El nuevo escenario móvil
Por swlibre
  
Lunes, 22/08/2011
Tras la compra de Motorola Mobility por parte de Google, recrudece la guerrapor los dispositivos portátiles e Internet. El porqué de la adquisición, cómo quedan situados Microsoft, Apple y Facebook, y las proyecciones a futuro

Google anunció el lunes que llegó a un acuerdo para comprar Motorola Mobility por US$ 12.500 millones en efectivo. La compañía busca proteger así el crecimiento de Android, el sistema operativo para móviles que debutó en 2008 y que en a mediados de este año acaparaba el 50% de las ventas mundiales de smartphones. En segundo lugar está Apple, seguida por RIM. La del lunes es la mayor adquisición en la historia del gigante de las búsquedas, y marca su entrada en el mundo del hardware.

Motorola fue pionera de la telefonía móvil: en 1973 la primera llamada desde un celular se hizo con un Motorola. Durante décadas fue el mayor fabricante del mundo, con equipos como el StarTac (de 1996) o el Razr V3 (de 2004). Sin embargo, no logró seguir la evolución del mercado hacia los smartphones y perdió terreno frente a RIM, Nokia, Samsung y Apple.

En 2006 tenía el 22% del mercado móvil mundial, pero en el segundo trimestre de este año tenía el 4% del mercado de smartphones (que a su vez representa un cuarto de todos los móviles vendidos en ese período). Aunque los números actuales son positivos gracias a su apuesta por Android, acumuló pérdidas por US$ 4400 millones en los últimos tres años.

En enero último Motorola se partió en dos: Mobility, que fabrica teléfonos móviles, es la que quedará en manos de Google si las autoridades regulatorias de Estados Unidos, Europa y América latina lo permiten. La otra, Motorola Solutions, dedicada a las telecomunicaciones para ámbitos empresariales y gubernamentales, sigue en pie.

¿Por qué Google pagó semejante suma, entonces, por Motorola? Es más una cuestión estratégica a largo plazo, y tiene que ver con las disputas cruzadas por violación de patentes.

El valor de la invención
Todas las compañías patentan sus desarrollos para proteger su capital intelectual de la copia, porque eso le quita las características distintivas que pueden hacer atractivo un equipo, y eventualmente obtener regalías al licenciar sus invenciones.

A IBM, por ejemplo, le aprobaron 5000 patentes en 2010, marcando el 18° año consecutivo en que es la líder en patentamiento en Estados Unidos. Kodak está en litigio con Apple y RIM por su patente para ver fotos en pantalla inmediatamente después de capturarlas. Microsoft tiene patentado el clic en un botón físico (sea simple, doble, corto o largo) para iniciar una acción de software.

Es decir: el botón de Inicio de Apple sólo pudo incluirse en el iPhone con permiso de Microsoft. En rigor, ambas compañías tiene acuerdos cruzados de patentes hace tiempo, después de demandas titánicas por diversos desarrollos. A la vez, y aunque el gesto de pinzas para hacer zoom en una pantalla fue ideado por Myron Krueger en 1983, Apple tiene varias de las patentes que regulan cómo se comporta una aplicación en ese caso.

En general, las disputas de patentes se resuelven con un pago millonario por parte del perdedor del juicio, o un acuerdo de licenciamiento. Son un arma de negociación y de disuasión, y esto último es lo que quiere evitar Google para mantener el ritmo de adopción de Android, el sistema operativo basado en Linux -cuyo núcleo, dicho sea de paso, la semana próxima cumplirá 20 años- cuya principal ventaja respecto de los competidores es que es gratis para los fabricantes. Pero las demandas cuestan dinero, frenan ventas y, a los ojos de Google, reducen el interés que los fabricantes de equipos y los desarrolladores de software pueden tener por Android. Ese fue el mantra que los ejecutivos de la compañía sostuvieron durante la conferencia de prensa, y es algo en lo que vienen insistiendo hace tiempo, acusando a Apple, Microsoft y otros de querer aprovecharse del éxito de Android.

Oracle, por ejemplo, les inició una demanda por US$ 6100 millones argumentando que Android infringe algunas patentes de Java (hoy propiedad de Oracle); dentro de pocas semanas comenzará el juicio correspondiente. Pero la pelea más candente es la que se está dando entre Apple y Samsung: la compañía fundada por Steve Jobs logró que la justicia europea bloqueara la venta de la tablet Galaxy de la surcoreana en ese continente mientras se investiga la supuesta violación de patentes y marcas (el bloqueo se levantó el martes último).

Apple también mantiene una batalla con HTC, que esta semana presentó otra demanda más por violación de patentes, y estuvo litigando contra Nokia (y ésta contra la compañía de Steve Jobs), aunque hace un tiempo llegaron a un acuerdo. Mientras tanto, Microsoft gana 5 dólares por cada teléfono de HTC con Android que se vende en el mundo, después de un acuerdo de licenciamiento de patentes.

Para frenar estos embates Google le compró algo más de mil patentes a IBM a fines del mes pasado, y estuvo en una puja multimillonaria por las de la difunta Nortel, relacionadas con las telecomunicaciones. Finalmente las 6000 patentes a la venta se las quedó un consorcio formado por Apple, Microsoft, RIM, Sony Ericsson y EMC, que pagaron US$ 4500 millones y le ganaron la pulseada a Google e Intel.

Con la adquisición de Motorola Google se queda con 17.000 patentes otorgadas más otras 7500 en análisis. No todas son útiles, claro: muchas están obsoletas, son inaplicables o serían invalidadas en un juicio; pero hay otras que son cruciales para el mundo móvil y LTE (las redes de cuarta generación). La propia Motorola demandó a Apple en 2010, entre otras compañías a las que le hizo juicio por infracción de copyright, y fue demandada a su vez por Microsoft.

Google informó durante la conferencia de prensa del lunes último que mantendrá a Motorola como una subsidiaria independiente con su propia línea de dispositivos. Pero la movida no puede sino ser vista con recelo por el resto de los fabricantes de Android, que temerán que Motorola cuente con ventajas a la hora de implementar Android. Y está la posibilidad de que Google directamente se meta en el negocio de la fabricación de equipos.

La compañía lo niega: "Iría en contra de nuestro modelo de negocio cerrar la plataforma, porque el valor de Android es tener muchos socios y que nosotros seamos neutrales", le dijo a La Nacion Alberto Arébalos, director de Comunicaciones y Asuntos Públicos para Google América Latina.

Qué queda de la compra
Google sumará 19.000 ingenieros, diseñadores industriales y desarrolladores de software (incluyendo los del Polo Tecnológico cordobés), que en teoría le permitirán una mejor integración entre su software y el hardware para móviles, y una optimización de Android que, como el sistema operativo que Motorola usa para sus móviles de gama media y baja, está basado en Linux.

La compra también le dará un segundo impulso a Google TV, su plataforma para llevar las búsquedas a los televisores convencionales. Es que Motorola tiene una importante presencia en la venta de decodificadores de cable en Estados Unidos, y sería una puerta de entrada para llevar las búsquedas, los servicios Web y la venta de aplicaciones a la pantalla grande.

Si entra en el mundo del hardware podría lograr una mejor integración vertical (es decir, diseñando su propio software y hardware) al estilo de Apple, RIM o Nokia antes de Windows Phone 7. Mejor, se entiende, que la que tiene hoy con Android, que sigue el modelo de Microsoft (un mismo sistema más o menos universal que debe adaptarse a muchas combinaciones de hardware). Pero esto es, por ahora, una incógnita, y un problema potencial.

Lo cierto es que la danza de los titanes de la informática para usuarios finales suma una ronda, mientras fabricantes históricos como RIM y Samsung analizan sus próximas jugadas, y Facebook queda un escalón detrás frente a Google, que ahora dispone de un brazo de hardware. El fuerte de Google era, hasta ahora, la Web y los avisos. Android, Chrome OS y el browser Chrome están pensados como un vehículo para llevar a los usuarios a los servicios online cada vez más ubicuos de la compañía que nació como un buscador, y la empresa hará todo lo necesario para mantener la marcha de Android.

Al mismo tiempo, Apple mantiene su exquisito control sobre el software y hardware que utiliza, al tiempo que suma iCloud, un servicio en línea que apunta al corazón de Google. El tercero en discordia es Microsoft, que está repensando su historia, atada por 30 años a la PC, y reacomodando sus recursos formidables para unir Windows, su presencia online, su plataforma de videojuegos y su renacida estrategia móvil (de la mano de Nokia) en un combo que, espera, resulte atractivo para los usuarios y le permita competir en un pie de igualdad con Apple y Google.

Fuente: La Nación


Por swlibre