¿Podría una loción hidratante haber matado a la Reina Hatshepsut?
Por discovery
  
Martes, 06/09/2011
¿Una prueba del delito? El pequeño frasco de loción hidratante de Hatshepsut contenía un residuo cancerígeno de alquitrán. La reina Hatshepsut, la gran mujer faraón de Egipto, pudo haber hidratado su piel hasta provocar su propia muerte, según una polémica investigación que analizó el contenido de un frasco cosmético.

Investigadores de la Universidad de Bonn, en Alemania, encontraron una sustancia altamente cancerígena en un frasco de loción hidratante que forma parte de una colección del Museo Egipcio de esta institución.

Hace tiempo que pensábamos que el frasco contenía un perfume que podría haber pertenecido a la propia Hatshepsut, según una inscripción en la cerámica del mismo.

"Después de dos años de investigaciones, ahora sabemos que el frasco contenía un tipo de loción hidratante para la piel, o incluso un medicamente para el eczema”, anunció la universidad en un comunicado.
Los ingredientes de la loción contenían grandes cantidades de aceite de palmera y nuez moscada, grasas polisaturadas que pueden aliviar los síntomas de determinadas enfermedades de la piel, así como benzopireno, un hidrocarburo aromático altamente cancerígeno.

"El benzopireno es unas de las sustancias conocidas más peligrosas”, afirmó el farmacéutico Helmut Wiedenfeld.
Prohibido en los cosméticos modernos, los residuos cancerígenos de alquitrán pueden ser encontrados en sustancias incineradas y en productos como el café, los cigarrillos y el alquitrán de hulla.

"Sabemos desde hace mucho tiempo que Hatshepsut sufría cáncer y tal vez incluso haya muerto como resultado de esta enfermedad. Ahora descubrimos la causa probable”, afirmó Michael Höveler-Müller, el curador de la colección, agregando que existen registros de dermatitis inflamatorias de origen genético en la familia de Hatshepsut.
"Si la reina sufría una dermatitis crónica y se aliviaba rápidamente con la loción, ella pudo haber estado expuesta a un gran riesgo a lo largo de muchos años”, afirmó Wiedenfeld.
Sin duda alguna, ella fue una de las mujeres más extraordinarias de la historia. Hatshepsut era hija del faraón Tutmosis I y esposa de Tutmosis II, su medio-hermano.

Cuando su marido-hermano falleció, ella se convirtió en la reina regente del rey-niño Tutmosis III, hijo de Tutmosis II y de una concubina.

Sin embargo, inscripciones jeroglíficas indican que Hatshepsut no toleró la situación durante mucho tiempo. Luciendo un tocado real y una barba falsa, se proclamo a sí misma como faraón de Egipto.

Hatshepsut reinó desde 1473 hasta 1458 antes de Cristo como el quinto faraón de la Décimo Octava Dinastía, contando con Amenófis y con Tutankamón entre sus sucesores.

Durante su gobierno, Egipto disfrutó de una época próspera y pacífica. Sin embargo, después de la muerte de Hatshepsut, Tutmosis III sintió celos de su popularidad y decidió borrar a la reina de la historia de Egipto destruyendo sus imágenes, inscripciones y monumentos.

La momia de Hatshepsut desapareció durante mucho tiempo y algunos estudiosos llegaron a sugerir que Tutmosis III la había destruido.

Sin embargo, en el 2007, las autoridades egipcias anunciaron que el cuerpo de una mujer que había sido encontrado en la tumba KV60, descubierta por el antropólogo Carter, había sido identifica como la momia de Hatshepsut.

La momia reveló a una mujer obesa, de poco más de metro y medio de altura, calva por la parte de delante de la cabeza pero con pelo largo en la parte de atrás, que había muerto aproximadamente a la edad de 50 años.

Por lo que parece, aquella mujer poderosa, que desafío la tradición de la supremacía masculina en Egipto, tenía una salud muy frágil, al menos en los últimos años de su vida.

Obesa y con los dientes repletos de caries, la momia también guarda rastros de depósitos cancerígenos, concretamente una metástasis en el hueso de la cadera.

Sin embargo, otros especialistas no están convencidos de que Hatshepsut se envenenó hasta morir cuando intentaba aliviar una enfermedad de la piel.

"Identificar la sustancia en el aceite que ella utilizaba no es lo mismo que realizar una autopsia del cuerpo y encontrar rastros de sustancias envenenadoras en la médula ósea”, matizó la egiptóloga Paula Veiga.
Todavía no se sabe si Hatshepsut y los miembros de su familia sufrían realmente de alguna enfermedad de la piel.

Aunque la momia de Hatshepsut parece mostrar una enfermedad terrible de la piel de su rostro y cuello, los investigadores no pudieron comprobar, de manera definitiva, la existencia de una dermatitis.

De hecho, ciertas resinas utilizadas en el proceso de momificación pueden haber sido las responsables de las erupciones encontradas en la piel de Hatshepsut, de su padre Tutmosis I, de su medio-hermano y marido Tutmosis II y de Amenófis II, el nieto de Tutmosis I.

Otros especialistas de un grupo de Facebook, el Forensic Egyptology, se muestran escépticos acerca de la teoría del frasco envenenado. Radiografías revelan que el recipiente está formado por dos partes, algo que “jamás se observó en las cerámicas antiguas de ese período”, contestó Veiga. "Puede tratarse de una falsificación”, añadió.
Por Rossella Lorenzi


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