¿Cuántas veces viste ese capitulo de Los Simpson? ¿Las suficientes como para saber pedacitos de los diálogos? ¿Nunca te preguntaste porque razón no te aburrís de seguir viendo lo mismo desde hace años? Esto que no comprendemos del todo, es sabido que también sucede con los chicos.

Más de una vez los nenes suelen “ensañarse” con un cuento determinado y pedir a los mayores que lo lean una y otra vez hasta el hartazgo, incluso corrigiéndolos cuándo estos lo hacen distraídamente. También es frecuente que soliciten ver aquella película o programa de televisión que ya vieron cientos de veces.

Por más molesto que resulte para los adultos, un estudio de la Universidad de Sussex, Inglaterra, determinó que repetir una y otra vez la misma historia acelera la adquisición de vocabulario de los chicos. De acuerdo a estos estudios, no importa la cantidad de libros que el niño tenga, sino el hecho de leerlos más de una vez lo que propicia el mejor aprendizaje.

Esto se explica de la siguiente manera: de acuerdo a la investigadora, la psicóloga Jessica Horst, cada vez que el nene escucha el cuento va adquiriendo nueva información: en un primer momento se centra simplemente en la historia, luego se va focalizando en los pequeños detalles y así progresivamente.
Para llegar a esta conclusión, se examinaron dos grupos de chicos de 3 años con el fin de que aprendieran dos palabras nuevas que habían sido inventadas e introducidas en varios cuentos infantiles.

Durante una semana, uno de los grupos escuchó varias veces el mismo cuento, mientras que el otro escuchó varios cuentos. Al terminar la experiencia, se comprobó que los chicos que se encontraban en el grupo en el cual les leían siempre el mismo cuento recordaban mejor las palabras nuevas.

Como consecuencia de la investigación, se determinó que los chicos a los que se les leía diferentes cuentos se encontraban más focalizados en el contexto global que en las palabras nuevas en sí, y por lo tanto, no las llegaban a recordar en la mayoría de los casos.

Los investigadores también explican que este mismo procedimiento se aplica también a las películas y programas de televisión. Por lo tanto, la próxima vez que algún chico te pida por quinta vez que le leas el mismo cuento, respirá profundo y pensá que lo estás ayudando a aprender palabras nuevas.