Cómo eliminar malos olores
Por pachy
  
Miercoles, 27/04/2011
Nuestro olfato es capaz de percibir aproximadamente diez mil olores diferentes. Pero… ¿cómo conseguimos oler? De los cuerpos odoríferos (o sea, de los que emiten algún olor, que no son pocos) se desprenden minúsculas partículas que flotan en el aire que respiramos. Al inspirar, esas moléculas alcanzan nuestra mucosa olfativa. A través de células bien diferenciadas, la mucosa recibe los estímulos químicos y los convierte en cargas eléctricas para que nuestro cerebro pueda interpretarlos. El proceso es complejo e instantáneo. Ocurre incluso antes de que seamos conscientes de la presencia de un determinado olor.

Perfumes, aromas, fragancias, son palabras reservadas a las sensaciones olfativas que nos agradan. Pero… ¿qué hacer con las que nos disgustan? Muchos aromatizadores de ambiente actúan como agentes encubridores. Dicho de otra manera, simplemente ocultan el mal olor con otro agradable más potente. Su efecto es inmediato, aunque dura poco tiempo. Si lo que causa el mal olor no es eliminado, éste regresará.

Una solución más eficiente consiste en neutralizar los olores desagradables. Para ello contamos con sofisticados productos comerciales y trucos caseros muy eficaces. Absorber, encapsular o modificar las moléculas del mal olor son los caminos más usuales a tomar. Existen sustancias, como por ejemplo el carbón activo, que naturalmente absorben los olores. Otras sustancias actúan encapsulando, es decir, encerrando una a una las partículas que huelen mal. Un recurso aún más sutil consiste en modificar las moléculas del mal olor, cambiando así su estructura y sus propiedades. Entre ellas, la de molestar a nuestras narices.


Por pachy