Tras grandes éxitos en tres dimensiones como el filme 'Avatar' de James Cameron, ya casi nadie duda de que esta tecnología acabará entrando pronto en la mayoría de los hogares de los países desarrollados. Pero siempre salta la gran pega de las malditas gafas de colores necesarias para visualizar la película correctamente.
Por ese motivo, algunas marcas comerciales ya han diseñado prototipos de dispositivos 3D para los que no es preciso utilizar gafas especiales. Son las llamadas pantallas autoestereoscópicas. Pero su gran problema, como ocurre con la mayoría de las tecnologías de vanguardia, es su precio.
Ahora, un grupo de investigadores de Corea del Sur ha desarrollado una nueva técnica de visualización de imágenes en tres dimensiones que no precisa de las molestas gafas y que permite abaratar el precio de los dispositivos de manera sensible.
La técnica consiste en el uso de una estructura ópticamente asimétrica, llamada prisma Lucius por los autores de la investigación recién publicada en la revista 'Nature Communications', que permite guiar la luz hacia cualquier dirección. El prisma Lucius tiene dos novedosas propiedades: permite la transmisión direccional de la luz y, además, hace que se pueda regular la intensidad de los diferentes haces de luz.
Imágenes diferentes para cada ojo
El resultado del uso de esta estructura es la iluminación de los objetos sólo en la dirección deseada. Y de ahí le vienen al descubrimiento las aplicaciones comerciales. La sola colocación de un prisma Lucius en una pantalla convencional puede permitir mostrar dos imágenes diferentes al ojo izquierdo y al derecho, lo que aporta la sensación de visión tridimensional sin la necesidad de ponerse las gafas de visión 3D.
Los investigadores de la Escuela de Ingeniería Química y Biológica de la Universidad de Seúl (Corea del Sur) han utilizado modernas técnicas de microfabricación para crear los polímeros formados por micro-prismas. Cuando estos se colocan en una pantalla de la luz, los prismas guían la luz de una manera que da una percepción de la profundidad gracias a la presentación de imágenes de compensación para el ojo izquierdo y derecho.
Según afirma en la investigación Hong H. Lee, que ha dirigido la investigación, los prismas también trabajan en pantallas flexibles y podrían ser una alternativa barata a otras tecnologías de visualización 3D autoestereoscópica.