El 14 de noviembre se conmemora un nuevo Día Mundial de la Diabetes y es importante estar atentos para detectarla a tiempo y lograr una buena calidad de vida. La Lic. Mariana Splenger, sostiene que la alimentación juega un factor clave.
El
Día Mundial de la Diabetes constituye una importante oportunidad para tomar conciencia y dar a conocer esta enfermedad silenciosa que se encuentra en constante aumento en todo el mundo. Según la 4ta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) la prevalencia de diabetes o glucemia elevada o alterada en Argentina aumentó de un 9,8% a 12,7% entre 2013 y 2018.
«La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta a varios sistemas de órganos y se caracteriza por la persistencia de altos niveles de azúcar en sangre (glucemia). Ocurre cuando el páncreas no secreta o suministra poca insulina, o cuando dicha hormona está disponible pero no cumple eficazmente su función», explicó la Lic. Mariana Splenger, Nutricionista (MN 9383), miembro del Departamento de Nutrición de New Garden, cadena de tiendas de alimentos naturales de Argentina (
https://newgarden.com.ar/ ).
Cuando nos alimentamos, ingerimos nutrientes como la glucosa, un tipo de azúcar que es la principal fuente de energía del cuerpo. La insulina es una hormona muy importante ya que es la encargada de permitir el ingreso de la glucosa a las células. En la diabetes existe una alteración en la producción o función de la insulina, que se traduce en niveles altos de azúcar en la sangre. «Si las glucemias no se regulan y persisten elevadas por tiempo prolongado, pueden generar daños y lesiones irreversibles comprometiendo el funcionamiento de diversos órganos -corazón, riñones, ojos, nervios- y derivando en enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, infecciones, neuropatía, enfermedades degenerativas como ceguera, entre otras», advirtió la Lic. Spengler.
Es importante destacar que la diabetes es una enfermedad cuyas complicaciones crónicas suelen evidenciarse luego de mucho tiempo. Por lo tanto, es fundamental ser conscientes de todo lo qué podemos hacer tanto para controlar y mejorar las glucemias, como para prevenir y evitar estas complicaciones, siendo imprescindibles el diagnóstico temprano, el monitoreo y el seguimiento adecuado.
Algunos Factores de riesgo para esta afección son:
- Antecedentes familiares (padre, madre, abuelos, tíos)
- Genética: algunas enfermedades autoinmunes (Celiaquía, Lupus, Tiroiditis de Hashimoto, entre otros).
- Sedentarismo
- Sobrepeso y obesidad
- Tabaquismo
- Dislipemia (colesterol y triglicéridos altos), HTA, enfermedad cardiovascular.
Pautas generales para la prevención y autocuidado
¿Qué podemos hacer para cuidar nuestra salud?
- Mantener una dieta equilibrada: basada en alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, granos integrales, semillas y legumbres. Es importante también disminuir o evitar el consumo de cereales refinados, azúcares, bebidas azucaradas, golosinas y alimentos ultraprocesados.
- Realizar mínimo 30 minutos de actividad física por día: ayuda no solamente a mejorar la sensibilidad a la insulina y control de la glucemia, sino que colabora con la salud cardiovascular y el buen estado físico.
- Lograr y mantener un peso corporal saludable.
- Evitar el consumo de tabaco.
- Realizar control regular de las glucemias y automonitoreo.
Un adecuado control de los factores de riesgo modificables y de los niveles de azúcar en sangre, retrasan no sólo el despertar de la diabetes sino la aparición de sus complicaciones, mejorando naturalmente la calidad de vida.
Alimentación: un rol clave
Al hablar de Diabetes, tenemos que destacar la íntima relación que existe entre esta enfermedad y la alimentación. Una de las preguntas más frecuentes que realizan los pacientes es: ¿Qué son los carbohidratos? ¿Están prohibidos en personas diabéticas?
Se trata de un tipo de nutriente que brinda energía para poder llevar adelante las actividades de la vida cotidiana. Se pueden encontrar en diversos alimentos desde frutas y vegetales hasta cereales, harinas y legumbres.
Existen dos tipos de hidratos de carbono: simples y complejos. Lo que debemos saber es cuáles elegir, cómo combinarlos y consumirlos para lograr así una mejor asimilación y un menor impacto en nuestra azúcar en sangre.
Algunos consejos para lograrlo son:
- Evitar aquellos carbohidratos simples (como el azúcar, la miel, los dulces, los jugos de frutas) que se absorben y pasan rápidamente a la sangre.
- Las frutas son alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales por eso no se aconseja excluirlas de la dieta. Sólo se recomienda consumirlas con su cáscara y lo más enteras posibles y evitar jugos exprimidos.
- Por otro lado, los carbohidratos complejos se caracterizan por no elevar tan rápidamente el azúcar en sangre. Es importante escoger granos integrales que suman fibra.
- Existen muchísimas harinas alternativas beneficiosas que pueden incorporarse en este tipo de alimentación: integrales de trigo, de centeno, de avena, de trigo sarraceno, de algarroba, incluso de legumbres (garbanzos y quinoa), entre otras. Las de frutos secos (almendras, nueces, castañas de cajú) también son una opción que brindan no sólo fibra, sino también muchísimo sabor y humedad a las preparaciones.
- Si se consumen harinas refinadas o blancas, se recomienda combinarlas con otros alimentos ricos en fibra como vegetales, semillas y legumbres.
- Siempre es recomendable optar por preparaciones caseras, sencillas y con ingredientes naturales, y así evitar alimentos procesados que son muy pobres en fibra, muchas veces tienen azúcar oculto, y suelen ser altos en sodio y grasas.
¿Cómo endulzar de manera natural?
Existen estrategias para poco a poco ir reeducando el paladar, disminuir el umbral de dulzor, y evitar el uso de azúcares. Algunas de ellas son:
- Utilizar especias como vainilla, canela, anís, jengibre y clavo de olor constituyen una estrategia ideal para realzar el sabor de preparaciones e infusiones.
- En elaboraciones como tortas y budines, es posible aportar sabor y textura naturalmente con cáscaras de cítricos, endulzar con fruta que preferentemente conserven la cáscara, incorporar frutos secos y semillas.
- También están disponibles edulcorantes de gran poder endulzante y bajo impacto glucémico como pueden ser hojas de stevia, sucralosa, eritritol, entre otros.
«Siguiendo los consejos antes mencionados se podrá ganar en salud y calidad de vida y controlar a esta enfermedad crónica que trae tantas complicaciones», concluyó la nutricionista.