Egipto es, además de una de las siete maravillas del mundo, la Tierra de los Tesoros, Faraones y Pirámides, que albergaron y vieron crecer, desarrollarse y desaparecer a una cultura opulenta y poderosa alrededor del largo, prolífico y estrecho Río Nilo.
Junto a las famosas Pirámides de Gizeh, se observa la enorme cabeza de la Gran Esfinge, con cuerpo de león y cabeza humana. Los arqueólogos creen que representa al faraón Kefrén, pero no existe ninguna prueba de ello, así como también se desconoce el motivo de su construcción, aunque algunos estudios sugieren que las esfinges estaban desde mucho antes que las pirámides para proteger los templos. Lo cierto es que todavía no hay certeza acerca de su origen y finalidad.
Uno de los reyes mas famosos de Egipto fue Tutankamón, él asumió el trono con solo 12 años de edad, dominando el pueblo egipcio en la XVIII Dinastía. A los 18 años murió sin saberse nunca las causas, así es que su reinado, duró poco. Su tumba se descubrió a comienzos de siglo XX, y fue la única que sobrevivió a los ladrones de tumbas. En el Museo Egipcio de El Cairo, se pueden ver los tesoros que contenía la tumba de este rey, con su famosa máscara funeraria, enchapada en oro, representando el rostro del joven faraón.
En el Imperio Antiguo 2700 al 2250 antes de Cristo, bajo la dinastía III, la capital se traslada a Menfis. Durante esta época surge la costumbre de construir grandes pirámides de piedra propiciadas por el faraón Dyeser. Posteriormente en la dinastía IV con Keops Seneferu y Kefrén es cuando se construyen las mayores pirámides.
Uno de los expertos en el estudio de las pirámides nació en Alejandría aunque con padres de origen belga, se trata del escritor e ingeniero Robert Bauval, que desde muy joven sentía fascinación por la egiptología.
Por tamara
