Estamos en vísperas de la Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María anunciada por el Papa Francisco.

Fue publicada hoy la versión de la Consagración. Para ayudar a nuestros lectores a comprender el alcance de una Consagración de Naciones, como Rusia y Ucrania, transcribimos comentarios del Prof. Plinio Correa de Oliveira, publicados en el Legionário, cuando el Papa Pío XII consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María.

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"Una de las características de la devoción que debemos tributar a la Santísima Virgen consiste sin duda en que sea tierna. Pero la devoción no está hecha sólo de ternura, de efusiones sentimentales y efectivas. Para que sea sólida, debe basarse en conocimientos precisos, exactos y lógicos. Sólo de la Verdad bien conocida puede surgir un amor duradero y sincero. La piedad debe fundamentarse en el estudio de la doctrina católica. Es allí donde encontrará su mejor fundamento, su verdadera raíz.

"Cuando la Iglesia promueve la consagración de Naciones, Diócesis, familias o personas al Sagrado Corazón de Jesús o al Inmaculado Corazón de María, tiene en vista que las criaturas así consagradas hagan el propósito de pertenecer de manera especial al Corazón de Jesús o al Corazón de María, obedeciendo más fielmente sus leyes, tomándo-Los más perfectamente como modelos y, recíprocamente, recibiendo su atención toda especial y vigilante de manera muy especial. Así, la Consagración no es un mero rito, una vaga fórmula que se recita en un momento de piadosa emoción. Es ante todo un acto reflexivo, deliberado, voluntario y profundo, que implica el propósito de una integración más perfecta en la doctrina y la vida de la Santa Iglesia Católica, lo cual es la única forma real de pertenecer a Jesús y María.

"Se comprende con facilidad que este acto puede ser realizado tanto por personas de la más alta virtud como por almas que todavía están en los primeros pasos de la vida espiritual. Para ambos será utilísimo, porque atraerá para quien lo haga una protección muy especial de la Providencia, y, con ello, una garantía muy particular de salvación".

(Traducido de https://www.pliniocorreadeoliveira.info/LEG%20430815_Consagra%C3%A7%C3%A3oaoImaculadoCora%C3%A7%C3%A3odeMaria.htm)

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Estas consideraciones son útiles, fundamentales, indispensables para los fieles católicos cuando se tiene en vista la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, anunciada por el Papa Francisco.

Esta consagración implica el propósito de enmienda de vida, de pertenecer más plenamente a la Santa Iglesia, al Sagrado Corazón de Jesús a través del Corazón Inmaculado de María. Reforma de la vida, tomando como modelos a Jesús y María. Conformar la vida y las costumbres a la manera de sentir de la Santa Iglesia.

Anhelamos que estos sean los propósitos de la Consagración de Rusia y de Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Recemos por la conversión de Rusia al Catolicismo; por la conversión de Occidente que ha dado la espalda a Nuestro Señor con su inmoralidad, su abandono de los Sacramentos, su vida neopagana. Recemos por la Santa Iglesia, víctima de los progresistas y de la Teología de la Liberación.

Fuente: https://www.pliniocorreadeoliveira.info/LEG%20430815_Consagra%C3%A7%C3%A3oaoImaculadoCora%C3%A7%C3%A3odeMaria.htm

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Consagración individual

Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tú quieres que sea,
hacer lo que tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.

Consagración del hogar y la familia al Inmaculado Corazón de María

¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
- el cumplimiento de la voluntad de Dios,
- la práctica de la caridad,
- y el abandono a la Divina Providencia,

¡Que nos amemos todos como Cristo nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos!

Una promesa de amor en donde se le da todo lo que la familia es, tiene y hace a Jesús a través del Corazón Inmaculado de la Virgen María, para vivir plenamente entregados a la voluntad del Padre.

La familia se abandona en las manos de la Virgen María para que ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de las gracias, de Abogada y de Reina.

La meta final de toda consagración es Jesús; La Virgen María es el medio eficaz para alcanzar mayor unión con Cristo y es fuente de protección maternal contra Satanás.

Por medio de la consagración, los miembros de la familia han de llegar a ser como San José, totalmente dedicados a Jesús y a María. Deben pedir a Dios la gracia de vivir fieles a esta consagración, reconociendo que pertenecen a los Corazones de Jesús y de María, quienes han de ser el centro de cada aspecto de sus vidas, decisiones, relaciones, etc.

Permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de su familia en la gracia.

La Virgen respeta la voluntad de cada uno y por eso espera a que la familia se consagre libremente para entonces ejercer su misión plenamente. Primero hay que abrir las puertas y luego responder fielmente a todo cuanto pide la Virgen para acercarnos al Corazón de Jesús.

La Virgen María será Fuente de Protección: Por la decisión libre que han tomado, su familia pertenece a al Corazón de María, y serán protegidos espiritualmente.

Les obtendrá gracias para vivir en la virtud y les ayudará a abrir sus corazones para vivir las virtudes que se encuentran en los Corazones de Jesús y María. Especialmente la humildad, la mansedumbre, el amor sacrificial, la pureza y la obediencia

También les ayudará a ejercer las virtudes que construyen y mantienen la unidad de familia, como la paz, el orden, el respeto, la delicadeza, el pensar primero en el otro, la abnegación, la comunicación y sobre todo la caridad.

-Fidelidad a la Iglesia y a los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Confesión habitual.

-Oración, personal y familiar, especialmente el rezo del Santo Rosario con frecuencia.

-Tener una imagen del Corazón Inmaculado de María en un lugar destacado del hogar

-Apoyar a su parroquia de la manera que ustedes puedan (con su tiempo, con recursos, etc.)

-Ser generosos en las necesidades de los demás.

-Renovar regularmente la oración de Consagración de la familia al Corazón Inmaculado de María.