Jimeno: renacer un 11 de septiembre.
Por discovery
  
Viernes, 09/09/2011
El 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, miles de personas corrieron por su vida. Muchas se salvaron; otras murieron presas del fuego y de los trozos de vidrio, hierros y concreto que caían de las Torres Gemelas derrumbándose. Algunos, previendo una muerte horrorosa, prefirieron saltar desde las alturas y se suicidaron. Es el resumen terrible, todavía fresco en la memoria de la humanidad, de uno de los mayores atentados terroristas de la Historia.

Diez años pasaron desde ese día que marcaría el comienzo de una nueva era. Y con el tiempo, los relatos tristes de aquella jornada dieron paso a algunas anécdotas que permiten recordar el pasado con orgullo, y mirar el futuro con esperanza. Esta es la historia de William Jimeno, el policía que casi muere intentando salvar gente en las Torres Gemelas y que, tras sobrevivir al desastre, vio su vida convertida en película.

Como muchos inmigrantes, Jimeno apostó todo al “sueño americano”: crear una familia, comprar una casa y servir al país que adoptó desde niño, cuando llegó con sus padres desde su Colombia natal para instalarse en Nueva Jersey.

Su historia era la de muchos latinos en Estados Unidos: estudió, trabajó, sirvió como militar y luego se graduó como policía, por vocación de servicio. Totalmente integrado a la sociedad norteamericana, tuvo una primera hija, Bianca, con su esposa Allison.

Ese martes de hace diez años, era un día como cualquiera para este hombre, entonces de 33 años quien ejercía como policía de la Autoridad Portuaria (Port Authority), la fuerza encargada de la seguridad en los transportes en Nueva York.

Se levantó a las 5 a.m., se dio una ducha y antes de dejar su casa a media hora de Manhattan para salir a trabajar besó a Bianca y el vientre de Allison, embarazada de siete meses y esperando otra niña.

“Yo me acuerdo, le digo a todo el mundo, yo salía de la casa feliz todos los días, porque me encantaba mi trabajo”, afirma.
Ese día, su vida cambiaría para siempre.

Jimeno realizaba su servicio en la calle 42 y la avenida Octava, colaborando para que el frenético ir y venir de pasajeros fuera lo menos desordenado posible, cuando recibió la orden de regresar al cuartel y embarcarse en un bus hacia el World Trade Center. La información era escasa para ellos, pero el mundo ya sabía que un avión había impactado la Torre Sur del complejo.

Antes de partir hacia el lugar, llamó a su esposa para decirle que se encontraba bien. Luego -el deber manda- partió con varios de sus compañeros hacia el WTC, sin saber el destino fatídico que aguardaba a su equipo, y del que escaparía de milagro.

El y el resto del grupo llegaron a la zona por la avenida Broadway. El escenario era de cine catástrofe: “Eran mínimo 30, 40 policías ahí. Las cuadras estaban… no había nadie en esa cuadra, nada más era concreto. Había muchas cosas, parte del avión, y nosotros miramos para arriba cuando uno de los oficiales de nosotros dijo ‘miren, están brincando’. Y miramos para arriba, los hoyos eran grandes, salía humo, y vemos gente brincando. Y eso, es un dolor bien, bien serio, porque el sueño mío era ser policía para ayudar gente”, pero en ese momento “no podía hacer nada”.

Christopher Amoroso, Dominique Pezzulo, Antonio Rodríguez y Jimeno compusieron un equipo comandado por el sargento John McLoughlin.

Los cinco intentaban entrar por un espacio destinado a comercios a la Torre Norte con el fin de ayudar a personas a salir del lugar. Sin saber que un segundo avión había impactado el complejo, los hombres se agruparon y se desplazaban juntos y sin separarse por las partes bajas del WTC, hasta que un estruendo los sacudió y los desparramó: la Torre Sur había caído. Los bloques de concreto volaban en pedazos. Amoroso y Rodríguez habían muerto.

Jimeno quedó atrapado bajo una pared, casi inmovilizado. El jefe del grupo, el sargento McLoughlin, quedó aún más enterrado, con sus piernas aprisionadas.

Peluzzo logró liberarse y luchó denodadamente por liberar a Jimeno de forma de poder, luego, rescatar al sargento. Sus esfuerzos fueron en vano: Jimeno recuerda que su compañero pudo haber escapado y haberse salvado si hubiera salido por un hueco entre los escombros. Pero durante su intento desesperado por ayudarles, un trozo de concreto cegó su vida. Jimeno lo escuchó hablar por última vez, y morirse.

Jimeno y McLoughlin permanecieron por horas enterrados. Se conocían poco. Jimeno tenía menos de seis meses en el Port Authority, mientras que McLoughlin era un experimentado oficial del servicio.

Al borde de la muerte y con dolores insoportables, los dos hombres sostuvieron un diálogo que a través de la prensa se convirtió, casi, en leyenda. Hablaron de sus familias, de sus vidas. Se confesaron secretos, como si estuvieran seguros de que iban a morir.

Muy creyente, Jimeno asegura que le habló a Dios, le agradeció por su vida, por haber conocido a su hija Bianca, por lo que había tenido en 33 años de existencia. Y pensó en su pequeña que venía en camino y a la cual creía que jamás lograría ver.

En su desesperación, tuvo un gesto conmovedor: atinó a ponerse con sus brazos cruzados, la posición que adoptaba cuando le decía a su esposa y su hija “I love you” (las amo, en inglés).

“En ese momento lo único que podía pensar es cruzar mis brazos porque dije ‘si me muero así, ojala me encuentren así para que Allison sepa que yo estaba pensando en ella y en mis hijas y decirles que te amo”.
Versiones de prensa dicen que el oficial estuvo hasta 13 horas, y su sargento, 21, antes de ser rescatados y llevados con heridas de gravedad al hospital. La recuperación de ambos se logró después de varios meses de terapia y cirugías de reconstrucción.

Ya retirados ambos de la fuerza policial, sus vidas fueron llevadas al cine por el director estadounidense Oliver Stone, en el filme “World Trade Center”, protagonizado por Nicolas Cage en el papel del sargento McLoughlin, y Michael Peña como el oficial Jimeno.

La película fue estrenada en 2006, cinco años después del ataque que costó la vida a casi 3.000 personas.
Jimeno protagonizó además varios documentales en los que aparece él mismo contando su increíble odisea. La base de datos del cine imdb.com (Internet Movie DataBase) incluye al menos tres en 2006: “Construyendo la zona cero” (Building Ground Zero); “Sacrificio conjunto” (Common Sacrifice) y “Haciendo el World Trade Center” (The Making of World Trade Center).

El especial de Discovery Channel, “Vivir para contarlo: Torres Gemelas”, narra su historia de heroísmo, supervivencia, trabajo de equipo y superación.

Ahora, una década después de los ataques, Jimeno prefiere dejar un mensaje positivo para quienes lo escuchan:

“Yo me acuerdo de una cosa que sí quiero que la gente sepa(…) lo que vi en la gente era una cosa de mucho amor(…) Para el mundo, era un día oscuro, pero (…) dentro de esas torres había mucho amor y había mucha gente ayudándose”.
William Jimeno

Will Jimeno tiene ahora 43 años. Por su acción, recibió la medalla de honor del Port Authority, la mayor distinción al mérito de esa fuerza.

William Jimeno es uno de los testigos de los ataques del 11 de septiembre. El sobrevivió debajo de los escombros del centro comercial subterráneo de la estructura de las Torres Gemelas y es uno de los latinos que le contaron sus experiencias a Discovery Channel.

Jimeno, nacido en Barranquilla de 43 años y criado en Nueva Jersey es de los pocos sobrevivientes de los atentados que pudieron salir de las montañas de acero y concreto. Él, junto al sargento John McLoughlin de la Autoridad Portuaria de Nueva York fueron inspiración para la película ‘World Trade Center’ dirigida por Oliver Stone que se estrenó en el año 2006.

Jimeno cuenta que el 11 de septiembre, para EE.UU fue un día oscuro pero en medio del caos y de la tragedia, la gente estuvo unida; “dentro de esas torres había mucho amor y había mucha gente ayudándose”.

En la actualidad Jimeno vive en Nueva Jersey y está retirado de su labor de policía, pues debido a sus múltiples heridas no pudo regresar al trabajo.


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