Usuarios de camas solares, con conductas adictivas.
Las personas que utilizan frecuentemente las camas solares presentan cambios en el cerebro y en el comportamiento similares a los de los adictos, según una investigación de la University of Texas Southwestern Medical Center, EEUU, que se publicará en el próximo número de 'Addiction Biology'.
Según informó la agencia Europa Press, que citó el estudio, la actividad cerebral y el flujo de sangre observados en los usuarios de las cabinas de bronceado son similares a los presentados por las personas dependientes de las drogas y el alcohol.
Los expertos alertaron que los individuos que las utilizan frecuentemente podrían estar estimulados por una adicción neurológica, lo que podría explicar que sigan utilizando estas lámparas a pesar de que aumentan el riesgo de desarrollar melanoma, la forma más letal de cáncer de piel.
"El uso de camas solares tiene efectos de recompensa en el cerebro con los que la gente puede sentirse obligada a seguir con esta actividad a pesar de ser mala para ellos", explicó el profesor de psiquiatría y autor principal del estudio, el doctor Byron Adinoff, y añadió que, una pregunta que se debe hacer en este campo es, "¿si algo es gratificante, puede ser también adictivo?".
Cerca de 120.000 nuevos casos de melanoma se diagnostican en EEUU cada año, según datos de la Fundación de Cáncer de Piel. Las personas menores de 30 años que utilizan estas cabinas una media de 10 veces al año tienen ocho veces más riesgo de desarrollar melanoma maligno.
En este estudio, los participantes utilizaron las camas solares en dos ocasiones: una vez fueron expuestos a la radiación ultravioleta y otra vez a filtros especiales que bloquean la exposición a la radiación ultravioleta. Los participantes no sabían en qué sesión habían recibido la exposición real a rayos ultravioleta o la filtrada.
Además, en cada visita, a los participantes se les preguntó, antes y después de cada sesión, cómo de bronceados se sentían y se les administró un compuesto para medir el flujo sanguíneo cerebral mientras se bronceaban.
Adinoff, asegura que "el siguiente paso es crear una tecnología para promover cambios en el estudio del cerebro entre los usuarios frecuentes".
Sentimiento de culpabilidad
El estudio, publicado en Archives of Dermatology, examinó los cuestionarios completados por 421 estudiantes universitarios, de los cuales 229 admitieron utilizar camas solares.
Los investigadores analizaron en primer lugar los resultados de estos cuestionarios, cuyo diseño era similar a aquellos utilizados para detectar la adicción a drogas o alcohol.
Seguidamente, se evaluó los niveles de ansiedad, depresión y abuso de sustancias adictivas de los participantes.
En promedio, los estudiantes que dijeron broncearse artificialmente acudieron 23 veces en un año a un salón de bronceado. Es decir, una vez cada dos o tres semanas.
En promedio, los estudiantes acudían al salón de bronceado una vez cada 2 ó 3 semanas.
En una primera fase del estudio, el 39% de quienes utilizaron camas solares fueron catalogados como adictos. Tras someterlos a un segundo nivel de medición, vinculado a los niveles de ansiedad, depresión y uso de sustancias adictivas, el 30% de los participantes encajó en el cuadro adictivo.
Los participantes considerados "adictos" a las camas solares indicaron que se sentían culpables por usarlas demasiado y se mostraron dispuestos a disminuir la frecuencia de visitas a salones de bronceado.
"Tanorexia": adicción al bronceado
Los investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center señalaron que las medidas para reducir el riesgo de las personas de desarrollar cáncer de piel deberían abordar la naturaleza adictiva de las camas solares y su posible relación con otras adicciones.
"A pesar de los esfuerzos actuales para educar al público sobre los riesgos a la salud asociados a las radiaciones UV que no provienen del sol, el bronceado recreacional sigue aumentando entre los adultos jóvenes", advirtieron.
Sin embargo, Gary Lipman, presidente de la a Asociación de Camas Solares del Reino Unido, Sunbed Association, desestimó los resultados.
"Yo no soy un científico, pero he leído suficientes estudios durante años para poder darme cuenta de inmediato que éste tiene poco o ningún mérito científico", expresó.
La asociación británica Cancer Research UK realizó una campaña para que se prohíba a los menores de 18 años utilizar camas solares, después de que otro estudio demostrara que unos 250.000 jóvenes ingleses, de entre 11 a 17 años de edad, están en riesgo de desarrollar cáncer de piel por el uso de estas camas.
La campaña tuvo éxito. Recientemente el Reino Unido aprobó una ley que prohíbe el uso de camas solares a los menores de 18 años.
Desalientan el uso de las camas solares - Por: LaNacion.com
El Instituto Nacional del Cáncer (INC), la Sociedad Argentina de Dermatología y la Asociación Argentina de Dermatología desalentaron el uso de las camas solares e hicieron especial hincapié en las personas menores de 35 años, ya que según la evidencia científica ese bronceado artificial aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel con sólo recibir diez o más sesiones anuales de bronceado artificial.
Según el informe técnico elaborado por la Unidad Coordinadora de Evaluación y Ejecución de Tecnologías en Salud en conjunto con otros organismos, la radiación ultravioleta en dosis excesivas puede asociarse también con quemaduras solares, envejecimiento acelerado de la piel, formación de cataratas y reducción de la efectividad del sistema inmune.
Lejos de preparar la piel para el verano, como suele creerse, las dosis de rayos ultravioletas artificiales se suman a las recibidas del sol y refuerzan el efecto cancerígeno.
Las camas solares emiten principalmente rayos ultravioleta A (UVA) y un pequeño porcentaje de rayos ultravioletas B (UVB). Ambos tipos de radiaciones tienen efectos cancerígenos.
Graciela Mirta Ferraro, presidenta de la Asociación Argentina de Dermatología, dijo que "con muy buen criterio el Ministerio de Salud advierte sobre los daños que pueden provocar las camas solares al público en general".
"Las camas solares fueron diseñadas con fines terapéuticos hace más de 30 años. Su efecto es positivo si se aplica bajo pautas médicas a pacientes con enfermedades, como vitiligo o psoriasis, entre otras", precisó.
Ferraro puso como ejemplo a Brasil "que este año las prohibió como solución a un problema estético".
"Las camas solares dan cáncer" - Por: BBC
Para algunos expertos ya no parece haber ninguna duda: las camas y lámparas solares aumentan el riesgo de contraer cáncer.
Hasta ahora, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), un brazo de la Organización Mundial de la Salud, describía a estos aparatos bronceadores como "probablemente cancerígenos para los humanos".
Pero ahora, según anuncia la revista especializada británica The Lancet Oncology en su edición de agosto, la agencia afirma que los rayos ultravioletas que emiten estas máquinas son "definitivamente cancerígenos".
Esta declaración pone a estos métodos de bronceado al mismo nivel de riesgo de cáncer que fumar o exponerse a amianto.
La afirmación fue resultado de una investigación que concluyó que el riesgo de melanoma el tipo más grave de cáncer de piel- aumentaba 75% en personas que habían comenzado a usar camas solares antes de los 30 años de edad.
Además, varios estudios relacionan el uso de estas camas con el melanoma en los ojos.
En 1992 los rayos solares ultravioletas de las lámparas y de las camas solares estaban en el nivel 2 de la clasificación de la IARC. Pero a partir de esta nueva investigación, los expertos la elevaron al nivel 1, es decir, el indicador de máximo riesgo.
"Claro mensaje"
Los investigadores de la IARC esperan, mediante este anuncio, presionar a la industria de las camas solares para que se regule mejor su uso.
Sarah Woolnough, de la asociación británica Cancer Research, dijo a la BBC que celebra este anuncio, pues es "un claro mensaje a la industria y al gobierno".
Woolnough aconsejó a los jóvenes no utilizar camas ni lámparas solares. "Hay muchos riesgos en juego. Sabemos que los más jóvenes tienen acceso muy fácil a estas camas, y queremos que esto se regule".
"Los expertos han aportado evidencia de que las camas no son seguras por varias razones, especialmente que la tecnología que usan algunas es increíblemente poderosa, equivalente al sol del Mediterráneo, o peor".
Cancer Research advirtió este año que el uso intensivo de camas solares juega un importante papel en las cifras de británicos con cáncer, que este año batió un récord de 10.000 enfermos.
"Exagerado"
Sin embargo, la Asociación de Camas Solares del Reino Unido -Sunbed Association- asegura que no hay una relación comprobada entre las camas solares y el cáncer de piel.
Kevin Melnyk, de esta organización, dijo a la BBC que los medios reaccionan demasiado con este tema, y que las afirmaciones publicadas en The Lancet Oncology son "exageradas".
Melnyk asegura que en los locales donde hay camas solares se advierte sobre sus peligros y que no se permite la entrada de menores. Sin embargo, admitió que algunos de estos salones "no operan de manera ética, por razones económicas".
La Sunbed Association ya prohíbe el uso de camas a menores de 16 años, pero asegura que no hay pruebas científicas que justifiquen subir la prohibición a menores de 18. Según la asociación, las camas no son dañinas siempre y cuando se utilicen de manera moderada.
Factores riesgo de cáncer de piel:
> Radiación Ultravioleta.
> Piel clara y ojos claros.
> Dificultad para broncearse.
> Antecedentes familiares o personales de cáncer de piel.
> Tener gran cantidad de lunares.
> Antecedentes de quemaduras solares, especialmente durante la niñez y adolescencia.
"Hay que tomar con precaución la cama solar: cualquier exceso puede producir cáncer" (Dr. Crescenti)
Hay que tomar con mucha precaución cama solar, porque cualquier exceso puede causar daño y desenca-denar en cáncer de piel, aseguró el doctor Ernesto Crescenti, director del Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti.
Con este tema de que ha disminuido la capa de ozono, las radiaciones solares están más fuertes y se ha visto una mayor incidencia de cáncer de piel. Y dentro del cáncer de piel el más agresivo es el melanoma, que diagnosticado a tiempo y con una buena cirugía se cura. Pero si el melanoma perdura en el tiempo, se puede transformar en una enfermedad muy agresiva, y de muy difícil tratamiento ya que es refractario tanto a la quimioterapia como a la radioterapia, advirtió el doctor Crescenti.
Cualquier lunarcito que uno tenga, que vea que cambia de forma, que pica, que sangra, que se agranda o se tiñe de más color, o se hace un bulto, inmediatamente hay que consultar a un dermatólogo. Aparte de los melanomas, hay epiteliomas que son lesiones en piel que no se curan. Uno piensa que es una raspadurita y se forma una costrita, que luego se cae, y esa lesión no se cura
Eso otro tipo de cáncer de piel, así que se debe consultar al dermatólogo en forma urgente, recomendó el doctor.
El tema del sol -subrayó el especialista reconocido internacionalmente- es acumulativo y los rayos solares dañan el ADN celular, y ese daño puede producir el cáncer. Con la cama solar, tienen que tener mucho cuidado las personas de piel muy clara, los rubios de ojos celestes, porque poseen una barrera pigmentaria mucho menor que los morochos.
Hay que tomar con mucha precaución cama solar: cualquier exceso puede causar daño, concluyó el científico e investigador Ernesto Crescenti, director del Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti.