Al ofrecer las pautas para el rezo del Rosario de Hombres en cualquier lugar del mundo, Carlos Waite, uno de los organizadores de este evento en Perú, aseguró que con esta oración mariana y la ayuda de Dios "hemos salido a enfrentarlo a las calles donde reinaba".

El Rosario de Hombres es una iniciativa surgida en Polonia e Irlanda, en la que se reza esta oración mariana de rodillas en algún lugar público, para ser una expresión de fe católica y de recuperación de la masculinidad, cuyo ejemplo perfecto es Cristo mismo.

El Rosario de Hombres ya se reza en otros países como España, México, Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay, Costa Rica, Bolivia y Perú.

"Las pautas son para no contaminar el libreto, son las mismas que se han mostrado en todos los Rosarios de Hombres a nivel mundial", explicó Waite en declaraciones a ACI Prensa.

"Lo único que hemos hecho, después de un exhaustivo análisis y maduración entre nosotros tres: Luis González, Javier Moscoso y yo, es ponerlas por escrito", precisó uno de los coordinadores en Perú.

Waite dijo además que "la intención de las pautas es mantener puro, sin contaminación de ningún tipo, el Rosario de Hombres. Además, con este trabajo, queremos ayudar a que se propague la devoción particular del mismo".

En el Rosario de Hombres se resalta la importancia de cumplir la voluntad de Dios y seguir el ejemplo de San José, Santo Custodio de la Sagrada Familia de Nazaret.

"Es a San José al que le dice que tome como esposa a María porque lo que trae consigo es de Dios. Es a San José que, por medio del ángel, le dice que los lleve a Egipto", recordó Waite.

"Es también a San José al que le dice que vuelvan de Egipto, y todo esto destinado a proteger a la Sagrada Familia. Pues bien, ahora es al hombre al que se le llama para hacer el mismo papel de San José", destacó.


Otro aspecto del Rosario de Hombres es que está dirigido por laicos.

Waite indicó a ACI Prensa que esto se debe a que "en estos tiempos, dónde se ataca al clero de la Iglesia, y para evitar que se tomen represalias contra el mismo, es que sale el seglar a dar la cara, y mejor aún el hombre, quien está destinado a defender a la familia, y a la Iglesia".

Ahora, concluye, "que tiemble el mal, que los hombres, auxiliados por Dios y su Santísima Madre, hemos salido a enfrentarlo en las calles, donde reinaba".