1-Introducción
2-Hipótesis
3-Breve cronología de las islas Malvinas.
4-¿Por qué las Malvinas son argentinas?
5-Las razones que llevaron a la guerra.
6-El episodio de las Georgias, aparente desencadenante del conflicto armado.
7-La ocupación militar de las Malvinas.
8-Del triunfalismo a la derrota.
9-La reacción de la población ante la guerra de Malvinas.
10-La visita del papa Juan Pablo II.
11-La rendición.
12-Los efectos políticos de la derrota.
13-Conclusión
14-Testimonios.
15-Bibliografía.
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INTRODUCCIÓN
Hace ya 21 años, el 2 de Abril de 1982, Argentina echaba a los ingleses de las Islas Malvinas.
Pocas semanas después, Londres envió una flota a recuperar el honor y las tierras, y lo logró tras una guerra breve y vertiginosa que terminó el 14 de Junio.
Las estadísticas dicen que en el conflicto combatieron más de 12000 argentinos que lo dieron todo y 700 no volvieron a casa.
Me parece importante resaltar que la Guerra de Malvinas fue la única guerra que libró la Argentina en el siglo XX.
HIPÓTESIS
"¿Estábamos preparados para enfrentar una guerra?"
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A pesar de la negatividad de la contienda, me atrevería a decir que
"La Guerra de Malvinas fue en algún punto, positiva."
DESARROLLO
BREVE CRONOLOGÍA DE LAS ISLAS MALVINAS.
Las islas figuran en los mapas cartográficos desde los años 1515-1520, antes del viaje de Magallanes.
Hacia 1527 las islas Malvinas fueron bautizadas como islas San Antón por el rey español Carlos I. por el Tratado de Tordesillas de 1494 las islas estaban dentro del ámbito geográfico español.
El inglés John Strong surcó en 1690, el estrecho de San Carlos. En 1701, los balleneros de Saint Maló difundieron la existencia de las islas, originando el nombre de Malouines (del que deriva Malvinas) con el que se las conoció en el siglo XVII, y actualmente.
Las islas permanecieron deshabitadas hasta 1764. En esa época Louis Antoine de Bougainville fundó Fort Royal o foro Saint Louis, en la bahía de la Anunciación.
En 1765, los ingleses establecieron una colonia, Puerto Egmont, en la isla Trinidad. España, que se consideraba soberana de la región, protestó ante Francia por la colonización logrando la restitución de Port Saint Louis que pasó a llamarse Puerto de Nuestra Señora de la Soledad. También se logró erradicar a los británicos quienes partieron definitivamente en 1774.
La creación del Virreinato del Río de la Plata (1776), mantuvo a las Malvinas bajo la jurisdicción de Buenos Aires.
A fines de 1820, el gobierno argentino tomó posesión efectiva de las Islas Malvinas que nos pertenecían por ser herencia española. El pabellón nacional argentino fue izado por primera vez el 6 de noviembre de 1820.
Argentina otorgó tierras a los ciudadanos Jorge Pacheco y Luis Vernet con el fin de que establecieran una colonia. Además, creó la Comandancia Política y Militar con asiento en Puerto Soledad y designó a su cargo a Luis Vernet.
En esa época, la fauna costera era objeto de una depredación irracional. El comandante Vernet dispuso medidas para frenar esa situación, ordenando la detención de tres barcos pesqueros estadounidenses. La reacción inusitada de Estados Unidos (saqueo de las poblaciones y captura de los habitantes), provocó un largo pleito.
Inglaterra aprovechó la situación conflictiva y envió sus fuerzas militares en la corbeta Clío, bajo el mando de Jhon Onslow.
El 2 de enero de 1833, en Puerto Soledad, se enarboló la bandera inglesa iniciándose así el largo periodo que Argentina considera una usurpación, razón por la cual, a lo largo de los años, no ha cesado de reclamar su soberanía.
Numerosas negociaciones se han llevado ha cabo desde entonces. La Argentina ha presentado ante Gran Bretaña, la ONU, OEA y varios organismos internacionales, continuos reclamos que exigen la inmediata devolución de las islas. Los argumentos presentados son de carácter histórico, geográfico y político: sin embargo Gran Bretaña se ha negado a admitir alguno de ellos.
En 1982 las tensiones desembocaron en un conflicto bélico que produjo profundos cambios en la región. El triste episodio culminó con el triunfo de Inglaterra que contó en todo momento con el apoyo de Estados Unidos y los países integrantes de la Comunidad Europea. La Republica Argentina se encontró aislada internacionalmente.
Después de casi una década de interrupción, se restablecieron las relaciones bilaterales entre los dos países, inaugurándose una nueva etapa en la disputa de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.
¿POR QUÉ LAS MALVINAS SON ARGENTINAS?
Las Malvinas son Argentinas por las siguientes razones:
Histórica:
Geográfica:
Jurídica:
HISTORICA:
España fue la nación descubridora, por haber sido Esteban Gómez (miembro de la expedición de Magallanes), el primero que las avistó.
GEOGRAFICA:
* Se encuentran dentro de la zona otorgada a España por las bulas de Alejandro VI por el Tratado de Tordesillas.
* Las islas se encuentran dentro de la plataforma submarina argentina, a una distancia de 346 Km. del continente, mientras que de Inglaterra están a 12000 Km.
* Pertenecen a la Patagonia argentina.
* El archipiélago figura en la cartografía de la época, no así en la inglesa.
JURIDICA:
Al independizarnos heredamos de España los derechos sobre ellas, sin reclamaciones por parte de ningún país.
LAS RAZONES QUE LLEVARON A LA GUERRA.
A principios de 1982 el régimen militar, estaba llegando a su fin. El descontento popular por el deterioro de la situación económica y política, sumado el conocimiento sobre las violaciones de los derechos humanos que amparaba el régimen, llevaron a la Junta Militar a un callejón sin salida. Ante los resultados nefastos de la gestión, el régimen, entró en una crisis casi terminal.
La recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas se convirtió en una de las preocupaciones centrales del gobierno militar encabezado por el General Leopoldo F. Galtieri, frente a la posibilidad de que Chile obtuviera el control de Canal de Beagle y Argentina perdiera presencia en el Atlántico Sur. Para ello comenzó, una ofensiva diplomática e irreflexible que duraría hasta el comienzo de la guerra.
Argentina se propuso reactivar las negociaciones y alcanzar algún tipo de acuerdo con Inglaterra sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
En enero de 1982, la Junta militar decidió, retomar las negociaciones diplomáticas y emplear la fuerza armada en caso de fracaso de la primera opción. La operación militar prevista inicialmente era incruenta y consistía en el desembarco, la ocupación y el retiro inmediato de las islas. De este modo, los militares argentinos buscaban evitar una reacción del gobierno inglés y obligarlo a una negociación.
Sin embargo, una vez producido el desembarco, la Junta decidió no retirarse de las islas porque advirtió que la campaña militar por la recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas podía generar importantes beneficios políticos internos, ya que los militares necesitaban realizar una acción espectacular que desviara la atención del publico del aumento de los conflictos sociales. La guerra de Malvinas, una causa de reivindicación nacional de largo tradición, les permitiría, además, conseguir el apoyo de amplios sectores sociales que ya comenzaban a mostrar su disconformidad y su oposición a la dictadura.
A principios de marzo, el gobierno militar argentino propuso al gobierno británico acelerar las negociaciones diplomáticas para "obtener una pronta solución".
Los reclamos de la Argentina fueron adquiriendo un tono cada vez más agresivo.
EL EPISODIO DE LAS GEORGIAS, APARENTE DESENCADENANTE DEL CONFLICTO ARMADO.
Hacia fines de mayo de 1981, la empresa "Georgias del Sur", en cumplimiento de un convenio firmado con Gran Bretaña, contrató un grupo de operarios argentinos con la misión de desmantelar una planta ballenera que se hallaba instalada en la Isla San Pedro (la mayor de las Georgias del Sur) ocupada al igual que las Malvinas y las Sándwich del Sur.
El 20 de marzo de 1982, Londres presentó una protesta considerando un hecho grave de desembarco del personal civil y militar, quienes habían izado la bandera Argentina y cambiado señales inglesas, y que además se habían escuchado disparos de armas de fuego. Esta actitud fue considerada por el gobierno británico como el primer paso de una invasión.
Como consecuencia, se llevaron a cabo los primeros movimientos de tropa de ambos países. Argentina envió varias unidades de la flota de guerra para prestar apoyo y proteger al citado grupo de ciudadanos, el gobierno ingles por su parte envió una embarcación militar para desalojar de inmediato al grupo de trabajadores que había "cometido actos contrarios a la soberanía británica en la región". Este hecho hizo pensar al gobierno argentino que Gran Bretaña estaba utilizando esta oportunidad para reforzar su presencia militar en las islas.
LA OCUPACIÓN MILITAR DE LAS MALVINAS.
Durante la noche del 1º de abril de 1982 y la madrugada del viernes 2, parte de la flota argentina de mar operaba frente a las Islas Malvinas. Entretanto, la reducida dotación de británicos en la capital malvinense se desplegaba en actitud defensiva.
Esa misma noche se reunía el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pedido de Gran Bretaña, que denunció "la inminente amenaza de invasión argentina a las islas". La reacción argentina fue inmediata. Nuestro embajador denunció ante las Naciones Unidas la situación de grave tensión provocada arbitrariamente por Inglaterra en las Georgias.
A las 6.30 de la mañana del viernes 2 de abril, las Fuerzas Armadas argentinas (ejército, marina y aviación) desembarcaron en las Malvinas tomando posesión de Puerto Stanley, al que rebautizaron Puerto Argentino. Cabe aclarar aquí, que también los jóvenes argentinos que hacían el servicio militar fueron "embarcados y llevados" hacia el sur. Ellos no combatieron en la guerra porque tenían una carrera militar sino porque el servicio militar era entonces obligatorio.
Luego de algunos enfrentamientos en diversos lugares de la isla culminaron con la rendición del gobernador británico, así fue como la Fuerza Armada argentina levantó la bandera nacional.
Debido al exitoso resultado del operativo, el gobierno militar comunicó a la población que "la Republica, por intermedio de las Fuerzas Armadas, mediante la concreción de una excelentísima operación conjunta, ha recuperado las Islas Malvinas, Georgias y las Sándwich del Sur
". La noticia fue anunciada al país por cadena oficial y generó una primera reacción de sorpresa generalizada.
DEL TRIUNFALISMO A LA DERROTA.
Como mencioné en el apartado que se refiere a la ocupación militar, con el episodio sucedido el 2 de abril, el gobierno y la población, creían que el triunfo estaba cerca.
Además, las autoridades militares argentinas siempre consideraron improbable que las autoridades británicas intentaran recuperar militarmente las islas, estaban confiados en que Gran Bretaña no entraría en una contienda bélica en territorios tan alejados, y según creían los estrategas de las Fuerzas Armadas argentinas, sin importancia para los intereses británicos. Este error de apreciación fue la razón por la cual la Junta no tenía previsto un plan de defensa de sus posiciones una vez que las islas habían sido tomadas. Por otra parte, confiaban también en que, en caso de un enfrentamiento armado, las fluidas relaciones que la Argentina tenía con el gobierno de Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos, servirían para asegurar, por lo menos, la neutralidad de ese país en la guerra.
Sin embargo, la reacción británica no fue la que habían previsto Galtieri y los otros jefes militares. Los grupos conservadores de aquel país, liderados por la primera ministra Margaret Thatcher, vieron, al igual que los militares argentinos, la posibilidad de utilizar la guerra del Atlántico Sur como un medio para conseguir consenso hacia su política interna. Rápidamente los británicos enviaron una gran cantidad de buques de guerra hacia la zona austral, al mismo tiempo que lograban la solidaridad de los miembros de la Comunidad Económica Europea y el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y también de la OTAN.
Argentina, por su parte, había conseguido un tibio respaldo de la Unión Soviética y la solidaridad total, aunque no armada, de los países latinoamericanos. El ministro de Relaciones Exteriores Costa Méndez, realizó infructuosas gestiones para lograr el apoyo del gobierno estadounidense, pero no se pudo lograr. Por el contrario poco después de terminada la guerra se supo que Estados Unidos había otorgado apoyo logístico a las tropas británicas.
Inicialmente, el gobierno de EEUU cumplió el papel de mediador entre sus aliados. Sin embargo, la gestión conciliadora, fracasó. La guerra, entonces, apareció como la única opción.
La llegada de los buques de guerra británicos a las islas hizo evidente que los ingleses consideraban que tenían muy poco para negociar con el gobierno argentino. Luego de recuperar sin mayores problemas las Islas Georgias, a principios del mes de mayo, los británicos comenzaron el ataque militar contra las Malvinas.
A comienzos de junio, la infraestructura de combate era considerablemente inferior a la tecnología bélica de los ingleses y las condiciones alimentarias de los soldados argentinos eran pésimas. Pese al heroísmo de nuestros soldados y algunos resultados exitosos de la aviación, el resultado de la guerra iba mostrando la cruda realidad de la derrota argentina.
LA REACCIÓN DE LA POBLACIÓN ANTE LA GUERRA DE MALVINAS
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Al igual que en el apartado anterior, también el sentimiento de la población transitó de la euforia a la desmoralización.
En principio, la actitud triunfalista en el gobierno se extendió a todo el pueblo que apoyó con fervor y entusiasmo el desembarco de la Fuerzas Armadas argentinas en las islas.
El 2 de abril, Galtieri convocó al pueblo a Plaza de Mayo. Desde el Mundial de Fútbol de 1978, los jefes militares no habían tenido otro "baño de multitud". La sociedad argentina se vio arrinconada contra una paradoja imprevista: el régimen que había sumido el país en una de sus etapas más tenebrosas, ahora aparecía como paladín de una vieja y legítima reivindicación: la recuperación de las Islas Malvinas. Nadie pudo permanecer al margen acerca del tema; muchos se movilizaron de una u otra forma, para expresar su apoyo a la acción militar. Una encuesta registra un 90% de adhesión a los militares.
El pueblo argentino dio un total apoyo a la decisión del gobierno militar, no sólo con su voz sino también donando ropa, joyas, dinero, chocolates y todo que podía ser de ayuda para los chicos de la guerra.
Como contraparte de la euforia que manifestaba el pueblo, sediento de venganza contra la histórica usurpación inglesa sobre nuestro país, se hallaban padres y familias enteras rogando por el regreso de sus hijos; esos hijos que no eran mas que nuestros soldaditos de 1982, desprotegidos, solos, lejos de sus seres queridos, con miedo de ser muertos como mucho de sus compañeros. Algunos de ellos, los que sobrevivían, enviaban cartas a sus familiares y seres queridos, contando la verdad de los acontecimientos.
pensemos en la angustia y desesperación de ellos, tan diferente a la alegría y euforia de todo del resto de la población, que hablaba de un triunfo cercano.
Así, el clima de euforia aumentaba y siguiendo instrucciones oficiales, los medios de comunicación eran los encargados de informar sobre este episodio, con la misma pasión con que se transmite un partido de fútbol y con la misma seguridad de que el partido estaba ganado.
Es así entonces, como la sociedad mantuvo un espíritu triunfalista que era alimentado por los órganos de prensa manipulados por el régimen militar. La censura aplicada a la información sobre el curso de la guerra creó la ilusión de la victoria.
A pesar de todo, como mencioné antes, la inferioridad de combate frente a los ingleses nos llevó lentamente a la derrota y cuando esto no pudo disfrazarse más, los partes oficiales y los medios de comunicación lentamente comunicaron la verdad de lo que estaba ocurriendo, la Argentina estaba siendo vencida.
LA VISITA DEL PAPA JUAN PABLO II.
Ante la extrema gravedad de la situación, el Papa Juan Pablo II decidió viajar a la Argentina, lo cual hacía prever el fin de la guerra.
A principios del mes de junio, antes de la rendición incondicional de las tropas argentinas frente a las inglesas, el Papa llegó a Buenos Aires. Permaneció en el país dos días, durante los cuales desplegó una intensa actividad que comprendió, fundamentalmente, una prolongada entrevista con la Junta Militar con el presidente de la Nación. A su vez celebró dos misas una en Palermo y la otra, en Luján, a las que concurrieron más de miles de seguidores, instando por la paz del país.
LA RENDICIÓN.
Al mismo tiempo que el Papa elevaba sus súplicas por la concordia y la paz ante inmensas multitudes, recrudecía en las Malvinas y en las Georgias la lucha después del desembarco británico en diversos puntos de sus territorios.
El día 14 de junio las fuerzas británicas presionaban con una manifiesta superioridad en armamentos y en efectivos humanos, en las afueras del Puerto Argentino, capital malvinense.
Al promediar la tarde de ese día, el Estado Mayor Conjunto informó que se había acordado un alto el fuego, signado por el gobernador militar argentino en las islas, general Mario Benjamín Menéndez y el comandante de las fuerzas británicas.
La guerra que había durado 74 días, en la que muchos soldados murieron en la lucha en la que la inferioridad de condiciones materiales de las Fuerzas locales fue determinante, había dejado como saldo más de 700 muertos y alrededor de 1500 heridos.
La rendición se produjo ante la posibilidad de <<continuar la resistencia sin producir un estéril derramamiento de sangre>>.
LOS EFECTOS POLÍTICOS DE LA DERROTA
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El día 15, Galtieri convocó a la población a Plaza de Mayo con el propósito de anunciar la rendición y realizar un balance del conflicto. Una multitud volvió a cubrir la plaza, pero esta vez repudió a la dictadura militar y también criticó la irresponsable conducción de la guerra por parte de los militares.
Los partidos políticos de la oposición, hicieron responsables a los militares de haber utilizado la excusa del conflicto para frenar las presiones sociales y mantenerse en el poder. También criticaron la falta de una correcta evaluación de la situación internacional y la actitud negligente con la que los comandantes militares habían enviado a la muerte a jóvenes conscriptos sin experiencia de guerra, mal alimentados y con armamentos de dudosa efectividad.
La concentración en la plaza, terminó con una violenta represión de las fuerzas de seguridad contra todos los presentes.
La derrota de Malvinas provocó una profunda crisis en el régimen militar. El desgaste del gobierno se aceleró y Galtieri renunció en julio de 1982. Por su parte, la oposición política y social reclamaba el fin de la dictadura, la convocatoria a elecciones y la aparición con vida de los detenidos-desparecidos por la dictadura militar.
La salida hacia la democracia ya tenía fecha: octubre de 1983 de la mano del Dr. Raúl Alfonsín.
Por otra parte, la victoria militar de Gran Bretaña, permitió a Thatcher recuperar su capital político y obtener su reelección en las elecciones de 1982.
CONCLUSIÓN
A lo largo de este trabajo traté de exponer todo lo que me pareció más relevante en cuanto a la guerra.
Fue evidente que no estábamos preparados para una guerra en ningún sentido: armas, ropas, psicológica y moralmente, ni entrenados para enfrentar a los británicos. La mala estrategia del gobierno, también nos llevó a la derrota.
A pesar de que este episodio no sirvió de mucho para la Argentina, porque fueron muchos los hombres que murieron y porque las Malvinas siguen siendo "usurpadas", aunque nuestro sentimiento diga lo contrario, mi hipótesis planteaba algo de positivo: Me parece importante aclarar que la apabullante derrota y la sangre derramada en Malvinas, abrió paso al fin de la dictadura militar y el inicio de un periodo de transición a la democracia, esto fue muy importante para nosotros y mucho más para le generación anterior que sufrió la persecuta, el maltrato y el asesinato por parte de los militares. El terrible costo de la recuperación institucional se encuentra en el fondo del mar (los chicos del Manuel Belgrano) o las turbosas tierras de las Malvinas (los soldados y los oficiales muertos en las islas).
De todos modos, según mi criterio, la Guerra de Malvinas, pudo haber sido evitada, porque se podía haber llegado a un acuerdo político y no haber terminado en un conflicto bélico.
Otra cosa que me parece importante resaltar, es que unos 270 veteranos argentinos de la Guerra de Malvinas se suicidaron en los últimos 20 años y que la gran mayoría de los sobrevivientes del conflicto con las tropas británicas, hoy con alrededor de 40 años, carecen de empleo y vivienda digna, cuando seria el Estado el que debería hacerse cargo de ellos.
TESTIMONIOS.
Reportaje a uno de los sobrevivientes del Crucero General Belgrano: José Alberto Villalba
1. Desde su punto de vista: ¿por qué ocurrió la guerra? ¿Por qué perdimos?
2. ¿Recibió durante la guerra ayuda de la gente argentina?
3. ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que vivieron en la guerra?
4. ¿Cómo vivió la guerra?
5. ¿Usted cree que estaban bien preparados para enfrentar a los ingleses teniendo en cuenta la tecnología avanzada de ellos?
6. ¿Qué reacción tuvieron cuando les dieron la noticia de que habíamos perdido?
1. a) Desde mi punto de vista, la guerra ocurrió porque el gobierno sabía que si dejaba pasar el tiempo, perdía el derecho de Malvinas y a su vez tapaban la mala conducción y administración del país. b) Creo que perdimos por la mala estrategia del gobierno y de las Fuerzas Armadas.
2. La gente ayudó pero en sí, no tuvimos conocimiento que se hayan enviado a Noso- tros y a Malvinas la ayuda. A pesar de que la gente, donó muchas cosas para los chicos de Malvinas.
3. La mayor dificultad la tuvimos cuando fue bombardeado el crucero
General Belgrano, afuera de la zona restringida y tuvimos que abandonar el barco en balsas.
4. Yo viví una experiencia con mucha angustia y dolor de la cual no me he podido recuperar.
5. La mayor parte de nosotros, no estábamos preparados para enfrentar a los ingleses, sabiendo que ellos estaban ayudados por Estados Unidos. Nosotros no estábamos equipados, por ejemplo con ropa par frío y armamento, la mayor parte de estos no servía.
6. Cuando me enteré de la noticia, que habíamos perdido, sentí mucha indignación, tuve bronca, no solo por la noticia, sino por los compañeros que quedaron en el mar y Malvinas.
Distintas encuestas realizadas (ambas docentes)
¿Cómo ocurrió la guerra?
Por ataque inglés, ante la no negociación diplomática.
¿Por qué perdimos?
Por el mal manejo diplomático y por incompetencia del gobierno.
¿Cómo vivió la gente la guerra?
En el momento que sucedía, los medios masivos mentían, sólo cuando terminó la guerra, nos dimos cuenta de las difamaciones.
Viví la guerra con mucha angustia, por ver morir tantos chicos que no estaban preparados, creo que tenían que resolver el problema los diplomáticos.
* <<Fuimos a Malvinas sin estar preparados para esa guerra.>>-Teniente general Martín Balza, jefe del Ejército Argentino y ex combatiente de esa guerra, abril de 1996.
* Los chicos de la guerra. " Ya en Malvinas distribuyeron raciones para diez días, pero se nos prohibía comerlas alegando que éstas eran para el caso de que entráramos en combate. Tener estas raciones era como sacarte la lotería; por su parte, la comida caliente que nos suministraban consistía en agua caliente con dos o tres fideos. Mi sección se tuvo que quedar en el aeropuerto para carga y descarga, tuvimos que pasar la noche a la intemperie mientras los oficiales y suboficiales, por supuesto, la pasaban en las instalaciones del aeropuerto
Ya en las afueras de Puerto Argentino tomamos posiciones. Cavamos nuestras trincheras, que eran de 1,20 por 3 metros. Tratábamos de acondicionarlas porque las características del suelo de Malvinas hacían que se llenaran de agua en un corto tiempo. La vida allí era muy dura. Porque además de las dificultades de comida, tampoco conseguíamos agua. Lo terrible era que frente a estas privaciones vi a compañeros estaqueados, a la intemperie bajo el frío, debido que fueron a pedirle al teniente a cargo mas comida. El teniente interpretó que habían abandonado su puesto y los consideró como traidores a la patria; por eso los estaqueó. Esta situación se repetía corrientemente
Teníamos la misma información que el resto del país, así que la mayoría del tiempo pensamos que íbamos ganando. Nos enteramos de que los ingleses habían hecho cabecera de playa, que seguían avanzando, pero nosotros igual íbamos venciendo, según nos decían." Ex combatiente Héctor A. Garompolo, 1983.