Lanzan en Argentina una app gratuita para cuidar el reloj biológico
Por buenapraxis
  
Viernes, 03/09/2021
La aplicación 'Mi reloj interno' permite realizar un autodiagnóstico según edad, género y costumbres horarias y acceder así a recomendaciones para cambiar hábitos y mejorar la higiene del sueño y los ritmos circadianos que son clave para la salud. Se puede descargar desde Google Play (también próximamente por Apple Store) y fue elaborada por investigadoras del CONICET y de otras instituciones.

Un equipo interdisciplinario de científicas lanzó 'Mi Reloj Interno', una aplicación gratuita para telefonía celular (actualmente en la plataforma Android y próximamente en iOS) destinada a la población argentina para que en el contexto de la pandemia por COVID-19 realice un autodiagnóstico según edad, género y costumbres horarias y pueda así obtener recomendaciones para mejorar la higiene del sueño y los ritmos circadianos que son clave para la salud.

La app fue desarrollada por investigadoras del CONICET, de la Fundación Instituto Leloir (FIL), de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), de la Universidad Torcuato Di Tella y otras instituciones. Y fue uno de los proyectos sobre respuestas a COVID-19 financiado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i).

«Elaboramos esta herramienta para brindar soluciones que limiten el impacto de los cambios de hábito impuestos por la pandemia en nuestro reloj biológico. Esta aplicación vincula directamente a la ciencia con la sociedad», afirmó Fernanda Ceriani, una de las líderes del proyecto, jefa del Laboratorio de Genética del Comportamiento en la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora del CONICET.


Las científicas que lideraron el desarrollo de la aplicación 'Mi reloj interno'.

El reloj biológico -que se encuentra en un grupo de neuronas del cerebro- se encarga de regular una amplia gama de procesos metabólicos, fisiológicos y de comportamiento para que ocurran en los momentos más adecuados del día: nos pone en alerta o nos indica cuándo necesitamos dormir; controla el momento óptimo para aprender o hacer actividad física; e impone ritmos diarios en procesos biológicos tan variados como la presión arterial, el funcionamiento del sistema inmune o los riñones, la digestión, la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la secreción de hormonas.

Cuando el reloj interno y el ambiente están desalineados por mucho tiempo aparecen problemas de salud que van desde el insomnio hasta problemas metabólicos como la diabetes. Además, puede afectar al sistema inmunológico y asociarse a trastornos psiquiátricos como la depresión. También puede reducir el rendimiento cognitivo, aumentar la cantidad de errores y dificultar el aprendizaje.

«Para cuidar al reloj interno es recomendable exponerse a diario a la luz natural -idealmente por la mañana o temprano en la tarde-, mantener horarios regulares en las actividades en días hábiles y libres, incluyendo los horarios de tu descanso. Se recomienda reducir la exposición a luz artificial intensa (como las pantallas del televisor, la computadora o el celular) por la noche y evitar hacer ejercicio o cenar poco tiempo antes de ir a acostarse. Nuestra app tiene en consideración estas variables», indicó María Juliana Leone, también líder del proyecto, doctora en Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) e investigadora del CONICET en la UNQ y en la Universidad Torcuato Di Tella.

Durante la pandemia, particularmente para sostener el aislamiento recomendado, muchas personas con ocupaciones calificadas como no esenciales se han mantenido dentro de sus hogares, reduciendo notablemente la exposición a la luz solar. La modalidad de teletrabajo ha aumentado notablemente desde entonces. «En ese contexto, la luz artificial puede colaborar en poner en hora el reloj interno. La aplicación les ayudará a distinguir los ambientes de su casa que están mejor iluminados para elegir pasar allí parte del día», destacó Leone.

Otro de los aspectos novedosos de esta app es que incluye un sensor de luz que debería servir para tomar conciencia de la intensidad de luz en los ambientes en que las personas pasan la mayor parte del día. «Conviene estar en los que reciben más luz natural durante el día y menos luz artificial durante la noche. La app permite registrar la cantidad de luz y guardar las mediciones junto a la fecha y la hora en que fueron realizadas. Y hasta se pueden nombrar los ambientes para futura referencia», indicó Ceriani.



Aplicación argentina
Las científicas realizaron la primera investigación destinada a obtener una app que da recomendaciones para mejorar los ritmos circadianos y el sueño a partir de datos de la población de Argentina. Para desarrollarla, analizaron respuestas de más de 4000 personas de todo el país de entre 13 y 100 años que completaron una encuesta online o telefónica (entre julio y septiembre de 2020) sobre hábitos cronobiológicos, actividades cotidianas, horarios de sueño y preferencias diarias, entre otras preguntas.

«Una de las características únicas de esta aplicación es que las recomendaciones de 'Mi Reloj Interno' surgen de datos recolectados de la población de Argentina, que tiene sus características particulares», subrayó Paula Cramer, también líder del proyecto y doctora en Ciencias Biológicas, especialista en comunicación y referente de la Red de Clubes de Ciencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El estudio de los ritmos circadianos es una disciplina científica en todo el mundo, pero la mayoría de los datos proviene del hemisferio norte. «Con esa información de otros países se pueden hacer recomendaciones generales, pero es importante considerar las idiosincrasias locales. Aquí solemos cenar tarde, hacemos muchas actividades sociales por la noche, incluyendo la actividad física. Por eso es importante el relevamiento de datos de nuestra población», resaltó Cramer.

«Una vez analizados esos datos locales, desarrollamos el algoritmo de nuestra app, que mide cuán alineado está el reloj interno con el ambiente y propone algunos cambios en los hábitos para lograr un descanso y ritmos circadianos saludables», agregó.

«La app valúa tu frecuencia de exposición a la luz solar, los horarios y la cantidad de horas que dormís, la calidad de tu descanso, la regularidad de los horarios de tus actividades habituales (por ejemplo, del estudio, del trabajo, de la actividad física, de la cena), cuánto incide la vida social en tu descanso y tus preferencias en cuanto a momentos del día. Con estos indicadores valora tu estado actual y te recomienda cómo cambiar tus hábitos para ajustar la alineación entre tus ritmos internos y el ambiente», explican las investigadoras.

La app está disponible para mayores de 13 años, pero quienes tengan entre 13 y 18 precisarán del aval de una persona responsable para poder acceder.

«Otra de las características a destacar de la app es que las recomendaciones se hacen de acuerdo al género y la edad. Esto fue posible gracias a la metodología que empleamos para analizar los datos de la población original sobre la cual se basa el algoritmo que es el corazón de la app. Este fue un aporte fundamental del campo de las ciencias sociales en combinación con la ciencia de datos. Por eso estamos muy orgullosas de la interdisciplina», afirmó Lia Frenkel, también líder del proyecto, doctora en Biología e investigadora del Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional (iB3-FBMC) que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

«La información que brinda la app no reemplaza un diagnóstico ni un tratamiento médico, pero sí contribuye a que la población tome conciencia sobre el impacto que los hábitos diarios tienen sobre nuestro reloj biológico y la salud», añadió.

Del proyecto también participaron el experto en ciencia de datos Ariel Haimovici; las sociólogas Elisa Epstein y Diana Munilla; el estadístico Hugo Delfino; el desarrollador de software Ignacio Oroná y equipo; y la diseñadora y especialista en marketing digital Milagros Wienert. El proyecto también cuenta con el respaldo del Observatorio de Innovación y Transferencia Tecnológica (OITTEC) de la UNQ.


Ref: Agencia CyTA-Leloir


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