11 de febrero: Fiesta de la Virgen de Lourdes
Por bienaven
  
Viernes, 11/02/2022
Las maravillas de Lourdes culminan en el mensaje de Fátima. Vivimos en una época terrible de castigo, pero esta también puede ser una hora admirable de misericordia.
En 1854, con la bula Ineffabilis , el gran Papa Pío IX definió la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora como dogma. Cuatro años después, del 11 de febrero al 16 de julio de 1858, la Santísima Virgen se apareció 18 veces en Lourdes a una hija del pueblo, Bernadette Soubirous, declarándose la Inmaculada Concepción.

A partir de esa ocasión comenzaron los milagros. Y esa gran maravilla de Lourdes, que empezó allí, sigue brillando en los ojos del mundo entero hasta hoy. El milagro que confirma el dogma, aquí hay un resumen de la relación entre el evento de 1854 y el de 1858.

Es imposible pensar en la Virgen Inmaculada sin recordar al mismo tiempo a la serpiente, cuya cabeza aplastó triunfal y definitivamente con el talón. El espíritu revolucionario es el propio espíritu del diablo, y sería imposible que una persona de fe no reconociera el papel que juega el diablo en la aparición y propagación de los errores de la Revolución, desde la catástrofe religiosa del siglo XVI [Protestante Revolución] a la catástrofe política del siglo XVIII [Revolución Francesa] y todo lo que siguió.

La definición del dogma de la Inmaculada Concepción fue el primero de los mayores reveses sufridos por el enemigo interno. De hecho, surgió un inmenso fluir de piedad mariana, que crece cada vez más. Para el poder de las tinieblas, la humillación más horrible fue ver así afirmado el triunfo de su enemigo inflexible, invariable y máximo.

Para demostrar que todo nos llega a través de María, la Providencia quiso que Marial fuera el primer gran triunfo. Pero, para glorificar aún mejor a tu Madre, Nuestro Señor ha hecho más. En Lourdes, como contundente confirmación del dogma, hizo lo que nunca antes había visto: instaló el milagro en el mundo, por así decirlo, en serie y de forma permanente. Hasta entonces, el milagro había aparecido en la Iglesia de forma esporádica, pero en Lourdes las curas más científicamente probadas y más auténticamente sobrenaturales ocurren, por así decirlo, en una corriente continua, frente a un siglo confuso y desconcertado.

Uno podría preguntarse, sin embargo: ¿qué resultó de esto para la lucha de la Iglesia con sus adversarios externos? ¿No se diría que el enemigo es más fuerte que nunca, y que nos acercamos a esa época soñada por la Ilustración durante tantos siglos, de naturalismo científico crudo e integral dominado por la técnica materialista? ¿De la república universal ferozmente igualitaria, de inspiración más o menos filantrópica y humanitaria, de cuyo entorno se barren todos los restos de una religión sobrenatural? ¿No existe el comunismo? ¿No existe el peligroso deslizamiento de la propia sociedad occidental, supuestamente anticomunista, pero que también avanza hacia la realización de este "ideal"?

Movida por la compasión por la humanidad pecadora, Nuestra Señora ha logrado para nosotros los milagros más asombrosos. ¿Se extinguirá esta piedad? ¿Se acaban las misericordias de una Madre, la mejor de las madres? ¿Quién se atrevería a afirmarlo? Si alguien dudaba, Lourdes sería una lección admirable de confianza. Nuestra Señora nos ayudará.

Nos ayudará ... Expresión en parte verdadera y en parte falsa, porque en realidad Ella ya ha comenzado a ayudarnos.

Este artículo se detiene en Fátima. Nuestra Señora delineó claramente, en sus apariciones, la alternativa: o nos convertimos o vendrá un castigo tremendo. Pero al final, el Reino del Inmaculado Corazón se establecerá en el mundo. En otras palabras, en todo caso, con más o menos sufrimiento para los hombres, triunfará el Corazón de María.

Según el Mensaje de Fátima, los días de maldad están contados. La definición del dogma de la Inmaculada Concepción marcó el inicio de una sucesión de hechos, que conducirán al Reino de María.

(Extracto de un artículo de Plinio Corrêa de Oliveira en Catolicismo, febrero / 1958, traducido del portugués del portal de la AGÊNCIA BOA PRENSA://http://www.abim.inf.br/ del 14 de febrero de 2021).

ORACIÓN ANTIGUA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

Fuente: MadreMaria.es
Esta oración está recogida en un antiguo devocionario en español publicado en París a finales del siglo XIX, es decir poco tiempo después de las apariciones de Lourdes (1858). Recibió la aprobación del obispo de Tarbes el 30 de octubre de 1867.

Sed para siempre bendita, purísima Virgen, que os habéis dignado aparecer hasta diez y ocho veces, muy resplandeciente de luz, dulzura y hermosura en la solitaria gruta, y decir a la humilde niña que os contemplaba extasiada: "Yo soy la Inmaculada Concepción".

Sed para siempre bendita por todos los extraordinarios favores que no cesáis de derramar en este lugar.

Por la ternura de vuestro Inmaculado Corazón, oh María, y por la gloria que ha dado la Santa Iglesia, os conjuramos para realicéis las esperanzas de paz que ha hecho nacer la proclamación del dogma de vuestra Inmaculada Concepción.


Dejamos también a nuestros amigos estas otras lindísimas oraciones -tramscriptas del portal https://www.devocionario.com/maria/lourdes_1.html- para pedir con confianza la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes por todas nuestras intenciones, para que nos proteja en la compleja situación que estamos viviendo y apresure el momento bendito del triunfo de su Inmaculado Corazón en toda la tierra.
NUESTRA SEÑORA DE LOURDES [1]
1. ORACIONES

Páginas: 1. Oraciones | 2. Oraciones antiguas
3. Novena: introducción | 4. Días 1 a 3 | 5. Días 4 a 6 | 6. Días 7 a 9
7. Novena breve

AVE MARÍA
DE LOURDES

La Reina del cielo,
la Madre de Dios,
en Lourdes, benigna,
su trono fijó.
Ave, Ave, Ave María...
Del cielo ha bajado
la Madre de Dios,
cantemos el «Ave»
a su Concepción.
Ave, Ave, Ave María...
Un largo rosario
que el cielo labró
sostiene en sus manos
más puras que el sol.
Ave, Ave, Ave María...
«Haced penitencia
y ardiente oración
por los pecadores
que ofenden a Dios».
Ave, Ave, Ave María...
Aquí los enfermos
encuentran vigor;
aquí luz y vida
halla el pecador.
Ave, Ave, Ave María...

*****

INVOCACIONES


1
Virgen Madre de Lourdes,
que siempre fuiste fiel,
danos tu confianza,
danos tu fe.
(Ave María)

2
Virgen Madre de Lourdes,
bendice nuestra mesa familiar
con el pan de la salud,
con el pan del trabajo,
con el pan del alimento,
con el pan del amor.
(Ave María)

3
Virgen Madre de Lourdes,
bendice nuestro descanso
con la paz del alma
y la alegría del espíritu.
(Ave María)

ORACIÓN CORTA


Santísima Virgen de Lourdes, que a ninguno desamparas ni desechas, mírame con ojos de piedad y alcánzame de tu Hijo perdón de mis pecados para que con devoto afecto celebre tu santa e inmaculada Concepción, en tu milagrosa imagen de Lourdes y reciba después el galardón de la bienaventuranza del mismo de quien eres Madre. Amén.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

Dóciles a la invitación de tu voz maternal, oh Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a tus pies en la humilde gruta donde aparecisteis para indicar a los extraviados el camino de la oración y penitencia, dispensando a los que sufren las gracias y prodigios de tu soberana bondad.
Recibid, oh reina compasiva, las alabanzas y súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.
¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los espíritus las tinieblas del error con la luz de la fe! ¡Oh mística rosa, socorre las almas abatidas, con el celeste perfume de la esperanza! ¡Oh fuente inagotable de aguas saludables, reanima los corazones endurecidos, con la ola de la divina caridad!
Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en las penas, protegidos en los peligros, apoyados en las luchas, amemos y sirvamos a tu dulce Jesús, y merezcamos los goces eternos junto a Ti. Amén.
(Oración compuesta por Pío XII)

ORACIÓN PARA PEDIR
LA SALUD DE LOS ENFERMOS


¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero acordaos, os diré con vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos.¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por vuestra mano curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.

Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.
Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.

BIENAVENTURADA

Bienaventurada seas, Oh la más pura Virgen, por haber condescendido a manifestar tu esplendor con vida, dulzura y belleza en la Gruta de Lourdes, diciendo a la niña Santa Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Miles de veces nos hemos congratulado acerca de tu Inmaculada Concepción. Y ahora, Oh por siempre Virgen Inmaculada, madre de misericordia, salud para los enfermos, refugio de pecadores y consuelo para los afligidos, tu que conoces nuestros deseos, nuestros problemas y nuestros sufrimientos, dígnate a echar sobre nosotros una mirada de misericordia.
Al aparecer en la Gruta de Lourdes te complaciste en hacer de él un santuario privilegiado desde dónde dispensas tus favores y donde ya muchos han obtenido la cura para sus enfermedades, tanto espirituales como físicas. Acudimos por tanto, con la más ilimitada confianza a implorar tu maternal intercesión. Consigue para nosotros, Oh Madre adorada, que nuestra petición sea concedida. Por medio del agradecimiento por tus favores, nos esforzaremos en imitar tus virtudes para así un día poder compartir tu gloria.

Oh Señora de Lourdes, Madre de Cristo, tu que tuviste influencia con tu divino hijo mientras permaneciste sobre la tierra tienes ahora la misma influencia en el cielo. Ruega por nosotros y obtén para nosotros de tu divino Hijo nuestras especiales peticiones si esa es la Voluntad de Dios. Amén.
Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros.
Santa Bernadette, ruega por nosotros.
(Traducida del inglés por Chickie Ortigas)

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN

Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, Vos habéis aparecido dieciocho veces a Bernardita en la gruta de Lourdes, para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la eucaristía y a la vida en la Iglesia.
Para mejor responder a vuestra llamada, yo me consagro por vuestras manos a vuestro hijo Jesús…

Hacedme dócil al espíritu; y por el fervor de mi fe, por la manifestación de mi vida, por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje con Vos en confortar a los que sufren, en reconocimiento a los hombres, en trabajar por la unidad de la Iglesia y por la paz del mundo.
Con toda confianza, oh Señora mía, yo os dirijo esta plegaria y os pido que la acojáis y la atendáis. Amén.

Nuestra Señora de Lourdes, rogad por nosotros.
Santa Bernardita, rogad por nosotros.


Por bienaven