Si bien existe una mayor conciencia de la importancia del goce como parte de la salud sexual de las mujeres, menos del 27% de las y los ginecólogos pregunta sobre sexualidad a quienes realizan una consulta porque "sigue poniéndose el foco en las enfermedades", indicó a
Télam la médica ginecóloga Silvina Valente en el
Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que se celebra el 28 de mayo.
La Dra. Valente, jefa de la sección de Sexología del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínica, dialogó con
Télam sobre la importancia de pensar la salud sexual -y dentro de ésta el goce y el placer- por fuera de la enfermedad, las problemáticas que pueden afectar la sexualidad y la necesidad de un enfoque interdisciplinario para abordarla.
Télam: ¿Qué lugar tiene la sexualidad dentro de la concepción de la salud sexual de la mujer?
Dra. Valente: Creo que cada día se le está dando mayor importancia. Por ejemplo, la revista de la Asociación Médica Argentina, que es la única revista indexada del país, el año pasado sacó un artículo sobre sexología clínica y su importancia en el bienestar del ser humano.
En la actualidad, los consultorios de ginecología son los que más conciencia tienen de la importancia de la sexualidad y de la prevención.
No obstante, sigue siendo un tema que todavía cuesta muchísimo abordar. En primer lugar, porque sigue sin estar en la currícula obligatoria de grado en las carreras de medicina y psicología.
Esto implica que estamos formando profesionales que van a atender nuestra salud sin tener formación en sexualidad, como si el placer o el derecho al placer -que se incorporó dentro de la definición de la Salud Sexual en la Organización Mundial de la Salud (OMS) recién en 2016-, fuera algo que todavía da vergüenza.
En segundo lugar, aunque cada vez menos, todavía existe el prejuicio de que la sexualidad no es un "tema serio".
Para un profesional, tanto de la salud mental como ginecólogo, obstetra o médico clínico, todavía tiene más relevancia la enfermedad que la salud. Estamos mucho más formados en oncogenes y patologías y no en promover la salud. Aún en ese contexto, la sexualidad está cobrando vida y avanzando como temática.
T: ¿Es un tema que surge en la consulta médica?
SV: Hay estudios que dicen que menos del 27% de los médicos preguntan sobre sexualidad en una consulta común, y otro trabajo señala que en los primeros 10 minutos de consulta casi ninguna paciente le habla a su médico o médica de sexualidad, y después de ese tiempo, si el profesional le pregunta, el 98% tenía dudas.
Esto quiere decir que la paciente tampoco reconoce la consulta médica como un ámbito para hablar de su sexualidad.
T: ¿Qué pasa con las personas trans y no binarias?
SV: Las personas trans y no binarias consultan por el disfrute y el goce durante las relaciones sexuales en la misma medida que el resto.
Aquí hay que hacer una salvedad que es que las personas trans y no binarias no siempre se acercan a los servicios de salud porque los profesionales no siempre son inclusivos y no se sientes cómodas.
Lo bueno sería que las mujeres y varones trans realicen sus controles de salud y no sólo se atienda al proceso de hormonización que se realiza para transicionar, sino que también se hagan los controles mamarios, ginecológicos y clínicos. Y por supuesto, que se tenga en cuenta el derecho al placer, que puedan sentir. Todo esto debería estar presentes en las consultas.
Dra. Silvina Valente, jefa de la sección de Sexología del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínica
T: ¿Qué importancia tiene la sexualidad en la vida de una persona?
SV: Conservar una buena salud sexual significa aumentar tu sistema inmune, mejorar la manifestación de oncogenes, mejorar todo lo que tiene que ver con el envejecimiento. Es decir que verdaderamente es importante no sólo para el goce inmediato, sino porque tiene un impacto muy importante en la calidad de vida.
T: ¿Cuáles son las problemáticas de origen biológico más frecuentes en la vida sexual de las mujeres?
SV.: Hay muchas situaciones de origen biológico como la caída del suelo pélvico, la sequedad vaginal u otras problemáticas que pueden tener una repercusión en la sexualidad de la mujer o no.
En el envejecimiento, por ejemplo, con el avance de la menopausia uno de los síntomas puede ser la sequedad vaginal por la caída de los estrógenos; pero también después de los 35 años comienzan a caer los andrógenos, que es una hormona que interviene en el deseo y en las sensaciones orgásmicas. Pero esto puede pasar o no, porque la sexualidad es multifactorial.
Con la caída del suelo pélvico vos podés tener un poco de pérdida de orina durante el acto sexual pero eso puede no ser un problema. No obstante, se puede fortalecer el piso pelviano antes de tener inconvenientes, porque los músculos que están en el piso pelviano tienen que ver con el orgasmo; entonces la contractilidad de estos músculos pueden hacer que el clítoris se posicione mejor para el coito vaginal, por ejemplo.
Todo esto no tiene igual sentido si nos olvidamos de que la sexualidad es también vincular. La mujer, al igual que el hombre, puede estar sola y autoestimularse sexualmente perfectamente, pero se ha comprobado que se alcanzan mayores niveles de satisfacción cuando comparte con otro, otra. También influye si la pareja es de larga data o reciente.
T: ¿Qué otros factores pueden afectar la sexualidad?
SV: El otro tema que tiene un impacto fuerte es la ansiedad y las expectativas que se generan en las personas frente al sexo, que les provocan ansiedad. Por ejemplo, todas las personas quieren ser las mejores amantes del mundo, y para eso se espera una solución mágica: una pastilla, un juguete, un "tip", y lo que termina sucediendo con eso es que aumenta la ansiedad.
Entonces a aquellas personas que tienen baja autoestima, que siempre están pendiente sólo de agradar al otro/a, tienen dificultades porque en lugar de "estar" en el encuentro están mirando cómo encajan y cuando vos mirás estás afuera.
En la conclusión los problemas sexuales son multicausales por lo que el abordaje interdisciplinario es mejor que el tratamiento con una sola disciplina ya sea la psicología, la kinesiología o la medicina sexual.
Ref: Télam