Fuertes, hincha del Millo, pidió perdón tras convertir. “Es un momento triste, pero estoy para hacer goles. Lástima que enfrente estuvo River”, se lamentó.


De chico, en su Coronel Dorrego natal, atajaba en los picados y soñaba con parecerse a su ídolo, Ubaldo Matildo Fillol. Quizás, en su subconsciente, anoche haya aparecido esa imagen de Juan Pablo Carrizo sacándose de encima al Pato tras el partido con San Lorenzo (lo que derivó en la renuncia del ex arquero).

Como un justiciero, Esteban Fuertes no tuvo piedad y sometió a JP con un remate seco, con la cara externa del pie derecho, previo caño a Román. Un golazo que merecía ser gritado con alma y vida. Pero el hincha de River que lleva adentro no se lo permitió. El Bichi suplicó perdón, simbolizado en esas manos juntas con los dedos hacia el cielo y apuntando a la popular local.

Eso explicó el delantero, quien igual le tiró buena vibra:

Cada día más goleador, a sus 38 años, el Palermo de Colón es un ejemplo de profesionalismo. Y quedó en claro que su amor por River no lo condicionó para convertirle 11 goles en su carrera (ver aparte). Aunque el de anoche, debido al fantasma de la Promoción, haya tenido otro significado. Por eso, lo silbaron cuando fue reemplazado. “La gente de River debe sentirse dolida porque el equipo está en una situación incómoda. Pero tampoco es mi culpa. Hace bastante que viene mal, no está así por este gol”, se defendió. Sexto de siete hermanos varones (12 en total), seguramente Fuertes se habrá acordado de algunos de sus hermanos, quienes suelen ir al Monumental como hinchas. Vaya paradoja, muchos se habrán acordado de alguna de sus hermanas...

Que golazo te clavaste Bichi!