Planetas de enanas rojas.
La mayoría de las iniciativas de búsqueda de planetas más allá de nuestro sistema solar se centran en estrellas que son como el Sol. Y es que esas estrellas parecidas al Sol producen las condiciones más similares a las de la Tierra, el único sitio del universo donde sabemos que existe vida.
Sin embargo, algunas búsquedas se ocupan de planetas en torno a las estrellas más pequeñas y más tenues de todas, conocidas como enanas rojas.
Las enanas rojas son, además, las estrellas más comunes. Probablemente representen unas tres cuartas partes de las estrellas de la galaxia, incluyendo la mayoría de nuestros vecinos estelares más próximos.
Estas enanas rojas cercanas son buenos objetivos para una de las técnicas más avanzadas para la búsqueda de planetas: buscar una ligera oscilación en el espectro de la estrella, es decir, en el dibujo producido cuando separamos la luz de la estrella en las distintas longitudes de onda. La estrella se mueve a un lado y a otro como respuesta a la fuerza de gravedad de los planetas en órbita.
A los científicos les interesa de manera especial encontrar planetas en la zona habitable de una estrella la región en la que las temperatures son adecuadas para el agua líquida. La zona habitable alrededor de una enana roja está tan próxima a ella que incluso un planeta tan pequeño como la Tierra produciría una oscilación de buen tamaño en el espectro de la estrella.
Pero las enanas rojas son tan tenues que para estudiarlas con detalle se necesita un telescopio potente -
como el Telescopio Hobby-Eberlyy en el Observatorio McDonald - que se usa para una de las búsquedas más grandes de planetas de enanas rojas.
El Telescopio Hobby-Eberly Telescope del Observatorio McDonald, que se usa en la búsqueda de planetas de enanas rojas.
Astrónomos de la Universidad de Tejas en Austin están usando el telescopio para buscar planetas alrededor de unas cien enanas rojas.
La lista de objetivos incluye la Estrella de Barnard, que está a sólo seis años luz. Sólo el sistema estelar triple Alfa Centauri está más cerca.
Los astrónomos llevan décadas buscando planetas alrededor de la Estrella de Barnard. En la década de 1970, un astrónomo creyó haber encontrado una, pero no se pudo verificar el descubrimiento. Observaciones posteriores mostraron que el planeta era en realidad un error. Desde entonces, otras búsquedas, con mejores técnicas y mejor equipo no han producido resultados.
Hasta ahora, la búsqueda de Tejas tampoco ha producido ningún planeta alrededor de la Estrella de Barnard. Pero sí se ha encontrado un planeta gigante en órbita alrededor de otra estrella.
Como las enanas rojas son tan pequeñas, es probable que se formaran a partir de nubes de gas y polvo más pequeñas que estrellas como el Sol, con menos material sobrante para formar los planetas.
Por eso, muchos investigadores no esperaban encontrar planetas grandes alrededor de estas estrellas. Sus modelos indicaban que no debería haber suficiente gas ni polvo sobrante para formar planetas del tamaño de Júpiter, el gigante de nuestro sistema solar.
Sin embargo, el año pasado, los astrónomos de Tejas y sus colegas informaron del descubrimiento de un planeta gigante en órbita alrededor de Gliese 179 una estrella con sólo una tercera parte de la masa del Sol. La masa del planeta es, por lo menos, el 80 por ciento de la de Júpiter, el planeta más grande de nuestro propio sistema solar. Es un gigante planetario en todos los sentidos.
El descubrimiento proporciona una nueva pista en el esfuerzo para desarrollar un modelo que nos dirá cómo nacen los planetas alrededor de todas las estrellas, incluido nuestro propio Sol.
Este programa ha sido posible gracias a la ayuda del Directorado de la Misión Científica de la NASA.