El peligro de una nueva epidemia/ La fiebre amarilla
Por secretosaldesnudo
  
Martes, 08/11/2011

La fiebre amarilla es una de las enfermedades “olvidadas" que vuelven de la mano de la pobreza y el cambio climático, entre otros factores

Dengue, cólera, leptospirosis, hantavirus, fiebre amarilla eran enfermedades de las que ya habíamos dejado de escuchar hace muchos años. Sin embargo, en los últimos años vemos con mayor frecuencia que comienzan a aparecer casos, motivo por el cual las autoridades sanitarias advierten a la población sobre sus características y formas de prevención.

Hoy, concretamente, existe la posibilidad de que se desencadene una nueva epidemia de fiebre amarilla, advierten especialistas en infectología que disertarán este miércoles en el tercer congreso de enfermedades endemoepidémicas, organizado por el hospital Muñiz en Buenos Aires.

El foco de la epidemia de fiebre amarilla se desató en diciembre de 1870 en Paraguay. Los primeros casos en Argentina se detectaron en Corrientes.

“Los soldados que regresaban de la guerra del Paraguay fueron los probables introductores del virus”, indicó el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, Tomás Orduna. Con el tiempo llegó la vacunación.

Entre 1966 y 2008 no hubo casos humanos de fiebre amarilla autóctona en la Argentina. Pero en 2008, reemergió con 10 casos en Misiones, de los cuales murieron tres. Durante 2011, no se notificaron casos humanos, pero los infectólogos consideran que la fiebre amarilla no debe percibirse como “una enfermedad exótica”.

“Hoy la fiebre amarilla sigue siendo una amenaza en Argentina. Con un sólo caso que se pueda desencadenar en una ciudad, existe una epidemia explosiva”, dice Orduna.

“No es para alarmarse, pero las condiciones para la fiebre amarilla están. Existe circulación del virus en monos y también tenemos al vector (el mosquito). Además, no toda la población está vacunada”, agregó Seijo. Aún no hay un tratamiento para la enfermedad, pero mucho se puede hacer para una mejor prevención. “Todos los que viajen a Misiones deben vacunarse”, recomienda Orduna. Cada 10 años se renueva la dosis.

Para Seijo, es importante que las ciudades y sus habitantes bajen los índices de mosquitos (son las mismas medidas que se aconsejan contra el dengue), y “habría que plantearse si la Argentina puede producir la vacuna”. Actualmente se importa, y las cantidades son limitadas.

Los expertos aseguran que el cambio climático que se viene produciendo en las últimas décadas -fenómeno caracterizado por las modificaciones en el clima como consecuencia de la influencia de la actividad humana- determina la aparición y/o el resurgimiento de algunas enfermedades que ya parecían olvidadas en el tiempo.

El 20 por ciento de la población de América Latina, es decir, unas 127 millones de personas, están en riesgo de contraer enfermedades consideradas olvidadas, como el chagas, la malaria o la leishmaniosis, según dio a conocer en octubre la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el marco de un Simposio Internacional organizado en Buenos Aires.

Son trastornos que afectan a los sectores más pobres de la región y, por lo tanto, no despiertan un interés prioritario del sector farmacéutico privado y, en muchos casos, tampoco de los Estados.


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