La primavera es la época del año más esperada por muchos, en la cual la temperatura asciende, el sol se asoma más seguido y la gente comienza a disfrutar más del aire libre. Sin embargo, para muchos alérgicos, es vivida como una amenaza.

Es la época del polen en la que aparecen los problemas respiratorios y la etapa del año de mayor cantidad de estornudos: un cuadro sintomático que si no se previene y controla, puede perjudicar al oído y nuestra capacidad auditiva.

El polen es el principal causante de la rinitis alérgica más conocida: alergia estacional. Algunos de los síntomas más comunes son la picazón en nariz, boca, ojos o garganta, estornudos y ojos llorosos. Y es precisamente la conexión de la nariz con el oído a través de la trompa de Eustaquio, la que puede causar inflamación y mucosidad en este tubo que conecta la garganta con el oído medio, generando como resultado la ototubaritis: conocida como otitis media secretora, que sucede cuando hay moco en el oído medio.

Es muy frecuente, sobre todo en el caso de los más pequeños, que presenten inflamación en trompa de Eustaquio. En líneas generales, este tipo de afecciones suelen ser esporádicas y no presentan mayores complicaciones. Sin embargo, debe ser tratada a tiempo para evitar problemas posteriores, como ser una otitis media.


Si bien no existe la fórmula mágica para evitarlas, la clave es acudir de manera rápida al médico, para que una vez aparecidos los síntomas se puedan tratar y resulten más leves y duren menos tiempo. Además, las vacunas pueden ser un gran aliado.

El correcto tratamiento evitará las inflamaciones e infecciones en el oído, que pueden provocar molestias como mareos, pérdida de equilibrio, sensación de presión o taponamiento e, incluso, pérdida de audición.

Alrededor del 50% de personas sufren infecciones en sus oídos provocadas por una alergia primaveral. Los estornudos, síntoma frecuente de la alergia primaveral, pueden ser un factor de riesgo para nuestro oído. Si los reprimimos o retenemos podemos producir un aumento de presión en la nariz y la garganta, que puede pasar a los oídos, haciendo que pasen bacterias a su interior y puedan provocar una infección.

La ototubaritis causada por la rinitis alérgica suele remitir a partir del quinto o sexto día de tratamiento. Pocas veces supera las dos semanas. El otorrinolaringólogo será el profesional idóneo para tratar esta afección, y dependiendo cada caso, podrá recetar antibióticos, mucolíticos, antihistamínicos u otro tipo de tratamiento El problema aparece si la ototubaritis no se trata. En estos casos, esta patología puede causar daños graves en el oído medio y el tímpano, causando, por ejemplo, otitis media secretora, atelectasia del oído medio (retracción del tímpano) y otitis media crónica.