrito, el padre se encargaría. El animal nunca pasaría hambre, y el menor no comprobaría por sí mismo las consecuencias de su descuido. Sin embargo, con un cachorro virtual el niño podrá observar qué ocurre si no le da de comer o no le cuida adecuadamente". Y todo ello sin el riesgo de que los animales sufran posibles descuidos.
Los videojuegos han pasado de ser demonizados por algunos investigadores hace unos años a ser una auténtico instrumento de educación y civismo tanto para los niños como los adultos.