El color de las medicinas condiciona a los pacientes.
Un estudio realizado en la Universidad de Bombai (India) y publicado en la revista International Journal of Biotechnology revela que el color de un medicamento influye en su efecto sobre los pacientes a quienes se receta.
En concreto, según han demostrado R.K. Srivastava y sus colegas, la mayoría muestra una clara preferencia por las pastillas de color rojo o rosa. Además, un alto porcentaje de pacientes piensa que los medicamentos de color rosa son los más dulces, mientras que el color amarillo se asocia al sabor salado, y el blanco y el azul al gusto amargo.
Cada vez que un paciente se toma una pastilla o una cápsula, tiene percepciones que pueden afectar a la efectividad que espera que tenga el medicamento, aseguran los científicos.
Estos consideran que habría que asegurarse de que el color, la forma y todos los elementos sensoriales de un fármaco crean percepciones positivas que complementan a los atributos médicos
Si los pacientes son reacios a tomar una pastilla por un prejuicio sobre su sabor, o simplemente porque el color no les gusta, habría que considerar hacer cambios en su aspecto, concluyen.