En la homilía de la Misa que presidió el domingo 21 de agosto en la Parroquia San Roque, el Prelado argentino recordó la celebración del Día del Niño y dijo que “nos unimos por supuesto al dolor inmenso de estas familias, estas mamás y estos papás que están llorando esta monstruosidad del neonatal”.

“Que ojalá se aclare y se haga justicia. Nos unimos a ese dolor”, subrayó.

“Que el Señor nos conceda poder acompañar a esta gente y también poder repasar qué significa cuidar a la infancia”, aseguró el Arzobispo.

El viernes 19, la justicia argentina detuvo a la enfermera Brenda Agüero, del Hospital Materno Neonatal Dr. Ramón Carrillo en la ciudad de Córdoba, acusada de “homicidio calificado por procedimiento insidioso” de cinco bebés que nacieron sanos en ese centro de salud, a inicios de junio.

La justicia también acusó a otros tres funcionarios, incluyendo a Liliana Asís, exdirectora del hospital, del “delito de omisión a los deberes de funcionario público”.

Según informa el diario argentino Clarín, además de los bebés muertos, hay otros ocho que luego de haber nacido en condiciones normales, habrían sido sometidos a algún procedimiento que los dejó con graves secuelas.

“Son sobrevivientes con secuelas irreparables”, dijo a Clarín el abogado Carlos Nayi, que representa a las madres que ahora exigen justicia.

El mismo viernes 19 de agosto, un grupo de padres de familia, familiares y amigos realizaron una “marcha de las antorchas” ante el hospital neonatal para exigir que se haga justicia y se esclarezca el caso.

“Madres del dolor”, “el abrazo es para las familias”, “nunca más cunas vacías”, “que pague la asesina”, fueron algunos de los lemas de las pancartas.Según Infobae, el fiscal Raúl Garzón, a cargo del caso, trabaja reuniendo pruebas a partir de los informes de las autopsias y cómo se suministró a los bebés algunas sustancias como potasio.

La aplicación de potasio en exceso habría sido la causa de la muerte de los bebés.

El Arzobispo de Córdoba saludó la “indignación ética” suscitada ante este lamentable caso y reflexionó sobre la postura que se debería tener con los niños por nacer que mueren a causa del aborto.

“¡Qué lindo sería que esa misma indignación ética la tengamos para el niño que está por nacer! Estos mismos niños, unos meses atrás, estaban en la panza de la mami”, dijo el Prelado.

“Y esa enfermera asesina –si es que lo es, ojo, hay que probarlo, que hoy está presa y la condenamos– si unos meses atrás (los bebés) hubieran estado en la panza de la madre, la ley le hubiera permitido hacer lo mismo que es liquidar al crío” mediante el aborto.

El Arzobispo lamentó también que la ley del aborto, aprobada el 30 de diciembre de 2020, sanciones a quienes siendo parte del personal médico, se niegan a realizar abortos.

“Miren qué primitivo lo nuestro a la hora de juzgar. A una la protege la ley, es más, si no lo hubiera hecho cuando (las mujeres) estaban embarazadas, la ley la condena por no hacerlo”, precisó.

Mons. Rossi remarcó que “por supuesto que esto no es apoyar esto que ha sucedido. Es que esta indignación ojalá también se dé para el niño por nacer, que la única diferencia que tiene paradójicamente es que todavía no ha nacido, no lo vemos cara a cara”.

“¿Cuál es la diferencia entre estos niñitos y los que están en la panza de la mami? Que a unos se los ve y otros no se los ve”, reiteró.