Hay argumentos a favor de ambos. El detergente en el gel de ducha es un producto petroquímico, así que usa reservas de combustible fósil y no se biodegrada bien.

También tiende a estar empacado en recipientes plásticos que tampoco se biodegradan.

El jabón se logra mediante la reacción de aceite animal o vegetal con hidróxido de sodio. Se trata de un proceso eficiente que requiere muy poca energía y su único subproducto es la glicerina, que también es útil, de modo que no hay montones de químicos vertidos en desagües o relleno sanitario.

De otro lado, la mayoría de los jabones se hacen con aceite de palma, casi todo cosechado de manera insostenible, que contribuye a la deforestación de las selvas en Indonesia y Malasia.

Asimismo, el jabón suele contener algo de detergente. Probablemente la opción más verde sea usar jabón natural que no esté hecho con aceite de palma.