De los 7 millones de hipertensos que hay en la Argentina, sólo la mitad sabe que tiene el problema. Especialistas aseguran que nuestros hábitos son los que permiten o evitan que la enfermedad cardiovascular se manifieste. Tips para prevenir
Con un enfoque optimista, un libro propone una alternativa de vida saludable, pero placentera. Fue creado por la directora del Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral (HUA), Carol Kotliar, junto con profesionales de distintas disciplinas.
En la Argentina hay 7 millones de hipertensos. Sólo la mitad sabe que tiene el problema y, peor aún, 1 millón y medio reciben tratamiento. En total, unos 870 mil alcanzan a tener una presión controlada.
Cada individuo nace con una identidad genética que le otorga cierta protección o fortalezas, y ciertas debilidades o vulnerabilidades, en cuanto a salud y enfermedad. Pero es sobre el terreno vulnerable donde debemos trabajar para mejorar el estilo de vida, explicó la doctora Carol Kotliar.
Nuestros hábitos son las llaves que permiten o evitan que la enfermedad cardiovascular se manifieste, sostuvo.
Kotliar es directora del Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral (HUA) y creadora, junto con el doctor Sergio Volman y la licenciada en nutrición María Emilia Mazzei, del manual Manejo saludable de la hipertensión arterial. El libro, dirigido tanto a personas sanas como enfermas, de todas las edades, desarrolla en 152 páginas qué hacer para vivir más saludablemente, de modo de controlar la presión.
Son pautas básicas de lo que se conoce como medicina del estilo de vida resumió Kotliar. Nuestro objetivo es facilitar la educación para personas con hipertensión y promover un estilo de vida más sano.
La alimentación es el punto fuerte del libro. Postula un plan de cuidado familiar de la salud, con una dieta para 15 días. Los dos aspectos más originales, según Kotliar, es que se incluye una tabla inédita del contenido de sodio en 4 mil alimentos, que apunta a quienes se encuentran siguiendo una dieta estricta, y que cada receta del día contiene la tabla de calorías. Además, se describen los efectos sobre la presión de las comidas diarias y los aspectos positivos de la carne, el café, el vino, entre otros.
La actividad física y el manejo del estrés son otros temas importantes del manual. Además, hay consejos prácticos (cómo medir la presión arterial fuera del consultorio) y respuestas a dudas frecuentes, tales como ¿Mis hijos serán hipertensos? ¿Tiene cura la hipertensión? ¿Debo erradicar la sal? ¿Qué pasa si tengo presión alta durante el embarazo?
En cada capítulo participaron profesionales de distintas disciplinas que están cursando la Maestría en Hipertensión Arterial que ofrece la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
La primera edición del libro se venderá en el HUA o por encargo, a través de la página web de la institución: www.hospitalaustral.edu.ar
La dieta DASH
Tener hipertensión implica reducir el consumo de sodio, grasas y calorías, lo cual, para muchos, es un desafío desalentador. Por esto, el manual se enfoca en lo que sí se puede comer, en los placeres que puede darse una persona con este problema. Le contamos qué agregar para que una dieta sea rica, atractiva y saludable. Qué es mejor comer para prevenir la ateroesclerosis y bajar la presión arterial como si fuese un medicamento, e ideas para condimentar sin sal, entre otras, adelantó Kotliar.
En la base del plan alimenticio se encuentran las guías DASH (en castellano: Enfoques alimentarios para reducir la hipertensión).
Además de ayudar a reducir la presión sin medicamentos, el plan DASH es un estilo de alimentación de por vida, altamente beneficioso, recomendado por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial y la Asociación Cardiológica Americana. Puede adaptarse a las necesidades calóricas de cada persona y, a diferencia de otras dietas, no contiene alimentos extraños o difíciles de conseguir. Es un plan fácil, bajo en grasas saturadas, colesterol y grasas totales. Sus pilares son las frutas, los vegetales, los granos integrales, los frutos secos, la leche y los productos lácteos descremados o sin grasa. Incluye alimentos ricos en vitaminas y minerales, como calcio, potasio y magnesio.
Cambiar de hábitos es, para Kotliar, lo que más cuesta. Arrancar con actividad física, cambiar las compras del supermercado
Empezar a entender que no se trata de que uno cambie, sino que toda la familia cambie. A pesar de todo, afirma que hoy la sociedad tiene más conciencia y que se percibe una vuelta a lo natural.
El mundo cambia la imagen de la vida feliz, que ya no es la del hombre fumando y tomando whisky mientras ve tele, sino la de una persona activa y saludable, concluyó.
fuente: infobae