En el Sistema Solar existen 166 satélites, supervivientes de impactos de meteoritos, con unas condiciones nada cómodas para el colonización humana.



La Luna es el único satélite de nuestro hogar la Tierra. Con un diámetro de 3.476 Km., su atracción gravitacional es sólo un sexto de la de la Tierra, por lo que carece de atmósfera, al no poder mantenerla. Debido a la falta de atmósfera, la temperatura en la superficie de la Luna varía entre +110° C y -180° C. (dependiendo de si la zona se encuentra o no iluminada). Orbita la Tierra a una distancia promedio de 384.000 Km., lo que hace que necesite 27,322 días para darle una vuelta completa, manteniendo siempre la misma cara apuntando hacia ésta. A pesar de esta gran distancia, su atracción gravitacional, junto con la del Sol, causa de las mareas.

Cuenta con el cráter por impacto más grande del Sistema Solar, cubriendo un 15 % de su superficie. Se cree que se originó hace 4.500 millones de años cuando un cuerpo del tamaño de Marte chocó contra la Tierra, desprendiéndose billones de toneladas de material al espacio, que se fueron cohesionando por acreción hasta constituir nuestra luna.


Fobos es el más grande de los dos satélites de Marte, con 27 km de longitud en su eje más largo, y el más cercano, a 6.000 km, aunque dentro de 50 millones de años caiga sobre la superficie marciana, al igual que unos doscientos previos. Dada su posición y su reducido tamaño podría utilizarse como lugar de alunizaje previo a Marte. Sobre su superficie pesaríamos la milésima parte que sobre la Tierra, siendo capaces de poner en orbita, de una forma sencilla, objetos de pequeño tamaño, que a los veinte minutos volverían a nuestra posición. También seríamos capaces de levantar rocas de 400 toneladas y de un salto nos podríamos adentrar más de un kilómetro en el espacio, entrando, a su vez, en órbita.

Este diminuto satélite cuenta con un cráter, Stickney, de 9 km de diámetro, resultado de una colisión con un meteorito, que casi lo hace desaparecer si hubiese sido mayor. En relación con el tamaño de Fobos, este cráter ocuparía en la Tierra como América de Norte. Los surcos paralelos que se observan sobre la superficie del satélite se originaron por las ondas de choque producidas por el impacto.


Orbitando alrededor de Júpiter, se encuentra Io, el satélite más caliente del Sistema Solar. A pesar de la enorme distancia al Sol (800 millones de kilómetros), su elevada temperatura se debe a las fuerzas gravitatorias de Júpiter y los demás satélites interiores, que lo deforman y retuercen hasta calentarlo. Posee unos trescientos volcanes activos, Uno de ellos es Loki, el volcán activo más grande del Sistema Solar, que genera más calor que todos los volcanes de la Tierra juntos. Otro es Prometeo, que posee una columna de gas de 80 km de altura, que forma destellos luminosos equiparables a la aurora boreal terrestre, por su interacción con la letal radiación procedente de Júpiter.

La superficie cuenta con la presencia de montañas no volcánicas, lagos de azufre fundido, calderas volcánicas de varios kilómetros de profundidad y flujos extensos de varios cientos de kilómetros de largo, compuestos por material fluido muy poco viscoso, como Amirani, con 480 km. Así, Io produce 45.000 toneladas de lava por segundo. Fuera de estas zonas, la temperatura promedio es de -130 ºC, existiendo nieve, que en contacto con la lava forma columnas de vapor de azufre de 400 km de altura.


Calisto, satélite de Júpiter, es el más castigado del Sistema Solar por los impactos de meteoritos. Presenta 12 cadenas de cráteres conocidas, que se cree se originaron por tormentas periódicas de meteoritos que se desintegraron al pasar demasiado cerca de Júpiter y se estrellaron contra el satélite. Aproximadamente el 99% del diámetro del planeta Mercurio, pero sólo un tercio de su masa. A su vez, Calisto posee campo magnético, que se cree es inducido por el de Júpiter, lo que supondría la posibilidad de que poseyese un océano subterráneo, a una profundidad de 100 a 150 kilómetros, así como un pequeño y rocoso núcleo. Esta probable presencia de océano podría servir de refugio para la vida.


Europa es otro satélite de Júpiter, tan lejos del Sol que prácticamente no recibe calor de éste. Posee una capa externa de agua de unos 100 km de espesor, parte como hielo en la corteza al encontrarse a -160° C, parte en forma de océano líquido bajo el hielo. Estos océanos están constantemente transformándose por la fuerza de atracción de Júpiter y de los satélites cercanos, originando grietas que pueden alcanzar los 1.500 km de longitud, 20 km de anchura y 500 metros de altura. Se cree que en agua líquida y protegida de la letal radiación procedente de Júpiter podría haber vida en forma de microorganismos.


Orbitando alrededor del planeta gaseoso Saturno, se encuentra Titán, su satélite más grande, la única luna del Sistema Solar que cuenta con una atmósfera de varios kilómetros. La superficie de Titán está llena de lagos de gas natural líquido inflamable a – 180 ºC. Como consecuencia de su densa atmósfera, que cuenta con cielo, nubes y viento, y su baja gravedad, seríamos capaces de volar empleando unas pequeñas alas y nuestros músculos. Su atmósfera está completamente privada de oxígeno y en su lugar hay una abundancia de nitrógeno y de metano frío, que se cree que cae como la lluvia.


Tritón es el satélite más frío del Sistema solar, con 240 ºC bajo cero, acercándose así al cero absoluto (-273ºC), la temperatura donde toda la materia permanece inmóvil. Orbita alrededor de Neptuno, un planeta compuesto por una mezcla de gases, sesenta veces más grande que la Tierra y donde se han observado los vientos más fuertes del Sistema Solar, con 2.000 km/h. A pesar de su baja temperatura, Tritón es un cuerpo dinámico, con géiseres y volcanes, modificando constantemente su superficie.

Como consecuencia de su temperatura interna, el hielo se sublima, originándose volcanes de hielo en su superficie por el aumento de volumen del estado gaseoso. Al salir se hiela nuevamente, casi al instante, produciénsose al mismo tiempo, géiseres de nitrógeno, ya que éste hierva a solo -195 ºC.

Como consecuencia de la fuerza con la que proyectado (diez veces superior al de los géiseres de agua de la Tierra) y de la menor gravedad en la superficie de este satélite por su menos masa (un doceavo de la de la Tierra), los géiseres oscurecidos por el carbono, alcanzan una altura de 8.000 metros, donde son arrastrados por lo vientos a gran altura del satélite.