La República Oriental del Uruguay es un país de América del Sur formado por 19 departamentos y cuyo territorio es el segundo más pequeño del subcontinente, con una superficie de 176.215 km². Al norte y noreste limita con el estado brasileño de Río Grande del Sur. Al oeste limita con las provincias argentinas de Entre Ríos y Corrientes, de la cual está separada por el río Uruguay, y por el sur tiene costas sobre el Río de la Plata, el cual lo separa de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad de Buenos Aires. Por el sureste, tiene costas sobre el Océano Atlántico.
Si el Grito de Asencio y las batallas de Artigas anticiparon la vocación de ser sujetos soberanos, serán la independencia de la Banda Oriental en 1825 (respecto del Imperio del Brasil) y la jura de una Constitución las que consolidarán el proceso independentista uruguayo.
Existen tres fechas sobre la posible independencia de la Banda Oriental del Uruguay:
> Artigas declara la Independencia de la Liga Federal en 1815.
> 25 de agosto de 1825: Independencia de la Banda Oriental del Imperio de Brasil.
> 18 de julio de 1830: Jura de la Constitución.
Iniciado el proceso revolucionario en Buenos Aires, en la llamada Revolución de Mayo de 1810, la Banda Oriental tardó en sumarse. En el denominado Grito de Asencio (porque su lugar de reunión fue a orillas del arroyo de Asencio), protagonizado por Pedro José Viera y Venancio Benavides el 27 de febrero de 1811, se proclamó el final de la dominación hispana. Esta fecha se considera tradicionalmente el punto de partida de la revolución en el país. José Gervasio Artigas, hoy considerado máximo héroe nacional, se sumó a la revolución y lanzó una exitosa revuelta en contra de España; dirigió sus tropas hacia Montevideo y venció a los realistas en la batalla de las Piedras, el 18 de mayo del mismo año, sitiando pocos días después la ciudad amurallada de Montevideo, último reducto de la colonia española en la Banda Oriental.
El virrey Elío solicitó ayuda a los portugueses, que enviaron un ejército en ayuda de los españoles, lo que llevó al gobierno de Buenos Aires a pactar con los españoles. Ya sin el apoyo de Buenos Aires, Artigas se retiró de Montevideo. La población del sur de la Banda Oriental, excepto Montevideo, lo acompañó en la retirada hasta el arroyo Ayuí, en el departamento de Salto. A este acontecimiento se lo denomina el Éxodo Oriental, y también La Redota, y es un hecho que demostró el liderazgo de Artigas entre el pueblo del sur de la Banda Oriental. El 26 de febrero de 1813 se sitia la ciudad de Montevideo; el poder español se afirmaba en toda América, excepto en el Río de la Plata, y el artiguismo fue gobierno en la Provincia Oriental durante los años 1815 a 1816.
Luego, en 1820, tras la derrota de Artigas en la batalla de Tacuarembó, Brasil se anexa a Portugal, convirtiendo a la Provincia Oriental en el Estado Cisplatino. Entonces Artigas se retira al Paraguay, y fallece en Asunción en el año 1850.
El 19 de abril de 1825, Juan Antonio Lavalleja, con un grupo de hombres refugiados en Buenos Aires, desembarcó en las costas uruguayas con la finalidad de sitiar Montevideo. Estos hombres fueron los 33 Orientales, a quienes se unió gente del pueblo y las tropas al mando de patriotas como Fructuoso Rivera. Sitiada la ciudad, Lavalleja convocó a los representantes del pueblo criollo a realizar una Asamblea en La Florida. Esta Asamblea declaró la Independencia de Uruguay y nombró gobernador a Lavalleja, el 25 de agosto de 1825.
El 4 de octubre de 1828 quedó acordado en la Convención Preliminar de Paz un Gobierno Provisorio que duró de 1828 a 1830. Después de las reuniones llevadas a cabo entre el 11 y el 27 de agosto de 1828 entre los delegados de Brasil y de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y con la mediación británica, se acordó la Independencia del Uruguay.
Finalmente, la labor del Gobierno Provisorio y la Asamblea Constituyente y Legislativa, completaron los pasos para el surgimiento del Estado Oriental. En 1829 sesionó un Congreso en Montevideo y el 18 de julio de 1830 se juró la Constitución.
Dijo Artigas en parte de su Discurso Inaugural al Congreso el 4 de abril de 1813:
"Ciudadanos: Los pueblos deben ser libres. Ese carácter debe ser su único objeto, y formar el motivo de su celo. Por desgracia, va a contar tres años nuestra revolución, y aún falta una salvaguardia general al derecho popular. Estamos aún bajo la fe de los hombres y no aparecen las seguridades del contrato. Todo extremo envuelve fatalidad; por eso una desconfianza desmedida sofocaría los mejores planes, ¿pero es acaso menos terrible un exceso de confianza? Toda clase de precaución debe prodigarse cuando se trata de fijar nuestro destino. Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la Constitución puede afirmarla. Mientras ella no exista, es preciso adoptar las medidas que equivalgan a la garantía preciosa que ella ofrece. Yo opinaré siempre, que sin allanar las pretensiones pendientes. No debe ostentarse el reconocimiento y jura que se exigen. Ellas son consiguientes del sistema que defendemos y cuando el ejército las propuso, no hizo más que decir quiero ser libre. "
Por diplox
