"Dios y los Halcones" y "Halcones sobre Malvinas"
Por solpaturismo
  
Viernes, 08/04/2011
Hola!!
Acá les dejo un excelente libro sobre las acciones de la Fuerza Aerea Argentina (FAA) durante la Guerra de Malvinas.
Relata misiones y anecdotas de los pilotos (contadas por el propio autor y en otras ocasiones por quienes las protagonizaron)
El libro se llama: "Con Dios en el Alma y un Halcon en el Corazon".
Es un compendio de "Dios y los Halcones" y "Halcones sobre Malvinas" , ambos del mismo autor, Comodoro Pablo Marcos Rafael Carballo.
Lo estoy leyendo y la verdad quiero compartirlo ya que es emocionante las hazañas de estos valientes Argentinos.
Es una obra infaltable para los Argentinos y para los que quieren saber algo mas de la guerra, mas allá de las causas y consecuencias, es un Homenaje a nuestros pilotos; a los que volvieron y a los que dieron su vida cumpliendo un juramento realizado en la EAM: "Defender la Bandera, hasta perder la Vida".
Link de Descarga : http://rapidshare.com/files/83060656/LIBRO_COM_CARBALLO.pdf.html
(Clikear donde dice Slow Download)
Fuente: http://www.faa.mil.ar

“Patria es todo aquello que nos pertenece, amamos y
somos capaces de dar la vida por su causa”.

El autor:
Comodoro (retirado) Pablo Marcos Rafael Carballo, (en el '82 tenia el grado de Capitan) piloto de A-4B "Skyhawk", participo en varias misiones contra la flota británica y tiene en su haber el hundimiento y averia de varios buques.
Recibio la condecoracion por "Heroico Valor en Combate", por su actuacion en el conflicto.
Actualmente es profesor en la EAM (Escuela de Aviacion Militar - Cordoba).




Voy a pasar a citar algunas partes del libro que me emocionaron mucho:


Un hecho destacable fue la actitud de muchos oficiales que pudieron eludir, por su edad y
grado, el entrar en combate, como el Vicecomodoro Manuel Mariel, pero exigieron ir al frente de sus hombres, siguiendo el lema de que “una vida es más importante por su calidad que por su longitud”.
“”Así lo hicimos, aterrizamos en la Base Aeronaval Trelew y fuimos recibidos con patriótica
algarabía.
Efectuamos varios vuelos en el mar siguiendo distintos patrones de bombardeo y otras
prácticas para ganar experiencia que no teníamos. Como siempre SIRI dio muestras de sus excelentes aptitudes como navegador y bombardero, aunque comencé a notar que le aquejaban terribles dolores. Pese a sus esfuerzos por ocultarlos, en ocasiones se le escapaban conmovedores quejidos. (Tenía una enfermedad incurable).
Así esperábamos la hora del combate, pero la flota fue más lenta que su enfermedad. Iniciadas las operaciones y ocultando grandes sufrimientos, me pidió que lo llevara de cualquier manera hasta el avión y lo ayudara a atarse para poder ir al combate, a lo que no accedí ya que su aptitud física estaba marcadamente disminuida, el margen de supervivencia era nulo en caso de derribo y en el mejor de los casos su estado se agravaría. Lloró conmigo de impotencia, como el buen soldado que no puede defender lo suyo. Pocos meses después de finalizada la contienda, ya en conocimiento pleno de su enfermedad libró su última batalla con la misma voluntad de aquellos días.
Es imperiosa la mención de estos antecedentes para valorizar la personalidad de este luchador. Vaya este pequeño homenaje para la "Lombriz" Siri y sus hijos, para que siempre
sepan de su valor.””


Me contaba el 1er Teniente Mariano Velasco, quién se eyectó en la Gran Malvina, luego de que atacamos juntos en Bahía San Carlos, que durante ese día y dos noches que caminó sin cesar para evitar morir congelado, descubrió la fuerza espiritual que da la Fe, la que permite a un ser humano llegar mucho mas allá de lo físicamente posible.


En nuestras islas quedaron valiosos hombres que nos piden que no regalemos lo que a ellos les costó la vida y que no nos dejemos influenciar por lo que predican aquellos que solo consideran el vivir tranquilos, no importa el costo.


Allí abajo nos esperaba una mini-flota y nuestro temor no era tanto a los misiles (ya que uno acabaría rápidamente con el avión y su tripulación, en n instante y sin dolor) sino algún disparo de los muchos que habría y que podría agujerear nuestro tanque auxiliar imposibilitando nuestro regreso al continente.

07:30 horas, ¡¡ alerta Roja por el Norte !! y los Harriers le dieron a un hangar cerca de la planta
de combustible. La artillería le pegó a uno y el otro se fue humeando.
Nosotros teníamos dos aprendices de Drácula que dormían en cajones, pues decían que eran más secos y confortables que nuestras cuevas (con bolsas de dormir). En medio del bombardeo se despertó el "Gaita" y vimos, atónitos, que se abría la tapa del cajón, como en las películas de terror y asomaba su cabeza, con cara de no entender nada.
—Pepe: Gaita, estamos en pleno bombardeo.
—Gaita: Déjate de bromas.
—Pepe: Son Harriers.
—Gaita: Deciles que me levanto más tarde.
... Y allí se dio cuenta que era real........ (Luego nos diría que creyó que era una práctica de tiro de los Pucará).
Inteligencia nos avisó que estimaba bombardeo naval inglés a las 16:00 horas, lo que
aparentemente era cierto, pues tres fragatas se instalaron frente a Puerto Argentino.
El "Gaita" y el "Perro", junto con el Mayor Zeoli , salieron en un jeep con una rueda totalmente en llanta hacia la pista, mientras el "Whisky" miraba con unos largavistas.
— ¡ Me c....en la puntualidad inglesa !
—¡¡¡¡booommm!!!,....y el primer bombazo pegó 50 ó 60 metros delante del Land Rover, que en un segundo quedó sólo y abandonado. Entraron a uno de los refugios.
—Gaita: Buenas, podemos pasar.
— Un Oficial: Adelante m'hijo.....
— Un soldado: Cabo Principal, tengo miedo.
— Gaita: Quédate tranquilo...yo también, o te crees que porque use boina no...toma, fúmate
uno.. Mientras tanto en la cantera, pegaditos a una elevación
— 1er.Teniente Alzamora: ¡Cuernos!, están reglando (apuntando) hacia aquí.
— Gato: Gallo, vayamos a las letrinas.
— Gallo: No espera ...(Tres bombazos más)...
— Gato: Vamos Gallo...
Ya se había ido. Algunas bombas más y todo terminó, porque la Fuerza Aérea Argentina atacó, dejando dos de las tres en llamas, la algarabía fue total.
El operador de radar nos informó que estaban atacando en ese momento el aeropuerto, y
que caía un Harrier (ingles) en llamas en el Puerto.
Nos pusimos muy contentos con Ricardo y gritamos un —¡Viva la Patria!
Al mismo tiempo que nos informaban lo anterior, nos dijo que tenía dos pichones 7- (aviones enemigos), para nosotros.
Comenzó un descenso vertiginoso buscando velocidad y vuelo rasante, para evitar ser
captados por el radar de alguna fragata inglesa, que diera su posición a quienes lo perseguían.
Mientras tanto, el Jefe de la sección Mirage protagonizó la primera acción heroica de la
Fuerza Aérea Argentina en esta guerra y en la primera misión de la misma, poniendo de
manifiesto la inmensidad de su corazón. Pese a encontrarse con mínimo combustible, y sabiendo que quizás no le alcanzaría para regresar al continente, al escuchar por su radio lo que ocurría, volvió hacia las Islas comprometiendo la vida de ambos (él y su numeral), interponiéndose entre los A-4B y los Harriers y logrando la fuga por acción disuasiva del enemigo, con el que se cruzó en el espacio.
Luego regresaron —la sección y la escuadrilla— a su base de asiento en el continente,
aterrizando los Mirage III, como decimos en la jerga aeronáutica, “sin jugo”, o sea, casi sin
combustible.
Acababa de ser escrita la primera página de la historia de nuestra Fuerza Aérea en esta
guerra, y ya podíamos decir con orgullo: ¡esos son algunos de los nuestros!
En tierra los esperábamos para darles un abrazo.

Cuatro horas del día 1 ° de Mayo. El Mayor Vivas, jefe del Escuadrón, golpeando las puertas de los alojamientos gritó:
— ¡ Atacan Puerto Argentino !
— ¡ Arriba todo el mundo !
No quiero asegurarlo pero creo haber escuchado que alguno salió con una bota de vuelo dos números más chica y viceversa.



Volábamos casi tocando el agua, el No 1 dejaba un torbellino de espuma en el aire.
Bruscamente, por el alcance de las ondas de VHF (Radio) comenzamos a escuchar gritos
entrecortados y luego más claros:
— ¡ Bien pibe, lo pusiste de traste, lo tumbaste !
Otro decía:— ¡ Me eyecto !
Otro: - ¡Me dieron. No puedo tenerlo. Me voy a la isla!
— ¡ Pájaro, abrite, un misil !
— ¡Ruptura!
Simultáneamente accioné violentamente los aceleradores a su tope máximo, todo el volante y pedal a la izquierda y atrás.
— ¡ Jorge, lanza bengalas y chaff, cada 15 segundos !
Pasé rozando el agua con mi ala izquierda, que se extiende a 10 metros de la cabina; pero sin sacar la vista del misil.
El No 1 giraba rápidamente hacia la derecha, lo que quizás provocó que el Sidewinder calórico, enganchara la estela caliente del numeral 2, sumado a que éste iba más alto y que su trayectoria
era aún lineal. Con desesperación grité:
— ¡ Guarda el 2 ! ¡¡¡Guarda el 2 !!!!
— ¡Vire carajo!.
— ¡ Dios !....
Ya era tarde… no tuvo tiempo de evadirlo. Vi el misil entrar en su motor derecho lo que no
provocó ninguna explosión violenta, y si destrucción progresiva del motor.
En este instante perdíamos de vista la acción por el brusco cambio de rumbo. Pero el Capitán Baigorrí por estar virando hacia ese lado pudo ver la eyección y los dos hongos de los paracaídas, como así la caída del avión al agua con fuego en el motor derecho.
Nuestro pecho se conmovió instintivamente, si es que eso era posible, dadas las circunstancias que corrían, al pensar que nuestros amigos no tenían salvación en la inmensidad del mar abierto.

— Che, parece que nos perdió. ¿ Cómo le irá al "Pájaro" ?
— Pájaro - Cobra - (mi indicativo normal) -¿ Cómo andas ?
— “¡ Bien loco ! No me enganchó”
— ¡ A mí tampoco Pichón !
En la penumbra del avanzado atardecer, me pareció ver buques con reflectores grisáceos.
¡Estábamos rodeados por la flota !. Se me apretó el corazón.
— ¡ Estamos rodeados, veo fragatas por todos lados, no tengo por donde pasar !
Aunque no había forma de distinguirlos estaban demasiado cerca del continente por lo que
dedujimos eran de la Armada Argentina. Dada la forma de nuestra aparición eso no era ninguna garantía de supervivencia si no alcanzábamos a avisarles, pues con toda seguridad en sus pantallas veían acercarse aun agresor.
— ¡Jorge, ¡urgente!, con la clave, llama en la frecuencia de los "Navis", que son nuestros. Yo
por las dudas miro afuera para tratar de esquivar si nos tiran algo.
Todo ocurría tan vertiginosamente que los sentidos parecían lentos y torpes.
— ¡ “Lobo – Matienzo” ! (Llamada en clave).
Prontamente arreciaron las llamadas de distintos buques pidiendo autenticación. (Confirmación por medio de códigos especiales). Lo que quería decir que estaban a punto de tirarnos con todo. Con un poco de alivio hicimos enlace con la fragata "Ponderosa" o "Maravilla", no recuerdo Bien.
Saludos
sol


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