Sueño y descanso: consejos para dormir bien después de los 60 años
Por buenapraxis
  
Jueves, 16/03/2023
El lema para el Día Mundial del Sueño para este año (17-03) es "El sueño es esencial para la salud", en el que se busca concientizar a la población y destacar la importancia que tiene en nuestra salud un buen sueño. En esta ocasión, el Dr. Simón Fernández Nievas, director médico de En Casa, brinda consejos para los adultos mayores.

Los patrones de sueño tienden a cambiar a medida que uno envejece. Muchas personas comienzan a tener dificultades para conciliar el sueño, se despiertan con más frecuencia durante la noche y se levantan más temprano por la mañana.

Las personas mayores necesitan dormir aproximadamente la misma cantidad de horas que los demás adultos, es decir, de 7 a 9 horas por noche. Sin embargo, suelen acostarse más temprano y levantarse más temprano que cuando eran más jóvenes.

«Hay varias razones por lo que luego de los 60 o 65 años las personas no pueden dormir lo suficiente, entre las que se destacan el sentirse enfermo o dolorido, o bien por consecuencia de algún medicamento. Puede ser más difícil quedarse dormido y pasar más tiempo total en la cama, mientras que la transición entre el sueño y despertarse con frecuencia es abrupta, generando la sensación de que ahora el sueño es más ligero», explicó a Buena Praxis el Dr. Simón Fernández Nievas (MN 103576) médico clínico y Director Médico de En Casa, organización especializada en el cuidado de adultos mayores.

El insomnio es el problema de sueño más frecuente en las personas mayores de 60 años. Genera problemas para conciliar el sueño y para mantenerlo; y puede durar días, meses e incluso años. Tener hábitos saludables en relación al descanso puede ayudar.

¿Qué hacer para estimular el sueño en la edad adulta?
Si bien algunos consejos pueden ser los mismos para cualquier momento de la edad adulta, puntualmente las personas de más de 60 deberían considerar las siguientes 10 pautas:

1. Evitar la ingesta de estimulantes como la cafeína (café, té, gaseosas y chocolate) 3 o 4 horas antes de acostarse.

2. Evitar las comidas abundantes por la noche, pero tampoco irse a dormir sin comer nada.

3. No fumar ni tomar bebidas alcohólicas antes de irse a la cama.

4. No dormir siestas durante el día.

5. Hacer ejercicio de manera regular.

6. No exponerse a pantallas en la habitación previo al momento de descanso (televisores, tablets o celulares).

7. Intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días.

8. Generar un ambiente fresco y cómodo para el descanso.

9. Usar poca iluminación en los momentos previos a acostarse y durante el momento de sueño.

10. En caso de no poder conciliar el sueño después de 20 minutos, levantarse de la cama y realizar una actividad tranquila como leer o escuchar música.


«Dormir mal en esta etapa puede afectar la memoria, la concentración y el ánimo, lo que disminuye el rendimiento intelectual y físico. Pero la cantidad no es lo más importante, lo fundamental es que el sueño sea reparador. Por eso, cuando esto no ocurre y la persona se encuentra somnolienta y/o cansada durante el día, es importante consultar con un especialista. Descansar poco o mal también puede generar depresión o hacer que la persona esté más propensa a sufrir caídas o accidentes», agregó el Dr. Fernández Nievas.

A su vez, en el caso de personas de edad avanzada es recomendable que cuenten, además, con los siguientes recaudos:

1. Contar con una lámpara fácil de encender a mano.

2. Tener un vaso de agua en la mesa de noche para tomar en caso de que se despierte con sed.

3. Quitar cualquier tipo de alfombra de la habitación para evitar caídas si se despierta durante la noche.

4. No fumar en la cama.

5. Tener un teléfono con números de emergencia junto a la cama.


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