Para la supervivencia y el óptimo desarrollo de la humanidad, el contacto físico resulta imprescindible

Abrazar es una grandiosa medicina. Transfiere energía y da a la persona abrazada, un estímulo emocional. Necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para mantenernos y 12 para crecer. La piel es el órgano más grande y necesita mucho cariño. Un abrazo puede cubrir una gran parte de la piel y dar el masaje que se necesita. Es también, una forma de comunicarse. Puede decir las cosas para las que no tienes palabras. Uno de los puntos más positivos del caso, es que no se puede dar un abrazo sin recibir otro a cambio.

Siendo abrazados, un bebé de cualquier especie se aliviará de todos sus miedos, dudas, frío, nerviosismo, angustias, inseguridades. Igualmente, todo adulto se sentirá reconfortado, acompañado, unido, aliviado, con un cálido y sincero abrazo. Éste eleva nuestra estima, mejora el sistema inmunológico, nos une. Nos despeja del estrés cotidiano y da protección cálida del aquí y el ahora.



Todos funcionaríamos mejor durante el día, si abrazáramos o nos dejáramos abrazar. Si bien es cierto que dar o recibir un abrazo es algo simple y cotidiano, casi todos desconocemos la dimensión de plenitud que nos proporciona. Los expertos en la materia, tienen mucha razón al decir que "en su forma más elevada, abrazar es también un arte". Una de las formas más naturales y espontáneas de demostrar afectos es a través del abrazo. Contribuye a la curación y la salud de cada ser.

Los abrazos nos alivian el dolor cuando perdemos a un ser amado o estamos en erribles encrucijadas, teniendo un gran efecto en la unión familiar, nos recuerdan siempre nuestro hogar, en los brazos maternos, en volver a nuestras raíces naturales. Calman la ansiedad, la depresión, las frustraciones, los pánicos, fobias y hasta alivian dolores en general.

Son parte de una medicina que todos tenemos a nuestro alcance. Si 2 personas se abrazan desde el corazón, ya no son 2 en un abrazo... el mismo abrazo los transforma en 1 solo. Forman una esencia y hacen que la energía universal se potencie en la sinceridad, en el amor, en la amistad. Detiene el tiempo y sana nuestros males. La vida misma se enfoca en el encuentro de las almas, y se hace inevitable cerrar el momento de ese abrazo mirándose a los ojos mientras los cuerpos se separan. Éste proceder, produce un efecto holístico, ya que el sistema inmunológico se fortalece. Aumenta a autoestima y genera considerables endorfinas como para sanar el cuerpo y la mente. El abrazo es así, uno de los contactos genuinamente más espirituales

Amma, una gran maestra espiritual de la india, quien es llamada la santa de los abrazos, da abrazos 20 horas diarias, sólo por amor. Cuando alguien le pregunta por qué lo hace, ella responde: "sería como preguntarle al río por qué fluye".