Si hay algo que a la mayoría de las mujeres nos encanta es pensar en qué cosas nos hacen falta en nuestro placad aunque lo que nos fascina aún más es ¡comprarlas! Esta es una pequeña guía de cómo aprovechar las liquidaciones y como organizarnos para que el dinero del que disponemos resulte ser al cabo de la compra una inversión y no un gasto.

Algo que no podemos negar es, que a las liquidaciones, son muy pocas las mujeres que se pueden resistir. En esta franja se ven comprendidas desde las compradoras compulsivas que son aquellas a quienes cualquier oportunidad les viene bien para activar sus endorfinas a través de su tarjeta de crédito, hasta aquellas que sólo las circunstancias las obligan a comprar.

En nuestro país, año a año se viene instalando con más fuerza la importancia de las liquidaciones de temporada en todas las marcas y en todos los rubros. Casi como una imitación de las famosas sales del país del norte. Aunque en mi opinión, todavía nos falta muchísimo para ser fieles a la copia. Los descuentos muchas veces son ínfimos y no se condicen con lo importante y significativo que debe ser para transformarse en una verdadera oportunidad.

No obstante, es muy importante que a la hora de decidirnos a salir de compras podamos tener cierta planificación. Una de las opciones es realizar una agenda de necesidades, esto lo podemos implementar observando nuestro guardarropas y viendo que nos hace falta. Otra opción es visitar los locales de las marcas que más nos atraen y ver qué cosas de esa colección que a principio de temporada nos fascinó, pero que nos resultó excesivamente oneroso adquirirlo en ese momento, hoy es toda una ganga!

Algo que es esencial a la hora de decidir comprar es establecer cuál este nuestro presupuesto para evitar luego dolores de cabeza al recibir el resumen de cuenta de nuestra tarjeta de crédito. En cuanto a los sistemas de pagos que vayamos a utilizar, no es menor el dato de cuáles son las tarjetas de crédito o débito que ofrecen promociones para comprar en determinados lugares y días de la semana o los importantes descuentos que nos puedan realizar por el pago en efectivo.

Otro tip que no podemos dejar de tener en cuenta es que muchas veces ese abrigo que nos parece carísimo tiene el mismo valor que los tres suéteres que nos parecen baratísimos y decimos sin pensar: “deme tres!!!”. Quizás sea ahí cuando no debemos perder esa oportunidad única de tener ese costoso abrigo y resignar la cantidad por la calidad.

El pantalón
El suéter o saco tejido
El abrigo de paño
Un par de zapatos o botas
Una cartera o bolso
El vestido de fiesta
El tailleur