Colombia legaliza la eutanasia para pacientes que no están al final de la vida
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bienavenMiercoles, 25/05/2022
13 de mayo de 2022, Bogotá, Colombia (LifeSiteNews) - Después de legalizar el aborto a principios de este año, Colombia ha dado un paso más en su movimiento anti-vida al legalizar el suicidio asistido por un médico para los pacientes que no están al final de la vida.
La Corte Constitucional de Colombia dictaminó el miércoles que los colombianos que padezcan "enfermedades graves o incurables" que no sean "terminales" podrán acceder al suicidio asistido por un médico. Aunque Colombia ha permitido la eutanasia para los enfermos terminales desde 1997, la nueva sentencia que permite poner fin a la vida de quienes no están en peligro inminente de muerte es una novedad en América Latina.
El caso empezó con una demanda presentada por el grupo pro-eutanasia DescLAB, que argumentaba que la prohibición del suicidio para los enfermos terminales violaba su "derecho" a una "muerte digna".
Según Reuters, la decisión fue aprobada por seis de los nueve jueces, que confirmaron que todos los demás criterios, como "dolor físico o mental severo" y una enfermedad que haga la vida "incompatible con una vida digna", seguirán aplicándose a los que quieran optar a la muerte.
"Se trata de un nuevo mecanismo que, junto con la eutanasia, nos permite acceder a la muerte médicamente asistida de forma gratuita, segura y acompañada", señala en un vídeo Lucas Correa, director de investigación de DescLAB.
"Se trata de un paso decisivo para que nuestro país se consolide como uno de los más avanzados del mundo en cuanto al derecho a morir con dignidad", añadió el director.
La decisión se produce apenas unos meses después de que el máximo tribunal de Colombia votara en febrero por 5 a 4 a favor de la legalización del aborto hasta la semana 24 de gestación. Colombia se convirtió en el tercer país latinoamericano en despenalizar o legalizar el aborto en el espacio de un año.
Aunque el aborto se considera a menudo como la cuestión principal en favor de la vida, muchos activistas han advertido que permitir el suicidio asistido conduciría inevitablemente a una mayor flexibilidad a la hora de determinar quién puede beneficiarse, y en última instancia daría lugar a un sistema que socavaría de forma radical e inequívoca el valor de la vida humana.
En Canadá, por ejemplo, estos temores se han confirmado en gran medida, ya que el país está en proceso de legalizar la muerte asistida no sólo para quienes padecen una enfermedad terminal o una enfermedad no terminal incurable, sino también para las enfermedades mentales exclusivamente.
Peor aún, como informó LifeSiteNews a principios de este mes, las normas se han relajado en Canadá hasta el punto de que una mujer de Toronto está en las últimas etapas de conseguir la aprobación de su suicidio asistido porque no puede encontrar una vivienda asequible que se adapte a sus discapacidades.
Según las noticias locales, se trata de la segunda mujer en los últimos meses que se acoge al suicidio asistido por no poder asumir el costo de una vivienda que le permita mitigar el impacto de sus dolencias crónicas y dolorosas. (Publicado por Augustin Hamilton el 18/05/2022 en Campagne Quèbec libre)
Fotografìa: Corte Constitucional de Colombia.
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