El protocolo fue evaluado y aprobado por el comité de ética del Hospital El Cruce y está avalado por la Sociedad Argentina de Superficie Ocular (SASO). Cómo participar y por qué es importante.
El ojo seco puede presentarse en personas de cualquier edad, generar molestias que afectan la calidad de vida y en algunos casos ocasionar un compromiso mayor de la visión. Puede asociarse con múltiples factores: como la utilización prolongada de pantallas, enfermedades generales, así como el uso de ciertos medicamentos, entre otros.
«Se trata de una enfermedad que ocurre cuando las lágrimas no cumplen de manera adecuada su función. Puede deberse a que los ojos no producen cantidad suficiente o a que sean de mala calidad, como en aquellos pacientes que sufren blefaritis o disfunción de glándulas de Meibomio», define la Dra. Florencia Valvecchia (M.N. 113.603), médica especialista en oftalmología y subespecialista en superficie ocular e infectología.
Con el empleo prolongado del barbijo, los casos de ojo seco aumentaron en forma considerable en pandemia tanto en pacientes sanos y entre quienes ya lo sufrían antes de la aparición de la COVID-19.
La enfermedad del ojo seco produce una inflamación de la superficie ocular, molestias, dolor, sensación de cuerpo extraño, ardor y fluctuación visual. Por eso puede limitar algunas actividades diarias como leer, conducir, usar la computadora o mirar televisión.
A partir de una encuesta voluntaria, el proyecto de investigación nacional pretende conocer aspectos en relación con la existencia de síntomas de ojo seco y factores de riesgo en la población de la Argentina. La información obtenida contribuirá al conocimiento de aspectos epidemiológicos de esta patología.
«Nos interesa que las personas puedan participar de este estudio, respondiendo a una serie de preguntas. Solo se necesita leer la página informativa. La participación en este estudio es completamente voluntaria y anónima», describe el Dr. Rodrigo Torres (M.N. 100.443), responsable de la iniciativa, junto con el Dr. Martin Berra (M.N.122.873), la Dra. Belén Liviero (M.P. 26249/5) y la Dra. Cecilia Marini (M.N. 115.893).
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Pagina informativa: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScBcr3Wcf-m_GzYAT9p1FOVa_5NzVizhoiY-WF692alZCXcgQ/viewform
¿Cómo evitar el síndrome del ojo seco?
Una de las recomendaciones del Consejo Argentino de Oftalmología para mantener el ojo hidratado es utilizar lágrimas artificiales. Si el paciente ya padecía de ojo seco, lo ideal sería que concurra a su oftalmólogo para complementar a su tratamiento de base algún gel oftálmico nocturno, o lágrimas más específicas según su patología.
El porcentaje de ojo seco es mayor en las mujeres, aunque esta diferencia solo es significativa en pacientes con mayor edad. También afecta más en la adolescencia o durante la menopausia.
La enfermedad del ojo seco es crónica, es decir, que no se cura, pero puede mejorarse e incluso tener períodos totalmente asintomáticos. Las terapias suelen ser prolongadas. Muchas veces, esto implica avances y retrocesos temporales.
El tratamiento para el ojo seco
Puede resumirse en:
- Educar al paciente.
- Modificar el ambiente y alimentación.
- Lubricar (procedimientos que ayuda a retener o mejorar la calidad de la lágrima).
- Reducir la inflamación (cuidados palpebrales y medicación antinflamatoria).
- Aprender a manejar posibles complicaciones.