Cambios de hábitos en la adolescencia previenen la osteoporosis
Por tk
  
Sábado, 15/10/2011
Muchas mujeres creen que sólo deben preocuparse por esta enfermedad al llegar a la menopausia, y no adoptan ninguna medida de prevención antes, sin saber, por ejemplo, la descalcificación que supone el embarazo y la lactancia no suplementados adecuadamente. Cómo cuidar la salud de los huesos

La mayoría de las mujeres identifica osteoporosis (y fracturas) con menopausia, dado que la enfermedad suele manifestarse después de los 50 años. Sin embargo, con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, especialistas de la International Osteoporosis Foundation (IOF) afirmaron que también las mujeres jóvenes pueden sufrir fracturas por descalcificación, en particular cuando están embarazadas o amamantando y no se alimentan adecuadamente.

Es por eso que aconsejan cuidar la salud de los huesos cada día, durante todas las etapas de la vida, ya que con pequeños cambios de hábitos se puede reducir el riesgo de sufrir osteoporosis.

Esta enfermedad se caracteriza por una disminución en la densidad y calidad de los huesos, que conlleva un aumento del riesgo de fractura. Se calcula que causa una fractura cada tres segundos, incluyendo tres de vértebra por minuto en todo el mundo.

El profesor doctor José Zanchetta, director científico de la IOF para América Latina, reveló que “hay personas a las que una fractura las fractura, les cambia la vida para siempre, y les ocasiona un daño irreparable. El principal riesgo es tener un antecedente familiar de fractura (abuela, madre u otro familiar cercano), aunque muchas veces no se lo relaciona con esta enfermedad”.

La buena noticia es que “para no repetir la historia”, el especialista aseguró que “lo mejor que se puede hacer para prevenirla es incorporar la cantidad suficiente de calcio y vitamina D, a toda edad, haya o no haya otros factores de riesgo presentes”. Asimismo, debe integrarse la actividad física a la vida cotidiana, formando hábitos saludables que protegen contra ésta y otras afecciones.

“En la mujer que ya presenta una descalcificación ósea, a todo tratamiento o medida que se tome, desde actividad física hasta terapias farmacológicas, se le debe sumar calcio y vitamina D”, destacó Zanchetta, agregando que “en la niña, la adolescente y la mujer joven, la ingesta adecuada de estos elementos favorece la formación de huesos fuertes, que resistirán mejor durante el período natural de pérdida ósea”.

El calcio se encuentra principalmente en los lácteos (leche, queso, yogures enriquecidos con calcio y otros), mientras que la forma más sencilla de obtener vitamina D es mediante una leve exposición al sol (cara, brazos y piernas) dos o tres veces por semana. Por eso, “para una vida saludable, hay que enseñarles a los chicos a comer incorporando los lácteos, haciendo actividad física y exponiéndolos un rato al sol”, sintetizó.

No obstante, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS) de 2007 mostró que el 94,3% de las mujeres argentinas de 10 a 49 años de edad tienen una ingesta inadecuada de calcio.La mediana de ingesta de calcio en la muestra nacional fue 367 mg, en lugar de los 1000 mg recomendados.
En embarazadas, el consumo promedio de calcio fue de 446 mg diarios, con un déficit en el 88,5% de los casos.

La licenciada Silvia Seccia, nutricionista del Instituto de Investigaciones Metabólicas (IDIM), comentó que “por lo general, el 60 al 70% del aporte diario de calcio se cubre con lácteos, que son los que poseen mayor cantidad y biodisponibilidad de calcio, y el resto con otros alimentos. Otra opción, para intolerantes a la lactosa, es el sésamo pulido y molido, mientras que los frutos secos o los vegetales, si bien poseen calcio, no ofrecen una buena biodisponibilidad, porque la fibra que poseen interfiere en la absorción de este nutriente a nivel intestinal“.

El requerimiento diario promedio es de 1000 mg de calcio (variando en función de cada etapa biológica). A modo de ejemplo, podría cubrirse con:
* 2 vasos de leche más 1 yogur enriquecido con calcio
* 2 yogures enriquecidos con calcio
* 200 g de mozzarella
* 1 yogur más 1 una porción de 40 gramos de queso cheddar y 1 vaso de leche

Infancia, adolescencia y juventud
Desde el nacimiento, los huesos crecen en forma constante hasta alcanzar su tamaño y densidad máxima (pico de masa ósea), lo que ocurre alrededor de los 25 años de edad. Luego comienza el período de mantenimiento del esqueleto, decrece la densidad de los huesos y al llegar a la menopausia las mujeres comienzan a perder más tejido óseo: es entonces cuando aumenta la prevalencia de osteoporosis.

El calcio cumple un rol destacado, tanto durante el período de crecimiento como durante la etapa de mantenimiento, y sus requerimientos van variando según la etapa biológica que se esté atravesando, aunque siempre debe estar presente para que los huesos estén fuertes.

A mayor masa ósea máxima, menor es el riesgo fractura por osteoporosis.

Es por eso que Seccia declaró: “la osteoporosis se previene en el consultorio de pediatría. La leche, el yogur o la chocolatada deberían formar parte de cada desayuno y merienda, en casa, en las escuelas. Si uno puede tener buenos hábitos alimenticios desde la infancia, es más probable que perduren”.

Las adolescentes no suelen cuidar sus huesos, ya que “con esa tendencia propia de la edad a sentirse invencibles, muchas veces creen que no les va a pasar nada, y no consideran prioritaria una alimentación equilibrada. Toman gran cantidad de alcohol, que es lo más nocivo para el hueso, porque lo afecta directamente, y no sólo los fines de semana. Si sumamos los desórdenes alimenticios como anorexia o bulimia, encontraremos a muchas posibles jóvenes madres con una deficiencia de calcio que las deja en situación de desventaja para el futuro“, repuso la nutricionista.

El embarazo y la lactancia son etapas de fuerte demanda de calcio, ya que para cubrir la demanda del bebé, el organismo utiliza el calcio acumulado en los huesos. No obstante, muchas futuras mamás ignoran que deben aumentar su consumo de lácteos en esta etapa.

Los números de la osteoporosis en el mundo
* En 2000, se produjeron globalmente unos 9 millones de nuevas fracturas por osteoporosis, de las cuales 1,6 millones fueron fractura de cadera; 1,7 millones, de antebrazo, y 1,4 millones, de vértebra.
* Se estima que, en el mundo, tendrá 1 fractura por osteoporosis 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años, y 1 de cada 5 hombres.
* En América Latina, diferentes estudios muestran que, a semejanza del resto del mundo, una de cada tres mujeres mayores de 50 años padece osteoporosis. En el hombre, la pérdida ósea es mucho más lenta.

Enfermedad silenciosa
* No suele haber síntomas hasta que se produce la primera fractura, que en ocasiones puede ser de gravedad.
* Los sitios más comúnmente afectados son cadera, columna y muñeca.
* Las fracturas de vértebra pueden causar pérdida de altura, fuerte dolor de espalda y deformidad, mientras que las de cadera suelen requerir cirugía y hasta ocasionar pérdida de autonomía.


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