Detectan leishmaniasis que avanzó desde Paraguay
Es la leishmaniasis visceral. La transmite un mosquito. Y ya murió una beba.
HABRIAN INGRESADO A MISIONES PERROS INFECTADOS DESDE EL PARAGUAY
Consideraciones sobre leishmaniasis
En el marco del avance de la enfermedad desde países limítrofes hacia el norte Argentino, presentamos una breve actualización sobre el tema.
Nombres alternativos: Kala-azar
Definición:
Es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura del jején o flebótomo.
Causas, incidencia y factores de riesgo
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de una mosca del tipo Lutzomia (mosca de arena o sandfly, en inglés) y puede causar enfermedad de la piel y enfermedad sistémica.
La Leishmania es un género de protozoarios (organismos vivientes simples) diminutos, cuyo ciclo de vida parasitaria incluye al jején o flebótomo y a un huésped apropiado como el hombre, entre otros.
La infección por Leishmania puede ocasionar una enfermedad en la piel llamada leishmaniosis cutánea que también puede afectar las membranas mucosas. La infección también puede causar enfermedad sistémica (en todo el cuerpo).
Las membranas mucosas afectadas pueden tener un rango amplio de apariencias, con más frecuencia, en forma de úlceras. La leishmaniosis puede ocasionar lesiones cutáneas similares a las producidas por otras enfermedades como la tuberculosis cutánea, la sífilis, la lepra, el cáncer de piel e infecciones micóticas.
La enfermedad sistémica por Leishmania, llamada leishmaniosis visceral, puede ocasionar complicaciones mortales. Cuando el jején pica, este parásito entra en el cuerpo y migra a la médula ósea, al bazo y a los ganglios linfáticos. Estos parásitos dañan al sistema inmune disminuyendo el número de células que combaten la enfermedad.
En los niños, la infección sistémica empieza regularmente de una manera súbita con vómitos, diarrea, fiebre y tos. En los adultos, se presenta una fiebre que dura de 2 semanas a 2 meses acompañada de síntomas inespecíficos como fatiga, debilidad y pérdida del apetito. La debilidad aumenta con la progresión de la enfermedad.
La piel puede tornarse grisácea, oscura, reseca y escamosa. La muerte generalmente se presenta en un período de dos años como resultado de complicaciones (como otras infecciones) más que de la enfermedad misma.
Excepto en Australia, se ha informado de casos de infección por Leishmania en casi todos los continentes. En los países de América, esta infección puede encontrarse desde el sur de México hasta el continente Suramericano. Se han reportado brotes de leishmaniosis entre el personal militar que regresó del Golfo Pérsico.
Síntomas
Antecedentes de exposición a la picadura del jején
Antecedentes de haber estado en áreas conocidas por la presencia de leishmaniosis
Enfermedad sistémica (leishmaniosis visceral):
Fiebre persistente y de larga duración (semanas) con ciclos irregulares
Sudores nocturnos
Fatiga
Debilidad
Pérdida de apetito
Pérdida de apetito
Pérdida de peso
Malestar abdominal vago
Vómitos (en los niños)
Diarrea (en los niños)
Tos (en los niños)
Piel escamosa
Piel grisácea, oscura, pálida
Adelgazamiento del cabello
Enfermedad de la piel (leishmaniosis cutánea), cuyos síntomas son entre otros:
Mácula o pápula eritematosa
Úlcera cutánea que se forma en el área de la lesión original
Úlcera que sana muy lentamente en cuestión de
meses
Pueden formarse lesiones más pequeñas alrededor de la úlcera (lesiones satélites)
Los síntomas en las membranas mucosas pueden ser:
Obstrucción nasal
Rinorrea
Hemorragia nasal
Úlceras y erosión tisular (boca, lengua, encías, labios, nariz, y tabique nasal)
Dificultad para deglutir (disfagia) con compromiso esofágico
Dificultad para respirar con compromiso traqueal
Signos:
Agrandamiento del bazo
Agrandamiento del hígado (menos común que el agrandamiento del bazo)
Agrandamiento de los ganglios linfáticos (menos común que el agrandamiento del bazo)
Exámenes:
Enfermedad sistémica:
Prueba cutánea, llamada prueba cutánea de Montenegro
Biopsia de piel
Biopsia del bazo
Biopsia de la médula ósea
Biopsia de ganglios linfáticos
Cultivo (pruebas para observar si el microorganismo se multiplica o prolifera) del material de biopsia
Prueba de anticuerpos inmunofluorescentes indirectos
Ensayo de aglutinación directa
Otros exámenes complementarios para el diagnóstico son:
CSC que muestra disminución del material celular en la sangre
Hemoglobina que muestra signos de anemia
Disminución de la proteína sérica
Disminución de la albúmina sérica
Aumento de las inmunoglobulinas (anticuerpos)
Los principales medicamentos para tratar la leishmaniosis son los compuestos que contienen antimonio y abarcan:
Antimoniato de meglumina
Estibogluconato de sodio
Otros de los medicamentos que se pueden utilizar son:
Pentamidina
Amfotericina B
Puede necesitarse una cirugía plástica para corregir la desfiguración por las lesiones faciales destructivas (leishmaniosis mucocutánea) y la extirpación del bazo (esplenectomía) en casos resistentes a los medicamentos (leishmaniosis visceral).
Expectativas (pronóstico)
La tasa de curación con los compuestos de antimonio es alta y el tratamiento debe realizarse antes de que se comprometa el sistema inmune. La leishmaniosis mucocutánea puede ocasionar una desfiguración apreciable.
Complicaciones
Desfiguración facial
Infecciones mortales ocasionadas por el daño del sistema inmunitario
Hemorragia
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas que sugieren la presencia de leishmaniosis después de haber estado en áreas endémicas de Leishmania.
Prevención
La forma más inmediata de prevención es protegerse de las picaduras del jején o flebótomo por medio del uso de repelentes insecticidas, utilizando ropa adecuada y colocando mallas en las ventanas y toldillos alrededor de las camas (en áreas endémicas) para reducir el riesgo de exposición.
Son igualmente importantes las medidas de salud pública para reducir las poblaciones del jején y los estanques de animales. No existen vacunas ni medicamentos preventivos para la leishmaniasis.
Fuente:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus
Desde la provincia de Misiones, una nueva enfermedad parasitaria está avanzando en la Argentina. Es la leishmaniasis visceral, que se transmite a través de mosquitos y que produjo la muerte de una beba de 5 meses, en el Hospital Garrahan, en Capital, adonde había sido derivada desde Misiones.
El avance de este mal emergente preocupa a los especialistas: fue aumentando en su dispersión desde Brasil al Paraguay y ahora ya está en el noreste argentino, según dijo a Clarín Tomás Orduna, del Centro Municipal de Patología Regional y Medicina Tropical del Hospital Muñiz.
Los síntomas de la leishmaniasis visceral son fiebre, aumento del tamaño del bazo y del hígado y caída de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. La causa el parásito conocido como Leishmania chagasi, que se transmite a través de las picaduras de un mosquito muy pequeño -el flebótomo llamado Lutzomyia longipalpis- que pica al atardecer o a la noche.
El mosquito fue detectado en Corpus, Misiones, en 2000, y en Clorinda, Formosa, en 2004, según contó a Clarín Daniel Salomón, que participó en la identificación y forma parte del Programa Nacional de Leishmaniasis, del Ministerio de Salud.
A partir de esos hallazgos en el terreno, se alertó a las autoridades sanitarias provinciales sobre la posibilidad de que la infección avanzara en humanos y se dio entrenamiento a médicos y veterinarios en Misiones y Formosa.
La advertencia lamentablemente se cumplió: en mayo de 2006, se diagnosticó el primer caso de leishmaniasis visceral en un niño de Posadas, Misiones. "Habría habido un ingreso de perros infectados con los parásitos de leishmaniasis desde Paraguay. Los flebótomos que estaban en Misiones habrían picado a esos perros ya infectados. Más mosquitos infectados habrían producido la transmisión a humanos", detalló Orduna.
En Asunción del Paraguay, uno de cada dos perros está infectado con el parásito. En ese país ya murieron 12 niños por leishmaniasis visceral. Y el mal avanza en la Argentina.
"La deforestación, la urbanización desorganizada, las migraciones y el cambio de temperatura habrían favorecido la emergencia de este tipo de leishmaniasis en nuestro país", según Salomón. Ya hubo 11 casos de leishmaniasis visceral notificados oficialmente en Posadas (Misiones) y en La Banda (Santiago del Estero). Uno de ellos era la beba que murió en el Garrahan el 23 de agosto. Y ayer se sospechaba que otras cuatro personas de Misiones se habrían infectado.
Los parásitos se diseminan en distintos órganos. Causan pérdida de apetito y desnutrición, un cuadro que puede llevar a la muerte si no reciben tratamiento. "Lo que preocupa es la proyección de la enfermedad", recalcó Salomón. Por ejemplo, en la localidad de Campo Grande en Mato Grosso do Sul (Brasil), con 734.000 habitantes (el doble de la población de Posadas), tuvo el primer caso de leishmaniasis en perros en 2000. El primer caso humano ocurrió en 2002. En 2004, ya había 126 infectados. "Es una infección potencialmente epidémica", señaló.
"Se deben fumigar sólo los espacios donde se detectan los casos humanos -opinó Orduna-, no tener gallineros cerca de las viviendas y alejar a los perros para evitar picaduras".
Los perros y el contagio
En todo el mundo se producen 500.000 casos de leishmaniasis visceral por año y 57.000 muertes.
Ante la emergencia de la enfermedad en la Argentina, el programa nacional dependiente del Ministerio de Salud dedicado a la enfermedad recomienda que toda persona que proviene de la región del Noreste argentino y que presenta fiebre de más de dos semanas de evolución debe consultar al médico.
En la Argentina, los perros son el principal reservorio de los parásitos de la leishmaniasis. Los perros positivos deberían ser erradicados, según la OMS. "Si el dueño se opone -señaló Daniel Salomón-, lo recomendable es evitar que el perro sea picado por mosquitos, para impedir la cadena de transmisión. Tratar perros es desaconsejado, porque el animal sigue siendo fuente de infección para los mosquitos".
f.Valeria Román
Salta: una enfermedad parasitaria llega a centros urbanos
Avanza por efecto de los desmontes.
El director del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), subsede Orán, doctor Néstor Taranto, advirtió en una entrevista con Clarín, que "la leishmaniasis avanza cada vez más hacia los centros urbanos en el norte salteño porque el mosquito lutzomyia longipalpis, llamado también 'torito', está perdiendo su hábitat natural por los desmontes en la región". Además, aseguró que "no hay que bajar la guardia, porque en Paraguay ya se detectaron perros infectados con leishmaniasis visceral, que es altamente mortal en humanos".
El investigador, cuyos estudios científicos forman parte de la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos, y del Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (también de EE.UU.), enfatizó que "el aumento de casos de leishmaniasis en la periferia de las principales ciudades, poblados y comunidades aborígenes del norte, tiene que ver con el masivo desmonte en los últimos veinte años".
Taranto, de 69 años, se jubiló hace cuatro y desde entonces está al frente del Instituto como director ad honorem, y es profesor consulto de la UNSa. "En la Argentina dice ningún científico quiere venir a Orán (una zona endémica como Paraguay, Brasil y Bolivia), para seguir estudiando esta enfermedad.
Me preocupa esto porque en Paraguay se descubrió la leishmaniasis visceral en perros. Con este antecedente, corremos el riesgo de que este tipo de leishmania entre con rapidez al norte argentino".
El instituto que dirige Taranto realizó una investigación con 4.600 personas de todas las edades, donde el 50% resultó positivo de leishmaniasis. "Desde hace un tiempo trabajamos en escuelas y con familias de la periferia de Orán, Embarcación, Tartagal, Salvador Mazza y Aguaray, con muestras de materia fecal de niños y adultos. Sobre 1.429 enfermos de leishmaniasis, el 23,2 % corresponde a niños de 0 a 15 años.
Todos reaccionaron bien al tratamiento con Glucantime (sales de antimonio), que es muy costoso, pero la Argentina es el único país donde el Estado lo suministra gratuitamente", enfatizó Taranto.
¿Por qué en escuelas y en la periferia se toman las muestras?
La leishmaniasis tiene mucho que ver con la gente pobre, porque es ahí donde el mosquito vector encuentra las condiciones para reproducirse en las zonas periurbanas, al haber perdido su hábitat natural por los desmontes. No soy ecólogo ni ambientalista. Pero al romperse el ecosistema, es en el desmonte donde se acaba la leishmaniasis porque ya no hay humedad donde pueda reproducirse el 'torito'.
Entonces el mosquito busca la humedad en las cortinas forestales, donde los peones levantan sus ranchos. Esta gente viene con perros y el animal se convierte en el reservorio de la leishmaniasis porque el 'torito' vive de su sangre caliente.
¿Hay antecedentes de peones enfermos después de un desmonte?
En la década del '90, unas 600 personas se enferman en Naranjitos, en Bermejo, Bolivia. Fuimos varios profesionales de Orán, porque los médicos bolivianos no sabían de qué se trataba y descubrimos que estábamos ante un brote de leishmaniasis. Luego nos enteramos que esta gente había trabajado en el desmonte de 12.000 hectáreas en Salta, en la zona conocida como La Porcelana (al norte de Orán). Estas tierras les pertenecían a unos empresarios españoles, cuyo catastro figuraba en Tarija, Bolivia. De esta situación nunca se pudo saber nada más.
F(Clarín) Jesús Rodríguez