El pasado 4 de diciembre se celebró el Día Internacional del guepardo (*Acinonyx jubatus*), una de las criaturas más fascinantes de la fauna africana, y posiblemente uno de los animales más impresionantes en términos de velocidad. Con su cuerpo estilizado, sus grandes ojos y su pelaje moteado, este felino ha evolucionado para ser un cazador extremadamente eficaz. En este artículo, exploraremos sus características, hábitos y el entorno en el que habita.

Características Físicas
El guepardo se distingue por su figura alargada y aerodinámica, diseñada para alcanzar velocidades impresionantes. Su cuerpo delgado, combinado con sus largas patas y una cola que actúa como estabilizador durante las carreras, le permite moverse con gran agilidad. Su pelaje es de un color dorado con manchas negras que no solo le brindan camuflaje en la sabana africana, sino que también ayudan a regular su temperatura corporal.
Uno de los rasgos más notables de los guepardos es su capacidad para correr a velocidades de hasta 110 km/h en cortos períodos de tiempo, generalmente entre 200 y 300 metros. Esta velocidad solo se logra durante una corta explosión de esfuerzo, ya que su cuerpo no está diseñado para mantenerla a largo plazo. A diferencia de otros grandes felinos, los guepardos no tienen garras retráctiles, lo que les impide escalar árboles o caminar con la misma sigilosidad que los leones o tigres.

Hábitos de Caza
El guepardo es un cazador diurno que prefiere cazar durante las primeras horas de la mañana o al atardecer. Su principal técnica de caza es la velocidad: utiliza su visión excepcional (es uno de los felinos con mejor vista) para localizar a sus presas a distancias de hasta 5 km. Una vez identificado un objetivo, el guepardo se aproxima sigilosamente a su presa antes de lanzarse a una rápida persecución.
En un sprint, el guepardo alcanza su máxima velocidad en cuestión de segundos. Sin embargo, debido a la intensa demanda energética, solo puede mantener este ritmo por un breve periodo, lo que significa que la caza debe ser precisa y exitosa al primer intento. Su presas favoritas son antílopes pequeños como los springboks, gacelas y ñus, pero también puede cazar aves y pequeños mamíferos.
A pesar de su destreza en la caza, el guepardo no es un gran defensor de su presa. Debido a su menor tamaño y a la falta de fuerza para luchar contra animales más grandes como leones o hienas, generalmente pierde su captura a manos de otros depredadores más fuertes, quienes roban su comida después de que ha logrado el primer golpe.

Hábitat y Distribución
Los guepardos habitan principalmente en las sabanas, praderas y zonas áridas de África subsahariana, aunque pequeñas poblaciones también se encuentran en algunas áreas de Irán. Prefieren entornos abiertos con vegetación baja que les permita ver a larga distancia y, a la vez, cubrirse mientras acechan a sus presas. Aunque históricamente el guepardo tenía una distribución mucho más amplia, actualmente su rango está más restringido debido a la pérdida de hábitat y la caza ilegal.
Son animales solitarios, aunque las hembras tienden a tener áreas de actividad más grandes que los machos, que, por su parte, a menudo forman pequeños grupos conocidos como "coaliciones", generalmente compuestos por hermanos. Estos grupos ayudan a los machos a defender su territorio y mejorar sus oportunidades reproductivas.

Comportamiento y Reproducción
El guepardo es conocido por su comportamiento tranquilo y menos agresivo en comparación con otros grandes felinos. A menudo, se les puede ver descansando en áreas sombreadas o en los árboles para evitar el calor del día. En términos de reproducción, la hembra suele dar a luz a entre 2 y 4 crías después de una gestación de aproximadamente 90 a 95 días. Las crías nacen ciegas y dependen completamente de su madre durante los primeros meses de vida, mientras aprenden las habilidades necesarias para la caza.
Conservación
Aunque el guepardo no está considerado como una especie en peligro crítico de extinción, su población ha disminuido significativamente en las últimas décadas. Se estima que hoy en día hay menos de 7,000 guepardos en estado salvaje. Las principales amenazas para su supervivencia incluyen la pérdida de hábitat debido a la expansión humana, la caza furtiva y la competencia con otros grandes depredadores.
Diversas organizaciones conservacionistas están trabajando para proteger sus hábitats y mitigar los conflictos con los humanos, pero la recuperación de su población sigue siendo un desafío debido a los factores mencionados. Además, se están llevando a cabo programas de cría en cautiverio y reintroducción en algunas áreas.


Conclusión
El guepardo sigue siendo una de las especies más admiradas por su agilidad y velocidad, un verdadero prodigio de la naturaleza. Sin embargo, su futuro depende de la conservación de su hábitat y de la cooperación de las comunidades locales y los gobiernos para garantizar que esta maravilla de la naturaleza siga corriendo por las sabanas africanas en las próximas generaciones.
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