"La práctica debe ser responsable a la hora de prevenir lesiones"
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sintesisdeprensaViernes, 26/08/2011
Tanto el yoga como el pilates ponen especial énfasis en fortalecer de manera balanceada el cuerpo como la mente, unir ambos elementos para que confluyan con el espíritu, con el fin de lograr la armonía interior.
Siguiendo con la línea de análisis en detalle acerca del aporte de ambas actividades no podemos dejar de mencionar a la respiración como un elemento esencial. Yoga y pilates insisten en la gran importancia de la respiración como medio para concentrarse, mantener el ritmo y ejecutar a la perfección todos los ejercicios.
Pero sin embargo, más allá de compartir todas estas aristas, hay rasgos que las hacen diferentes. Es algo que puede apreciarse claramente, dado que en el yoga los movimientos que se realizan se ejecutan desde una posición estática a otra, sin que se produzca repetición.
En cambio, en el pilates se emplean movimientos con más dinamismo y centrándose en la mejora de la condición física, de determinados músculos y del organismo en general. Las repeticiones de esos movimientos se hacen para perfeccionar la musculatura esta es una diferencia importante con respecto del yoga. Podemos decir que el yoga es quizá más espiritual, aunque el pilates también insiste mucho en ello y en la fortaleza de la mente, pero esa insistencia en conocer la anatomía y fortalecerla, mezclada con el conocimiento de la mente y el espíritu, le dotan de un aura que le hacen diferente.
El instructor de yoga y pilates Sandro Dip, de larga trayectoria en las dos actividades aconseja tomar precauciones a la hora de realizar ejercicios físicos. Si bien recalca lo positivo que es realizar actividad física, a partir de la llegada a sus clases de muchas personas con severas patologías, sostiene que si el instructor no las orienta de manera responsable en los cuidados y ejercicios puntuales que debe realizar pueden verse agravadas con la práctica de dichas actividades.
¿Cómo influyen el yoga y el pilates en la condición física de una persona?
El yoga y el pilates, si bien son diferentes, ambas son actividades muy beneficiosas para promover el bienestar físico. Contribuyen a mejorar la postura, la flexibilidad, el tono y el esquema muscular. Ambas tienen que ver con el aparato motor pero también con la fisiología del cuerpo, ya que están involucrados el aparato endocrino, el respiratorio y aún el digestivo.
Cada vez hay más personas que se vuelcan a la práctica de estas actividades ¿a qué se lo podés atribuir?
Muchas personas acuden por temas de salud, otras porque les gusta la actividad o bien por la necesidad de realizar algo quelas ayude a relajarse. Muchas otras veces son los médicos que por diversas patologías que presentan los pacientes sugieren que estos hagan que hagan una actividad de bajo impacto, aunque es aquí donde yo hago la salvedad y siempre le recalco a las personas que vienen a tomar clases que no todos pueden hacer todo. En muchos casos ciertas patologías pueden verse agravadas.
¿Pueden ambas actividades ser perjudiciales para la salud?
Ambas actividades son muy beneficiosas en todos los casos, pero hay algunas posturas tato en el yoga como en el pilates que pueden no mejorar el cuadro sino lo que es peor aún, agravarlo.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes que se pueden encontrar?
Es frecuente encontrar gente con problemas pulmonares, bronquitis o enfisemas (es la hinchazón producida por aire o gas en el tejido pulmonar) y en una clase de yoga por ejemplo en la que se le hace hacer al alumno la postura llamada el pez que es una postura que ensancha el pecho y ayuda a incorporar el aire, no estaría ayudando a esta persona con trastornos respiratorios. También hay personas que tienen problemas funcionales que es cuando hay un mala funcionamiento del órgano; u orgánicos que es cuando el órgano tiene un problema de hipertrofia o nódulos en esta glándula, pues es este el caso en el que el órgano tiene un problema y es a estas personas a las que estas posturas no la van a ayudar ni favorecer para mejorar su problemática sino todo lo contrario.
¿Cuáles son las recomendaciones o consejos que les podemos acercar a estas personas?
Lo fundamental es tomar precauciones con algunas posturas o ejercicios que no le van a ser favorables practicarlas, en relación a la dolencia que padezca. Es tarea del instructor saber reconocer patologías y saber elegir y decidir cuáles son los ejercicios que le sumará bienestar a la persona que practica la actividad. Es muy importante la preparación profesional que tenga el instructor.
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