Las ventajas de la dexametasona tras la cirugía de cataratas
Por buenapraxis
  
Viernes, 14/10/2022
Estos corticoides tópicos son fundamentales en el postoperatorio de la cirugía de cataratas por su efecto antiinflamatorio.
«La cirugía de catarata, aunque es un procedimiento cada vez menos invasivo y seguro, determina inflamación en respuesta a la agresión quirúrgica, por eso es imprescindible el uso de corticoides tópicos en el postoperatorio», explica el Dr. Francisco J. Muñoz Negrete, director de la Revista Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

La dexametasona es un corticosteroide potente que se utiliza desde hace décadas en la Oftalmología para tratar inflamaciones oculares, como las que ocurren después de este tipo de cirugía.

La pauta es descendente durante aproximadamente un mes. Con ella se busca reducir la inflamación y las molestias del paciente en el postoperatorio. Así lo respalda la evidencia científica. «Se han realizado estudios comparando el uso de corticoides tópicos versus antiinflamatorios no esteroideos y han demostrado que podrían tener un efecto equivalente, con la ventaja de no inducir aumento de tensión ocular, por lo que en casos seleccionados de pacientes respondedores a esteroides podría ser una alternativa interesante», asegura el Dr. Muñoz Negrete.

«No obstante -prosigue-, los corticoides tópicos tienen un efecto antiinflamatorio más potente y son el fármaco de elección en el postoperatorio de cirugía de catarata».

Para este tratamiento, el oftalmólogo suele pautar una gota de colirio corticoide 4-5 veces al día la primera semana. Después se va reduciendo de forma gradual, hasta completar un mes de la intervención. El especialista explica que en casos de mayor inflamación postoperatoria puede ser necesario incrementar la dosis.

Combinación con otros fármacos
Además, la dexametasona se puede utilizar en combinación con otros fármacos. «Durante la primera semana de postoperatorio es habitual asociar un antibiótico tópico, bien por separado o en combinación fija antibiótico-corticoide. En pacientes con riesgo de edema macular se asocian además antiinflamatorios no esteroideos tópicos. En caso de aumento de tensión ocular se añaden colirios antiglaucomatosos», asegura.

El riesgo mayor en el postoperatorio de las cataratas es la infección, conocida como endoftalmitis. Por suerte, «desde la introducción de la profilaxis con cefuroxima intracamerular al final de la cirugía, esta complicación se ha hecho muy infrecuente, con tasas inferiores a 1/1000 cirugía», explica el Dr. Muñoz Negrete.

«Cuando surge esta complicación, si es detectada y tratada a tiempo con antibióticos intraoculares y/o vitrectomía, puede conseguirse salvar la visión, pero en los peores casos puede determinar una pérdida irreversible de visión», afirma.

Otros problemas de la cirugía de cataratas
Además de esta complicación, otras más frecuentes, pero menos graves, son la hipertensión ocular, que suele ser transitoria en relación con la retención de viscoelástico, y la inflamación postoperatoria en cirugías de catarata complejas o en pacientes predispuestos a la inflamación.

También puede aparecer un edema macular postoperatorio o el síndrome de Irvine Gass. Los factores predisponentes más frecuentes para el segundo, señala el oftalmólogo, son la diabetes, antecedentes de uveítis, uso de análogos de prostaglandinas para tratamiento de glaucoma y complicaciones quirúrgicas, como la rotura de la cápsula posterior.


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