Existen momentos en la vida de un pibe, que pueden hacerlo sentir que está en lo más parecido al paraíso prometido.
Y si hay un ejemplo indudable, es seguro este Pibito Messi.
Un chico dotado de un talento increíble, pasando por un momento superlativo y recien salido de la adolescencia, bien podría despegar a un nivel de inconciencia tal, como para desconocer cualquier origen al que haya pertenecido y manejarse en una asumida realidad virtual creada por su estatus actual.
Pero no, al contrario de todo lo que podemos observar en esta época de mucha adoración al éxito por si solo, y poco, muy poco, al sacrificio, este pequeño gran hombre da muestras de una templanza y culto del bajo perfil, que impresiona.
Aunque a decir verdad, no tanto. El solo hecho de ver la manera de manejarse que tiene la familia, ante todo esto que le esta pasando a su hijo, me permiten decifrar el secreto.
" Hacer incapié en los valores de la familia, primero "
" Mostrarle el laverinto de la vida, después "
Edgardo Tamarit piensa:
- Esa prensa bien amarilla, debe tener una ganas de que equivoque el camino...
- Pero que bien la hace el pendex !!!
- Las que se debe estar masticando y nadie se entera, ole...ole...ole...ole. Que jugador!!!
Por materiablogger
