Patentabilidad del software.
Por sintesisdeprensa
  
Lunes, 05/09/2011
En el artículo de hoy pretendo explicarles qué es una patente, cual es su utilidad y la situación de las patentes en el terreno del software.

Antes de nada, pasemos a ver qué es una patente.
Una patente no es otra cosa que una barrera a la libre competencia al objeto de fomentar la innovación y la generación de riqueza. Una patente es útil, desde el punto de vista social, cuando incentiva la inversión en I+D y la aplicación de los resultados genera riqueza en la citada sociedad. Sin embargo, la incorrecta concesión de patentes fomenta todo lo contrario: el inmobilismo, prácticas monopolistas y nula generación de riqueza en la sociedad.

Así pues, para asegurarnos de que una patente consigue el efecto deseado, debemos fijarnos en dos variables fundamentales:

> Duración de la patente.
> Objeto de la patente.

Ambas variables son delicadas, y me explico.
La duración de la patente nunca debe exceder el tiempo para el que se considere que la inversión en generar la citada patente quedará "suficientemente amortizada". Esta es la parte delicada: ¿cómo sabemos el periodo para el que la inversión quedará "suficientemente amortizada" como para volver a invertir y generar más patentes? Admito que es complicado.

El objeto a patentar debe ser algo nuevo y que sea susceptible de generar riqueza de manera directa. Estas son las dos claves. Algo ya existente no se debe poder patentar puesto que no satisface procesos de innovación de ninguna clase. Algo que no pueda generar riqueza de su aplicación directa no cumple con la razón de ser de la patente: generar riqueza en la sociedad a cambio de restricciones a la libre competencia.

Ahora que conocemos qué es una patente y cuál es su utilidad, pasemos a examinar el estado de las patentes de software.
En torno a la patentabilidad del software existe una enorme controversia. Sus detractores argumentan que un programa informático está compuesto por millones de procedimientos, muchos de ellos patentados o patentables. Con ello se impediría que pequeñas empresas pudieran competir, vulnerando la utilidad de una patente que antes les citaba. A mi juicio, tienen parte de razón. Los que están a favor argumentan, no sin razón, que es la existencia de patentes lo que hace posible que se investigue y se invierta en innovación.

En España, actualmente está prohibido patentar software y por tanto el I+D en dicho terreno es poco menos que una quimera. Y sí, en España se desarrolla software, pero no se producen disrupciones en el mercado con ello. La prueba la tenemos en EEUU, donde sí se pantenta software. ¿De qué país provienen IBM, Facebook, Google, Apple, etc...? Los gigantes del sector pertenencen a países donde se reconoce la patentabilidad del software y esto, querido lector, es un hecho innegable.

A mi entender, el problema está en definir exactamente, desde un punto de vista técnico, qué es patentable y qué no en el campo del software. Tras la revolución que supuso la extensión del "Paradigma de Orientación a Objetos" en el campo del software, la solución la tenemos más cerca de lo que pensamos.

A mi entender, un programa informático es, estructuralmente hablando, lo mismo que un coche: está compuesto por multitud de componentes, cada uno con unas características y rol definidos. Como ejemplos de esto tendríamos el motor, sistema de frenos, asientos electrónicos, caja de cambios, sistema de inyección, combustible y un largo etcétera. Siguiendo la analogía, un programa informático se compone de "objetos lógicos". Así, pueden encontrarse objetos para acceder a una base de datos, para establecer comunicaciones TCP/IP, una caja de texto y un largo etc...

¿Qué quiero decirles con esto?
Pues que al igual que un coche no se patenta en su totalidad, un programa informático debe seguir los mismos pasos. Sólo podrán ser objetos de patente los componentes de software con unas características y rol independientes dentro de un programa informático que supongan una mejora al estado de la técnica. No, no me he vuelto loco. Si se fijan, se puede patentar una caja de cambios e implantarla en distintos modelos de vehiculos sin ningún tipo de alteración para su funcionamiento. Así mismo, tras la caducidad de la patente, el componente software pasará a tener la consideración de software libre.

Es este un tema apasionante y tremendamente importante. En próximas entregas les comentaré por qué considero que la fabricación de una aplicación informática constituye un proceso industrial, qué documentación debería usarse para documentar una patente software así como dos modelos que considero necesariamente complementarios: software libre y software propietario.


Por sintesisdeprensa